Manual de transiciones
El Gobierno espa?ol ha ofrecido asesoramiento y apoyo a las reformas en el mundo ¨¢rabe, algo que expertos y comentaristas reclamaban desde que se iniciaron las revueltas a principios de a?o. Al fin y al cabo, Espa?a cuenta con la legitimidad y la credibilidad necesarias para acompa?ar los procesos hacia un r¨¦gimen democr¨¢tico y nuestra experiencia sirve a menudo como modelo en el "manual de transiciones".
Muchos se han preguntado c¨®mo piensa el Gobierno cumplir con su ofrecimiento en el caso de que sea aceptado por alguno de nuestros vecinos. ?O ser¨¢ otro anuncio lleno de buenas palabras pero vac¨ªo de contenido?
La primavera ¨¢rabe ha permitido sacar a la luz a un buen n¨²mero de expertos -acad¨¦micos, corresponsales, investigadores- que han nutrido la reciente avidez informativa por lo internacional. Porque, adem¨¢s, precisamente en Oriente Pr¨®ximo y el Norte de ?frica, Espa?a cuenta con una larga y profunda trayectoria de conocimiento.
Espa?a tiene expertos en el mundo ¨¢rabe. Solo hace falta voluntad pol¨ªtica para influir
Tenemos m¨¢s activos para la acci¨®n exterior de lo que creemos
La importancia de lo internacional, no obstante, trasciende el momento informativo. La crisis europea, la intervenci¨®n en Libia o el debate sobre la energ¨ªa nuclear muestran nuestro grado de exposici¨®n al mundo. Por ello, es el momento de definir una agenda propia y asumir el papel que nos corresponde en los foros internacionales donde se elaboran y discuten ideas y pol¨ªticas. El impulso debe venir de una clase pol¨ªtica consciente del v¨ªnculo entre lo interior y lo exterior. Aumentar el perfil de Espa?a pasa tambi¨¦n por consolidar la red de expertos y organizaciones que desde hace a?os se dedican al an¨¢lisis internacional y asegurar un mayor compromiso, p¨²blico y privado.
Es innegable que la trayectoria espa?ola en las ¨²ltimas d¨¦cadas ha permitido acumular una serie de activos para la pol¨ªtica exterior, entre ellos el sentimiento europe¨ªsta de la sociedad espa?ola, confirmado peri¨®dicamente por los sondeos. Se a?aden el recorrido democr¨¢tico de Espa?a, que proporciona una interlocuci¨®n autorizada con numerosos pa¨ªses, y la reforma de las Fuerzas Armadas, hoy la instituci¨®n m¨¢s valorada, por delante de la Monarqu¨ªa, gracias en buena medida a la presencia en misiones de paz internacionales. La pol¨ªtica exterior espa?ola dispone as¨ª de una considerable proyecci¨®n a trav¨¦s de la defensa y la seguridad.
Asimismo, Espa?a es reconocida internacionalmente por la lucha contra el terrorismo y, de forma destacada, por la pol¨ªtica de cooperaci¨®n al desarrollo. De pa¨ªs receptor de Ayuda Oficial al Desarrollo en 1980, Espa?a se ha convertido en tres d¨¦cadas en uno de los mayores donantes mundiales: el octavo en 2009, con 5.279 millones de euros. El papel de la mujer es otro de los grandes logros de la sociedad espa?ola y supone una fortaleza a la hora de participaren organismos multilaterales y en plataformas civiles de distintos pa¨ªses. La perspectiva de g¨¦nero se ha incluido en m¨²ltiples niveles, de forma espec¨ªfica en la pol¨ªtica de cooperaci¨®n.
Tambi¨¦n Espa?a tiene voz propia en cuanto a inmigraci¨®n. Pese al descenso en la entrada de inmigrantes a causa de la crisis, seguiremos siendo un pa¨ªs receptor debido al envejecimiento de la poblaci¨®n; adem¨¢s, nuestra posici¨®n geogr¨¢fica nos hace especialmente vulnerables a los flujos irregulares desde el Norte de ?frica, por lo que estamos en condiciones de impulsar en la UE el debate sobre la pol¨ªtica inmigratoria.
En cuanto a la capacidad para proyectarse a trav¨¦s de la lengua y la cultura, las cifras hablan solas: el espa?ol es la lengua de mayor crecimiento en Internet, de 50,5 millones de hispanos en Estados Unidos y segunda lengua obligatoria para 50 millones de escolares en Brasil. La ventaja de un idioma com¨²n y en ascenso ha sido clave para las multinacionales espa?olas, que se hicieron grandes en Am¨¦rica Latina y hoy se han implantado en Europa, el Norte de ?frica, Estados Unidos y Asia. Su aparici¨®n ha supuesto un cambio significativo en la posici¨®n de Espa?a, a?adiendo complejidad a la pol¨ªtica exterior. Llama la atenci¨®n, no obstante, el bajo perfil p¨²blico de las empresas y su compromiso a la hora de promover una mayor visibilidad de la comunidad espa?ola de an¨¢lisis internacional, a trav¨¦s de debates abiertos, financiaci¨®n de c¨¢tedras en la Universidad, programas de investigaci¨®n, intercambios con instituciones de prestigio, etc¨¦tera.
Todo lo anterior se ha visto acompa?ado del nacimiento y consolidaci¨®n de un cuerpo de organizaciones y profesionales necesarios en cualquier pa¨ªs que mira m¨¢s all¨¢ de sus fronteras.
Un ejemplo significativo es la educaci¨®n superior: hasta el curso 2009-10 no hab¨ªa en Espa?a una licenciatura en Relaciones Internacionales. Hoy hay varias universidades que ofrecen este grado y para posgrado existen m¨¢s de 100 opciones en todo el pa¨ªs. Otro ejemplo son las publicaciones especializadas. M¨¢s all¨¢ de las acad¨¦micas o las que abordan solo un ¨¢mbito geogr¨¢fico o tem¨¢tico, el panorama editorial se ha visto nutrido por tres t¨ªtulos: Pol¨ªtica Exterior, Vanguardia Dossier y Foreign Policy Edici¨®n espa?ola, hoy en edici¨®n digital.
Est¨¢n, por ¨²ltimo, los think tanks o laboratorios de ideas, cuyo papel ha aumentado en todo el mundo en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. La creciente complejidad generada por la globalizaci¨®n ha hecho m¨¢s necesaria que nunca su funci¨®n, definida por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo como "el puente entre el conocimiento y el poder". Aunque muchos confunden su actividad con la de los lobbies, su objetivo es generar investigaci¨®n de calidad necesaria para tomar decisiones informadas. Se encuentran adem¨¢s en la base de una sociedad civil madura, capaz de buscar referencias como contrapunto a los poderes establecidos.
En Espa?a, su presencia se ha reforzado en los ¨²ltimos 10 a?os, si bien hay todav¨ªa una gran brecha con otros pa¨ªses. Seg¨²n el ?ndice McGann de think tanks globales, Espa?a ocupa, con 55 instituciones, la 17? posici¨®n. Estados Unidos (con 1.816), China (425) e India (292) acaparan los tres primeros puestos. ?Habr¨¢ una relaci¨®n entre estas cifras y la ambici¨®n global? En cuanto a nuestros m¨¢s cercanos referentes, Reino Unido tiene 278 think tanks, Alemania 191 y Francia 176.
En cualquier caso, la tendencia es positiva. La creaci¨®n del Real Instituto Elcano en 2001 respond¨ªa a la aspiraci¨®n de contar con un think tank de referencia. Algunos responden a posturas partidistas o ideol¨®gicas, como FAES, la Fundaci¨®n Ideas o la Fundaci¨®n Alternativas; pero la mayor¨ªa aboga por la independencia: es el caso de Cidob, Incipe, Fride o el European Council on Foreign Relations. Otros, como el ICEI, adscrito a la Universidad Complutense, tienen un perfil acad¨¦mico o se centran en determinados temas o regiones, como el Iecah (asuntos humanitarios) o el IEMed (Mediterr¨¢neo). Simult¨¢neamente, han surgido organizaciones m¨¢s de acci¨®n que de reflexi¨®n, como el Centro de Toledo para la Paz, dedicado a la diplomacia de segunda v¨ªa y la mediaci¨®n en conflictos; el Club de Madrid, que re¨²ne a cerca de 70 expresidentes y ex primeros ministros de pa¨ªses democr¨¢ticos de todo el mundo; o DARA, que aspira a mejorar la calidad y la eficacia de la ayuda humanitaria.
Uno de los principales desaf¨ªos de estos centros es c¨®mo ser sostenibles sin perder independencia. En el caso espa?ol, la falta de tradici¨®n, una escasa cultura filantr¨®pica y la crisis econ¨®mica han a?adido fuertes elementos de tensi¨®n cuando su actividad comenzaba a despegar. Espa?a apenas participa en los debates m¨¢s trascendentes y su presencia en los medios de influencia mundial es menos que anecd¨®tica. Por ello, es fundamental que desde las Administraciones p¨²blicas a la Universidad, desde los partidos pol¨ªticos al mundo empresarial, comprendan la labor que realiza la "comunidad de an¨¢lisis internacional", la utilicen seg¨²n sus necesidades y respalden su independencia con un mayor compromiso y mayores recursos. Porque un pa¨ªs moderno necesita una estructura para emitir un pensamiento propio e interpretar el que viene de fuera.
Y, una vez m¨¢s, lo que est¨¢ ocurriendo en el mundo ¨¢rabe es paradigm¨¢tico. Espa?a cuenta con expertos que deber¨ªan hacer o¨ªr su voz tambi¨¦n en el terreno europeo. El Gobierno tiene a su disposici¨®n la capacidad y la legitimidad para respaldar su ofrecimiento de acompa?ar el proceso de transiciones desde una posici¨®n m¨¢s destacada que muchos de los colegas comunitarios. Lo que hace falta es que a las buenas declaraciones se sume una firme voluntad pol¨ªtica.
Cristina Manzano es directora de Foreign Policy en espa?ol. ?urea Molt¨® es subdirectora de la revista Pol¨ªtica Exterior.
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