El Gobierno hace caso omiso de la Xunta y sigue adelante con las obras en Noia

Un l¨ªo con fuertes tintes electorales se ha organizado entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Xunta en la r¨ªa coru?esa de Noia, tan rica en marisco como en fango en su cara m¨¢s interna. Las palas de la empresa Tragsa siguen sus trabajos iniciales para llevar a cabo, en aras de regenerar una r¨ªa fuertemente contaminada, el proyecto del Gobierno central de derribar la vieja escollera de piedra y proceder a un dragado m¨ªnimo de los lodos. Las obras "no se han visto interrumpidas o paralizadas en ning¨²n momento", advirti¨® ayer el delegado del Gobierno en Galicia, Miguel Cortizo. Medio Ambiente reh¨²sa darse por enterada de la orden de paralizaci¨®n, acompa?ada de la apertura de un expediente sancionador, que anunci¨® la v¨ªspera la Conseller¨ªa de Medio Rural. "Una desfachatez de suma gravedad, un abuso de las instituciones", acus¨® Cortizo. "No es de recibo que la Xunta manipule y falsee la realidad, ni que se convierta en un emisor de panfletos electorales", remach¨®.

Adem¨¢s de las acusaciones mutuas que se lanzaron ayer, a golpe de comunicados, ambos departamentos del Gobierno y de la Xunta, entr¨® tambi¨¦n en escena Portos de Galicia. Ahora el organismo tampoco quiere que sigan adelante estas obras del Estado. Tras meses de negociaci¨®n con el ministerio, el ente que depende de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente hab¨ªa finalmente cerrado en septiembre de 2010 un acuerdo para revertir al Estado los terrenos de su dominio en los que se asienta el 90% de la vieja escollera totalmente en desuso. La Xunta s¨®lo se reservaba mantener en pie y bajo su titularidad 330 metros del viejo canal de piedra de m¨¢s de tres kil¨®metros. Pero ayer, horas antes del mitin del PP en Noia que protagonizaron el conselleiro Agust¨ªn Hern¨¢ndez y el presidente de Portos de Galicia, Manuel ?lvarez-Campana, ¨¦ste ¨²ltimo remiti¨® un escrito a Costas para exigirle que "retire las casetas de obras".Portos de Galicia alega que falta un tr¨¢mite, la firma de la acta de reversi¨®n de los terrenos, para empezar esos trabajos de regeneraci¨®n de la r¨ªa. El embrollo es de ¨®rdago. Y a la espera sigue la tan degradada r¨ªa de Noia, que en su cara m¨¢s pr¨®xima a la villa nunca fue objeto de saneamiento alguno -compete a la Xunta- mientras sufre continuos vertidos. Nada se sabe sobre si este nuevo conflicto entre los Gobiernos de Rodr¨ªguez Zapatero y N¨²?ez Feij¨®o afectar¨¢ tambi¨¦na uno de los proyectos prioritarios de la Xunta, como es construir un viaducto de 1,4 kil¨®metros que atravesar¨¢ de par en par la r¨ªa noiesa.

El pasado oto?o, el Ministerio y la Conseller¨ªa de Medio Ambiente negociaron en paralelo el desbloqueo de sus respectivas objeciones y fuertes reticencias a ambos proyectos, el del puente y el de la regeneraci¨®n. Y alcanzaron acuerdos para autorizarse mutuamente a actuar en ambas infraestructuras. Fueron resoluciones por separado pero complementarias. Tanto, que la obra del ministerio para retirar la escollera y los fangos de la r¨ªa, presupuestada en 2,7 millones, se rebaj¨® considerablemente al acordarse con la Xunta compartir los rellenos que se har¨¢n para sendos proyectos, el del puente y el de regeneraci¨®n.

La contienda electoral en una villa gobernada en minor¨ªa por los socialistas dio al traste con la colaboraci¨®n que Costas y Portos de Galicia ten¨ªan hasta hace pocas semanas. El candidato del PP en Noia, Antonio P¨¦rez Ins¨²a, siendo alcalde con mayor¨ªa absoluta, incluy¨® como promesa electoral en 2007 la demolici¨®n de la escollera. Ahora, desde hace unos meses, se opone con ah¨ªnco al proyecto. Portos ignora cu¨¢ndo completar¨¢ el tr¨¢mite que falta, tras ocho meses pendiente.

M¨¢s del 70% de los empleados de Zara en A Coru?a tienen contratos parciales de 24 horas semanales, una situaci¨®n que, seg¨²n los sindicatos, es ilegal en la provincia por contravenir el convenio del comercio. El comit¨¦ de empresa se concentr¨® ayer ante una tienda y la sede en Arteixo de Inditex para reclamar una negociaci¨®n que acabe con esta precariedad.