"No doy cr¨¦dito a las acusaciones"
Anne Sinclair, esposa de Dominique Strauss-Kahn y una de las periodistas m¨¢s c¨¦lebres de Francia, defiende la inocencia de su marido
Anne Sinclair, de 62 a?os, c¨¦lebre periodista y esposa de Dominique Strauss-Khan, reaccion¨® el domingo por la tarde con el mismo estoicismo del que ya hizo gala en 2008 cuando saltaron a la palestra las primeras noticias sobre la relaci¨®n extramatrimonial del director del FMI con su subordinada h¨²ngara Piroska Nagy.
Entonces escribi¨® en su blog que hab¨ªa que "pasar p¨¢gina" sobre la "aventura vespertina" de su marido. "Nos queremos como el primer d¨ªa", concluy¨®. Anteayer afirm¨® en un comunicado que no daba "cr¨¦dito ni un solo segundo a las acusaciones formuladas" contra ¨¦l. "No dudo de que su inocencia quedar¨¢ demostrada".
Su aparente serenidad y su apoyo incondicional al hombre con el que se cas¨® en segundas nupcias hace 20 a?os, recuerdan al respaldo que brind¨® Hillary Clinton en 1996 a su marido, el presidente Bill Clinton, que mantuvo una relaci¨®n con la becaria Monica Lewinsky.
El jefe del FMI llam¨® a su mujer para decirle que tuvo un "problema grave"
Para Sinclair, que estaba en Par¨ªs, la detenci¨®n de su marido no debi¨® de ser del todo una sorpresa. Poco antes de que fuese detenido, Strauss-Kahn le llam¨® por tel¨¦fono para contarle que hab¨ªa tenido "un problema grave" sobre el que no dio detalles, seg¨²n revel¨® ayer el diario Le Monde. Cuando salt¨® la noticia, Sinclair se refugi¨® en casa de unos amigos para evitar el acoso de la prensa.
Con los pol¨ªticos a los que entrevist¨® durante a?os ante las c¨¢maras, Sinclair se mostr¨® menos complaciente que con su marido. Empez¨® su carrera con 25 a?os en la emisora de radio Europe 1, donde ya apuntaba maneras animando debates ante estudiantes de periodismo boquiabiertos.
En realidad Sinclair pod¨ªa haber vivido de las rentas. Es una de los dos herederos de Paul Rosenberg, su abuelo, uno de los mayores marchantes de arte del siglo XX. De or¨ªgen jud¨ªo, huy¨® a Nueva York para ponerse a salvo de la persecuci¨®n nazi. Por eso Sinclair naci¨® en EE UU.
Lo que de verdad la lanz¨® al estrellato fueron las dos emisiones pol¨ªticas -Sept sur sept y Questions ¨¤ domicile- que anim¨®, entre 1984 y 1997, en TF 1, la cadena con m¨¢s audiencia. Pese a que casi desapareci¨® de las pantallas, sigue siendo una de las periodistas m¨¢s famosas de Francia.
En 1997, cuando Strauss-Kahn fue nombrado ministro de Econom¨ªa, Sinclair consider¨® que deb¨ªa retirarse del periodismo pol¨ªtico y pas¨® a desempe?ar cargos en la cadena. Desde 2001 colabora a diestro y siniestro con publicaciones y programas prestigiosos que se disputan su presencia.
Bajo cuerda utiliza su influencia para promover la candidatura de su marido a la presidencia de la Rep¨²blica en 2012, seg¨²n algunas publicaciones francesas. Le ha defendido en p¨²blico: "Hay que ser malpensando para afirmar que Dominique no es de izquierdas", declar¨® en Canal +.
El propio Strauss-Kahn confiaba recientemente a un grupo de periodistas, seg¨²n Lib¨¦ration, que su supuesta afici¨®n por el dinero, las mujeres y sus or¨ªgenes jud¨ªos constitu¨ªan un triple h¨¢ndicap en su carrera hacia El Eliseo.
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