La disputada herencia de Mitterrand
La izquierda francesa celebra el 30? aniversario de la llegada del socialismo al poder, mientras los dirigentes del PS reivindican el legado del expresidente
El domingo 10 de mayo de 1981, a las 18.30, un colaborador de Fran?ois Mitterrand le anunci¨® que en unas horas iba a convertirse en el pr¨®ximo presidente de la Rep¨²blica Francesa. Mitterrand, por entonces de 65 a?os, imperturbable, dijo, casi para s¨ª: "Vaya historia". Aquel d¨ªa se proclam¨® por primera vez un socialista como jefe del Estado franc¨¦s en la V Rep¨²blica. Treinta a?os despu¨¦s, el socialismo franc¨¦s ha convertido a Mitterrand en un icono de varias cosas (de la uni¨®n de la izquierda, del liderazgo indiscutido, del carisma pol¨ªtico...), pero sobre todo de un triunfo que se ha vuelto cada vez m¨¢s remoto. Porque Mitterrand fue el primero, pero tambi¨¦n el ¨²ltimo. En 1987 revalid¨® su mandato. Desde entonces, el Partido Socialista franc¨¦s (PS) ha perdido todas las elecciones presidenciales: en 1995, en 2002 y en 2007.
Hollande: "No quiero reproducir un modelo; lo adapto a lo que soy"
Strauss-Kahn es el m¨¢s alejado del estilo del desaparecido l¨ªder
Francia vive estos d¨ªas una suerte de 'mitterandman¨ªa'
Royal dice que aprendi¨® de ¨¦l a no rendirse pese al augurio del fracaso
Por eso, cuando falta un a?o para una nueva cita electoral, los dirigentes del a¨²n descabezado socialismo franc¨¦s conmemoran la victoria de Mitterrand sobre Giscard d'Estaing con cierta nost¨¢lgica inevitable, pero tambi¨¦n con una suerte de ceremonia propiciatoria con un punto de optimismo basado en la baj¨ªsima popularidad de Sarkozy.
Francia entera parece vivir estos d¨ªas bajo el efecto de una suerte de mitterrandman¨ªa, que comenz¨® a percibirse en enero, cuando se celebraron los 15 a?os de su muerte. Ya entonces se evoc¨® su estatura pol¨ªtica, su personalidad contradictoria, su pasado tortuoso, su doble vida familiar y sus ¨²ltimos d¨ªas de enfermo terminal dando paseos espectrales por los Campos de Marte acompa?ado de su perro B¨¢ltico, su m¨¦dico personal y un guardaespaldas portando una banquetita.
El fen¨®meno ha llegado al paroxismo estos d¨ªas, al cumplirse el aniversario de su llegada al poder: hay documentales casi cada noche sobre su vida, sobre su capacidad dial¨¦ctica, sobre su relaci¨®n con la televisi¨®n, sobre esa noche especial en que derrot¨® a Giscard d'Estaing; se estrenan obras de teatro que versan sobre ¨¦l; se editan libros en los que amigos, colaboradores o exministros consignan sus conversaciones con el expresidente. Los peri¨®dicos lanzan ediciones especiales. Los lectores env¨ªan mensajes en los que explican qu¨¦ signific¨® esa victoria, d¨®nde estaban, qu¨¦ hac¨ªan esa tarde. Le Monde, incluso, encart¨® ayer una reproducci¨®n facs¨ªmil del n¨²mero publicado al d¨ªa siguiente del triunfo, que permite recordar, entre otras cosas, cu¨¢ntas palabras cab¨ªan entonces en el titular de primera p¨¢gina: "La muy contundente victoria de Fran?ois Mitterrand va m¨¢s all¨¢ del reagrupamiento de toda la izquierda y agrava las divisiones del partido que deja el poder".
Hay algo m¨¢s. Varios l¨ªderes socialistas con posibilidades de ganar las primarias de oto?o se disputan la herencia del viejo Mitterrand a fin de ganarse adeptos. S¨¦gol¨¨ne Royal, excandidata presidencial derrotada por Sarkozy en 2007 y de nuevo aspirante a ser candidata socialista, reuni¨® a 600 seguidores el domingo pasado y a varios exministros de Mitterrand. Ante ellos, la dirigente socialista, la menos valorada en las encuestas, record¨® las 10 lecciones que aprendi¨® del viejo presidente socialista y, sobre todo, "la de no rendirse a pesar de quienes le auguraban una derrota".
Fran?ois Hollande, ex primer secretario del PS, otro de los postulantes, se desplaz¨® ayer a Ch?teau-Chinon, localidad de la que Mitterrand fue alcalde durante 20 a?os. All¨ª, ante un busto del expresidente socialista, Hollande, que seg¨²n muchos ha heredado (o imitado con mucho talento) ciertas poses muy de Mitterrand en sus discursos y que d¨ªa a d¨ªa progresa en las encuestas, record¨®: "No quiero reproducir un modelo. Yo lo adapto a lo que yo soy".
Y mientras el ex primer secretario del PS dec¨ªa esto, en Par¨ªs, en la sede del partido, la actual primera secretaria, Martine Aubry, inauguraba una jornada de puertas abiertas dedicada a la memoria de Mitterrand y a su victoria 30 a?os atr¨¢s.
El cuarto previsible candidato con opciones y el m¨¢s mimado de los sondeos, Dominique Strauss-Kahn, director general del Fondo Monetario Internacional (FMI), se mantiene, como siempre, al margen. El reglamento de la instituci¨®n que dirige le proh¨ªbe acudir a este tipo de manifestaciones pol¨ªticas de nivel nacional. Con todo, por temperamento e ideolog¨ªa, tal vez sea el candidato m¨¢s alejado de la figura de Mitterrand, el que tiene menos cosas en com¨²n. El que menos reclama para s¨ª su herencia, de cualquier forma, tal vez porque se sabe ya ganador. Un dirigente socialista lo explicaba ayer en el diario Lib¨¦ration: "El heredero de Mitterrand ser¨¢ el que le suceda".
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