"Mientras sigamos sometidos a EE UU, continuar¨¢ la violencia"

"Mientras Pakist¨¢n no cambie su pol¨ªtica de sumisi¨®n a Estados Unidos, va a continuar la violencia", repite incansable Hamid Gul, el hombre que encabezara los servicios secretos paquistan¨ªes, el todopoderoso ISI, entre 1987 y 1989, en los a?os cruciales de la derrota sovi¨¦tica en Afganist¨¢n. Pero despu¨¦s de haber trabajado codo con codo con sus colegas de la CIA se convirti¨® en el m¨¢s duro cr¨ªtico de Washington, a quien responsabiliza de la muerte del general Zia ul Haq y del terrorismo que surgi¨® de las cenizas de la guerra afgana. Resulta dif¨ªcil mantener una conversaci¨®n con Gul. A punto de cumplir 75 a?os, su verbo es un torrente de ideas, a veces incluso contradictorias.

Solo que su discurso no es el de otro exc¨¦ntrico m¨¢s. Adem¨¢s de su experiencia como esp¨ªa jefe y de sus diez a?os anteriores al frente del espionaje militar, Gul es a¨²n un hombre poderoso por el eco que sus teor¨ªas tienen entre los sectores m¨¢s nacionalistas de Pakist¨¢n. Al poco de asumir la presidencia, Asif Ali Zardari le calific¨® de "ide¨®logo pol¨ªtico del terror". El verano pasado, documentos sobre la guerra de Afganist¨¢n revelados por Wikileaks le acusaban de respaldar la insurgencia talib¨¢n contra las fuerzas de la OTAN. No obstante, este teniente general retirado sigue pontificando y dando entrevistas desde una oficina privada cercana a la base militar de Chaklala, en Rawalpindi.

"El atentado contra nuestros militares es una venganza de Al Qaeda"

"Washington tiene un ojo puesto sobre nuestro programa nuclear"

Pregunta. ?C¨®mo va a afectar la muerte de Bin Laden a la lucha internacional contra el terrorismo? ?Va a debilitar a Al Qaeda?

Respuesta. Pueden decir que han logrado un triunfo, pero en mi opini¨®n han reavivado la leyenda de Osama que ya hab¨ªa pasado a la historia. El yihadismo internacional no va a desaparecer. Tras los levantamientos ¨¢rabes -que lo m¨¢s probable es que lleven a una gran frustraci¨®n-, va a volverse a la filosof¨ªa de Al Qaeda. Ya se siente su presencia en Libia, en Chad, en el Magreb, en Yemen, en Somalia, y est¨¢n acerc¨¢ndose a Israel y Egipto. Ahora Al Qaeda va a conseguir m¨¢s seguidores en todo el mundo. El atentado suicida contra nuestros militares sospecho que se trata de una venganza porque en esa regi¨®n la simpat¨ªa hacia Al Qaeda es algo mayor que en el resto de Pakist¨¢n. En su mayor parte la sociedad y las ¨¦lites paquistan¨ªes no aprueban la ideolog¨ªa de Al Qaeda, pero apoyan y sienten simpat¨ªa hacia la lucha por la libertad en Afganist¨¢n.

P. Usted trabaj¨® codo con codo con los servicios secretos estadounidenses ?por qu¨¦ se distanci¨® luego de ellos?

R. Nos traicionaron. Mataron a Zia. Despu¨¦s de usarle. De la misma forma que han traicionado al ISI ahora. Nos han usado y han insultado al ISI y al Ej¨¦rcito.

P. ?C¨®mo afecta a Pakist¨¢n que Bin Laden estuviera aqu¨ª?

R. Sospechamos que tienen un ojo puesto en nuestro programa nuclear. Con esta acci¨®n buscaban dos objetivos. Uno, decir al pueblo americano que la guerra ha acabado, que la misi¨®n est¨¢ cumplida y que se va regresar a casa. Y dos, decir que Pakist¨¢n es o un Estado fallido o un Estado incontrolado. Si fue incompetente para capturar a Osama, es un Estado fallido, sin contar con que 400 miembros o asociados de Al Qaeda han sido capturados en Pakist¨¢n por el ISI. Si amparaba a Osama, es un Estado incontrolado. En cualquier caso, Pakist¨¢n no debiera poseer armas nucleares. No es que est¨¦n preparando un ataque, sino tratando de desgarrar al pa¨ªs desde dentro. Es la primera vez en nuestra historia que los paquistan¨ªes est¨¢n tan enfadados con el Ej¨¦rcito y con el ISI. Pero no ha sido un fallo, sino una traici¨®n.

P. Menciona usted a los detenidos de Al Qaeda en Pakist¨¢n. ?No significa eso que su pa¨ªs alberga a muchos terroristas?

R. La mayor¨ªa de Al Qaeda se ha ido hacia Occidente, a Yemen, Somalia... Tal vez quede un pu?ado, pero no debiera preocuparnos. Los encontraremos. Lo que necesitamos averiguar es cu¨¢ntos agentes estadounidenses est¨¢n sobre el terreno en Pakist¨¢n. Raymond Davis [detenido por asesinato en Lahore el pasado enero y que EE UU logr¨® sacar de Pakist¨¢n en marzo sin que fuera enjuiciado] es solo la punta del iceberg. Apuesto, con mi experiencia, que no menos de 1.200 agentes est¨¢n operando en Pakist¨¢n. Eso significa que tienen m¨¢s agentes en Pakist¨¢n que el ISI. As¨ª que son igualmente responsables de no encontrar antes a Bin Laden.

P. ?Cu¨¢ntos agentes tiene el ISI?

R. No voy a revelarlo, pero dentro del pa¨ªs, menos de esa cifra.

P. EE UU ha sugerido la posibilidad de que elementos incontrolados fuera del ISI protegieran a Bin Laden, incluso se menciona su nombre en algunos documentos filtrados por Wikileaks...

R. Es absurdo. Lo he le¨ªdo. Esa informaci¨®n, que pasa por provenir de sus servicios secretos, no puede ser m¨¢s da?ina... Si soy uno de esos elementos incontrolados, ?por qu¨¦ me niegan el visado? Estoy dispuesto a comparecer ante un tribunal y a ser interrogado. Pero temen lo que pueda revelar. Me impidieron entrar en EE UU en mayo de 2001. ?Por qu¨¦? Porque estaban preparando el 11-S.

P. Sea cual sea la causa, ustedes tienen un problema de radicalismo violento en Pakist¨¢n. ?C¨®mo acabar con ¨¦l?

R. Mientras se mantenga la pol¨ªtica de sumisi¨®n a los dictados de EE UU, la violencia va a continuar. Nadie se quita la vida sin motivo. Y ese motivo es el alineamiento de Pakist¨¢n con los agresores, opresores y asesinos de los musulmanes. De ah¨ª que Pakist¨¢n se convierta en un objetivo leg¨ªtimo para ellos. Mientras no cambie esa pol¨ªtica, se puede desplegar el Ej¨¦rcito, pero no se acabara con la violencia.

P. ?Qu¨¦ tienen que ver con ello las personas muertas en el ¨²ltimo atentado?

R. Es su razonamiento. Yo no lo comparto. Es muy malo. Pero tienen un razonamiento y tenemos que averiguar de qu¨¦ se trata. Yo s¨®lo puedo conjeturar que es la pol¨ªtica de Pakist¨¢n. Quieren vengarse y desgraciadamente van a por objetivos f¨¢ciles. Las ra¨ªces del terrorismo en esta parte del mundo son dos: la presencia estadounidense y la sumisi¨®n paquistan¨ª a sus dictados; y las atrocidades indias en Cachemira. Hay que eliminar ambas porque si no, me temo, que va a ocurrir algo que va a desatar un infierno. No lo s¨¦, pero tengo un mal presagio.