?Qui¨¦n defiende la Barcelona de izquierdas?

A Xavier Trias, el candidato de CiU a la alcald¨ªa de Barcelona, no le est¨¢ yendo mal la campa?a electoral de perfil bajo, de no ense?ar las cartas, no arriesgar, no meter la pata, no asustar a nadie. Se muestra simp¨¢tico con todos, abierto, mientras deja caer que la gobernaci¨®n de Barcelona "es un desastre". Esta orientaci¨®n le ha llevado a ir por delante en las encuestas a una semana de la votaci¨®n. Atr¨¢s quedan los tiempos de campa?as tan insidiosas como aquella de CiU y el patronato de la Sagrada Familia seg¨²n la cual el t¨²nel de AVE iba a hacer caer el templo de Gaud¨ª, por poner un ejemplo significativo.

Frente a Trias, tampoco parece irle mal la campa?a al aspirante a la reelecci¨®n, el socialista Jordi Hereu. El actual alcalde est¨¢ obligado a echar el resto, a arriesgar e ir a buscar a los electores all¨¢ donde est¨¦n. Es lo que ha hecho desde que fue discutido desde su propio partido y se vio obligado a ganarse la candidatura en disputa con su compa?era Montserrat Tura. Le ha ido mucho mejor desde que tuvo que asumir un liderazgo que ingenuamente daba por supuesto por su condici¨®n de alcalde y esta nueva actitud le ha llevado a recuperar 10 puntos porcentuales de intenci¨®n de voto en un a?o. En este tramo final de campa?a los sondeos ya no le son tan negativos como entonces, indican una notable recuperaci¨®n. Lo que queda por ver estos d¨ªas es si la tendencia alcista continuar¨¢ hasta permitirle alcanzar a Trias. Estaba a seis concejales de diferencia. Ahora est¨¢ a tres, seg¨²n el sondeo de EL PAIS realizado el 11 de mayo.

La cuesti¨®n est¨¢ en si Jordi Hereu consigue recuperar apoyos entre quienes no se creen el desastre que Xavier Trias proclama

El retroceso de los socialistas en Barcelona, paralelo al que sufren en toda Espa?a como consecuencia de la crisis econ¨®mica, produce un desplazamiento del eje de la mayor¨ªa municipal hacia la derecha, del que se beneficia directamente CiU. Por tanto, lo que Hereu recorta es lo que Trias deja de ganar, con lo que el efecto es doble. Los dem¨¢s partidos con representaci¨®n en el Ayuntamiento aparecen estancados en sus resultados de hace cuatro a?os. La tendencia al ascenso del PP en el resto de Espa?a se observa tambi¨¦n en Catalu?a, pero no sirve para acrecentar el apoyo a su candidato barcelon¨¦s, Alberto Fern¨¢ndez D¨ªaz, pese a los esfuerzos que hace para emular a su colega de Badalona en el discurso contra los inmigrantes. Iniciativa Verds-Esquerra Unida no compensa los votos que pierde el partido socialista. Sigue siendo, sin embargo, la peana para que la izquierda sume la mayor¨ªa, como el PP lo es para CiU.

Esquerra Republicana y su candidato Jordi Portabella dedican sus esfuerzos a reagrupar un electorado dispersado por las escisiones y el debate entre aquellos que quieren la independencia para el lunes y los que la quieren para el martes. Para Portabella, mantenerse ser¨ªa ya un ¨¦xito. Su aportaci¨®n a esta campa?a ha sido dar la posibilidad de ser concejal a un Joan Laporta a quien todos los observadores consideran eventual desempatador a favor de Trias en caso de un resultado igualado entre CiU y PSC.

De manera que la cuesti¨®n est¨¢ en si Hereu consigue recuperar apoyos entre quienes no creen que la gobernaci¨®n municipal de Barcelona sea el desastre que Trias proclama. En plena campa?a, esta posici¨®n de Trias est¨¢ siendo replicada por Hereu y Ricard Gom¨¤, pero el problema para ambos, y la ventaja para Trias, es que la descalificaci¨®n del gobierno municipal barcelon¨¦s empez¨® hace ocho a?os y ha calado en ciertos segmentos de opini¨®n. A Hereu le ha pasado y le pasa algo muy parecido a lo que le sucedi¨® a Jos¨¦ Montilla como presidente de la Generalitat: quienes configuran la opini¨®n p¨²blica progresista se han desentendido de su defensa.

No hay defensores de la gesti¨®n municipal de la izquierda en Barcelona, a pesar de que sus logros est¨¢n ah¨ª, a la vista de todos. La victoria de la derecha consistir¨¢, si llega, en haber hecho olvidar que la izquierda ha colocado a Barcelona como uno de los primeros lugares que los europeos quieren visitar, en que los ejecutivos quieren vivir y al que los estudiantes extranjeros van a aprender y disfrutar. Una ciudad a la que sus m¨¢s directas competidoras -Madrid, Valencia, Zaragoza- emulan mientras Trias va diciendo que es un desastre.