"El hombre es la mascota codiciosa de Dios"
Menos mal que no ganamos el Oscar, porque nos recordar¨ªan como aquellos islandeses raros que se lo arrebataron a Bob Dylan". El novelista y poeta island¨¦s Sj¨®n (Reikiavik, 1962, seud¨®nimo de Sigurj¨®n Birgir Sigur?sson) bromeaba tranquilamente sobre su actividad como escritor de canciones, "a fin de cuentas la m¨¢s conocida" (es autor de los temas de la pel¨ªcula Bailar en la oscuridad, de Lars von Trier). El Johnny Triumph que tocaba la Luftgitar (es decir, que fing¨ªa tocar un instrumento inexistente) junto a Bj?rk es hoy un cordial padre de familia que mantiene una pasi¨®n punk por las letras. Su s¨¦ptima novela ha obtenido excelentes cr¨ªticas en Islandia, su pa¨ªs de origen (que ser¨¢ el invitado de la pr¨®xima Feria de Fr¨¢ncfort), as¨ª como en Alemania. Con estilo y herramientas m¨¢s on¨ªricos que historicistas o ¨¦picos, cuenta la historia del hereje island¨¦s J¨®nas P¨¢lmason: alquimista, cient¨ªfico y cat¨®lico perseguido en el apogeo de la Reforma luterana islandesa. A sus 48 a?os, Sj¨®n reside temporalmente en Berl¨ªn gracias a una beca para escritores. Junto al r¨ªo Spree se prest¨® a explicar, con patente gusto por la charla literaria, el origen y el trasfondo de Maravillas del crep¨²sculo, que acaba de publicarse en Espa?a.
PREGUNTA. Al comienzo, uno tarda en percatarse de que el narrador de las primeras p¨¢ginas es Lucifer. Dedica el libro a la Humanidad.
RESPUESTA. La novela est¨¢ empapada de la idea de que el hombre es la mascota codiciosa de Dios. Esa es la gran decepci¨®n del protagonista J¨®nas P¨¢lmason. Tras la Reforma, su gran decepci¨®n es ver en el hombre una bestia codiciosa. Ese mismo podr¨ªa ser el punto de vista de Lucifer sobre el hombre, al que escucha decir su primera palabra tras la Creaci¨®n: "?G".
P. Tras estas primeras p¨¢ginas empieza la narraci¨®n de J¨®nas P¨¢lmason, salteada por sus asombrosos apuntes cient¨ªficos. ?Los tom¨® al pie de la letra del investigador del Seiscientos J¨®n Gu?mundsson?
R. Reescrib¨ª textos de Gu?mundsson para darles este tono enciclop¨¦dico, pero las ideas principales estaban en sus viejos escritos. El suyo fue un intento verdadero de acaparar todo el conocimiento real.
P. J¨®nas P¨¢lmason es un inadaptado porque es cat¨®lico.
R. La masacre de unos balleneros vascos por su catolicismo es uno de los documentos m¨¢s importantes que dej¨® el aut¨¦ntico Gu?mundsson. En Islandia se dice que es el primer reportaje de investigaci¨®n..., tiene un tono period¨ªstico, distante y objetivo.
P. ?Pertenece al canon escolar de autores islandeses?
R. En absoluto. As¨ª que cuando lo le¨ª por primera vez, me impresion¨® tanto que decid¨ª escribir sobre ¨¦l. El personaje P¨¢lmason es un tipo bien complejo. En Islandia, obviamente, en las escuelas te cuentan que la Reforma fue el comienzo de la tolerancia y de la ciencia. Pero si pones a un cient¨ªfico cat¨®lico en aquella ¨¦poca ver¨¢s que no fue as¨ª. La historia empez¨® para m¨ª hace 20 a?os. Yo empec¨¦ a escribir muy influido por los viejos surrealistas. Me asombr¨® que en la Islandia del Seiscientos hubiera un naturalista influenciado por Paracelso. Un cient¨ªfico en el filo entre la ciencia natural y el misticismo. Me propuse escribir una novela actual que diera por sentada aquella forma de ver el mundo. Un naturalista previo a la Ilustraci¨®n y a la catalogaci¨®n del mundo que todav¨ªa rige nuestra realidad.
P. ?Se sirvi¨® del lenguaje?
R. Me serv¨ª de ciertas t¨¦cnicas po¨¦ticas, algunas practicadas por los surrealistas. Quer¨ªa evitar a toda costa hacer una novela hist¨®rica o una recreaci¨®n descriptiva. Lo primero que hice fue leer todo lo que escribi¨® Gu?mundsson, para buscar la melod¨ªa, el ritmo de su prosa. Est¨¢ lleno de digresiones, en cuanto se le cruza un tema se va por las ramas... Una libertad envidiable. Intent¨¦ apropiarme de su escritura, que choca de lleno contra el instinto de un escritor moderno.
P. J¨®nas P¨¢lmason est¨¢ maldito desde el momento en que aprende a leer.
R. En una sociedad represiva, lo peor que te puede pasar es que aprendas a leer. Combinado con la curiosidad, ser¨¢ tu fin. Yo quer¨ªa escribir sobre la parte negativa de la historia islandesa. Cuando empec¨¦ en 2006, algunos ten¨ªamos la impresi¨®n de que la sociedad se mov¨ªa en una direcci¨®n peligrosa. Aquel celebrado boom econ¨®mico no era m¨¢s que el s¨ªntoma de una codicia extrema que renunciaba a la responsabilidad social. Un par de d¨ªas despu¨¦s de entregar el manuscrito explot¨® en Islandia la grave crisis de finales de 2008. Coincide con lo que se cuenta en la novela.
P. ?C¨®mo?
R. Escrib¨ª la novela mientras Islandia se iba encaminando inexorablemente a la crisis. El verdadero valor de haber nacido en una isla tan peque?a con tan poca gente es la exhaustividad con la que hemos explorado nuestra vida all¨ª. Mediante la escritura, desde hace siglos. Somos un pu?ado de gente en una isla muy fr¨ªa. Nuestros logros no iban a ser el amontonamiento de dinero y el florecimiento de la codicia. En Islandia se olvidaron de la responsabilidad social durante 15 a?os. Lo mismo sucede en el libro con los protestantes, con esos nuevos ricos del siglo XVII que persiguen a P¨¢lmason.
P. ?No temi¨® hacer apolog¨ªa del catolicismo?
R. Lo ¨²ltimo que yo quer¨ªa era hacer propaganda religiosa. Pero en la Edad Media, las instituciones cat¨®licas eran las ¨²nicas que hac¨ªan beneficencia. Cuando los daneses implantaron la Reforma en Islandia, se llevaron todo el tesoro eclesi¨¢stico y desmantelaron los monasterios. No hab¨ªa ciudades ni apenas instituciones. Algo as¨ª ha pasado durante el boom turbo-capitalista que sigui¨® a la ca¨ªda del Muro. La izquierda qued¨® boquiabierta y muchos pensaron que la vida s¨®lo sirve para amontonar dinero. Yo quer¨ªa hablar de lo que le pasa a un hombre pac¨ªfico y de buen coraz¨®n en un tiempo de codicia e intolerancia. Es una historia muy vieja.
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