Belleza, salvajismo y Tilda Swinton

Entra en la sala de prensa Tilda Swinton y parece que el tiempo se detiene. Al menos su cuerpo no es de este mundo. Tiene 50 a?os y sigue interpretando personajes de casi 20 menos. Va te?ida de rubio y flota hasta que se sienta y enciende el micr¨®fono. Responde a todo, incluso si la pregunta va dirigida a la directora de su ¨²ltima pel¨ªcula, We need to talk about Kevin, en la que encarna a la madre de un monstruo, de un adolescente asesino en serie a quien sin embargo, desde cr¨ªo, sus padres siempre le dieron lo mejor.

Basado en la contundente novela escrita por Lionel Shriver, Swinton comunica con su mirada y sus gestos lo que en el libro era la voz en off de su personaje, Eva. "El libro era muy denso y por eso decidimos solo inspirarnos en ¨¦l", asegura la actriz, quien a?ade: "Creo que las palabras han hecho la vida muy dif¨ªcil a las miradas en el cine y creo que hay pel¨ªculas que se vienen abajo cuando los actores empiezan a hablar".

El juego del color rojo, presente en toda la pel¨ªcula -el inicio se desarrolla durante la Tomatina de Bu?ol-, busca trasladar a la pantalla toda la violencia, soterrada o expl¨ªcita, que aparece constantemente. "En los primeros minutos vemos c¨®mo una mujer golpea a mi Eva, y cuando alguien se acerca a protegerla, responde: 'Es culpa m¨ªa'. Porque Eva es culpable y yo he construido desde ah¨ª mi papel, desde su creencia de su culpabilidad. Dar a luz un alien, a alguien que viniera del espacio exterior no es lo mismo que engendrar a tu propio hijo, a tu propia violencia. Por cierto, estoy harta de ver en las pel¨ªculas de Hollywood preciosos partos y hermosos momentos en las habitaciones de las maternidades. Parir es brutal y en esta pel¨ªcula no olvidamos el rojo vital de la maternidad".

Ante la sensaci¨®n que transmite We need to talk about Kevin de conjugar la belleza visual con el salvajismo de lo contado, la actriz londinense espeta: "Todas las pel¨ªculas de Hollywood son m¨¢s violentas que esta. S¨ª creo que a la gente le choca ver belleza justo al lado de la violencia, pero eso es parte de la historia".

Oscar por Michael Clayton, creadora de su propio festival de cine -The Ballerina Ballrom Cinema of Dreams-, actriz que viaja de una parte a otra del mundo defendiendo su trabajo, Tilda Swinton arguye una divertida defensa ante tanto movimiento: "Vivo en un peque?o pueblo en mitad de las High-lands escocesas. Para ver cine tengo que coger el coche, conducir un mont¨®n de millas, y todo para llegar a unos multicines donde ponen en todas las salas Harry Potter. Mis vecinos no saben qui¨¦n era Bresson, as¨ª que en cuanto puedo, viajo".