Resaca
Tras la decisi¨®n del Constitucional de dar v¨ªa libre a la participaci¨®n electoral de Bildu, I?aki Gabilondo sopesaba en su videoblog de EL PA?S los pros y contras del fallo y conclu¨ªa su an¨¢lisis con una frase preocupante: "Si nos hemos equivocado, mereceremos lo que nos ocurra". Est¨¢ claro qu¨¦ pueda ser lo que nos ocurra, y aunque esas frases son lo bastante enigm¨¢ticas como para malinterpretarlas, mi reacci¨®n instant¨¢nea al o¨ªrla fue de rechazo y pens¨¦ que I?aki se equivocaba. Admiro a Gabilondo y precisar¨¦ que estuve de acuerdo con el contenido de su intervenci¨®n, hasta que ese cierre, esa frase final, me choc¨® como un pu?etazo. Me dije que lo que nos ocurra puede ser, en efecto, terrible, pero que en ning¨²n caso nos lo mereceremos. No nos mereceremos que una banda asesina utilice nuestras instituciones para delinquir y financiarse para atentar contra nuestras vidas. Ser¨ªa eso lo que nos ocurriera, y asumir nuestra culpa, pues no otra cosa es aceptar su merecimiento, supondr¨ªa otorgarle una justificaci¨®n a la barbarie. Nuestro error, si es que lo ha habido, no justifica el crimen. Tampoco lo har¨ªa si la sentencia hubiera sido de signo contrario y sus consecuencias igual de terribles. No nos las merecer¨ªamos, pero me pregunto si en ese caso I?aki Gabilondo hubiera dicho esa frase. ?Por qu¨¦ una sentencia de un determinado signo es susceptible de provocar nuestra culpabilidad y no lo es otra de signo contrario? ?Por qu¨¦ con una podemos equivocarnos y no lo har¨ªamos con la otra?
Me he tomado la paciencia de leer la sentencia del Constitucional y algunos de los votos particulares de los magistrados discrepantes. Mi impresi¨®n es que en todos los casos domina la presunci¨®n con respecto a un fin. En definitiva, ?estamos convencidos de que Bildu es un paso conveniente para la incorporaci¨®n de la izquierda abertzale a la democracia y para la progresiva liquidaci¨®n de ETA, o pensamos, por el contrario, que es una enga?ifa m¨¢s, el ox¨ªgeno necesario para revigorizar a una banda agonizante? Resulta significativa la confianza, o la desconfianza, que la mayor¨ªa y los discrepantes ponen sobre unos u otros de los partidos que configuran Bildu, y as¨ª es en la trayectoria democr¨¢tica de EA y Alternatiba en la que conf¨ªa la mayor¨ªa -v¨¦ase el punto 12 de la sentencia-, mientras que los discrepantes depositan su desconfianza en los independientes. No hay duda de que la apuesta es m¨¢s arriesgada en quienes est¨¢n convencidos de la buena direcci¨®n de Bildu que en quienes sospechan lo contrario. Los primeros pueden revitalizar a un moribundo, los segundos lo dejan morir, y en el peor de los casos s¨®lo alargar¨ªan su agon¨ªa, de ah¨ª que la primera opci¨®n pueda provocar nuestra culpabilidad. ?No tendr¨ªamos que pensar, ya que todos nos orientamos hacia el fin de ETA, cu¨¢l de las dos formas de terminar ser¨¢ mejor para el futuro democr¨¢tico de nuestra sociedad? ?No ser¨ªa esa la virtud, en caso de que acertara, de la sentencia del Constitucional?
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