Las exportaciones y el gasto p¨²blico compensan el frenazo del consumo
El INE confirma que el PIB creci¨® un 0,3% en el primer trimestre - Las ventas de mercanc¨ªas al exterior aumentan al mayor ritmo desde el inicio de la crisis

La d¨¦bil recuperaci¨®n a la que se aferra la econom¨ªa espa?ola es, ahora mismo, la suma de dos comportamientos extremos. Como muestra, la evoluci¨®n del PIB en el primer trimestre, que desmenuz¨® ayer el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. La tasa trimestral del producto interior bruto ya escal¨® al 0,3%, dato ya anticipado hace dos semanas; un avance modesto, pero que super¨® las expectativas de la mayor¨ªa de los analistas y aleja, d¨¦cima a d¨¦cima, el recuerdo de la Gran Recesi¨®n. Lo llamativo es que ese resultado se produjo a pesar del frenazo del consumo privado, que equivale a casi un 60% del PIB. Solo fue posible por otro incremento extraordinario de las exportaciones. Y por un elocuente repunte del gasto p¨²blico, cuando lo que se anuncian son ajustes presupuestarios.
El consumo de los hogares y la inversi¨®n en bienes de equipo se estanca
El gasto corriente de la Administraci¨®n crece mientras cae la inversi¨®n
A un lado, una demanda interna atenazada por las cifras hist¨®ricas del paro, el repunte de la inflaci¨®n y de los intereses de las hipotecas o la falta de cr¨¦dito. Al otro, un sector exterior capaz de engancharse a la recuperaci¨®n, mucho m¨¢s consistente, de otros pa¨ªses avanzados (Alemania creci¨® un 1,5% en el mismo periodo), a la pujanza de las econom¨ªas emergentes. En la evoluci¨®n interanual, este comportamiento desigual se aprecia a¨²n mejor. Con relaci¨®n al primer trimestre de 2010, el PIB avanza un 0,8%: la demanda nacional resta 0,6 puntos porcentuales, la demanda externa suma 1,4 puntos.
Las empresas que venden en Espa?a son mucho m¨¢s intensivas en mano de obra que las que colocan sus productos fuera. Y el sector exterior es mucho m¨¢s reducido que el que abastece a la demanda interna. La conclusi¨®n es que, si como suele ocurrir en las primeras fases de la recuperaci¨®n, el crecimiento se alimenta de exportaciones, es compatible que el PIB avance y el empleo siga cayendo, aunque sea tres a?os despu¨¦s del inicio de la crisis.
Los datos de contabilidad nacional corroboran lo que ya revel¨® la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA) del primer trimestre, que situ¨® el n¨²mero de parados en 4,9 millones de personas, una cifra r¨¦cord. En la comparaci¨®n interanual, la destrucci¨®n de empleo es similar a la que reflejaba la EPA (-1,4%), un dato que deja dos lecturas: la moderaci¨®n en la destrucci¨®n del empleo que se produc¨ªa desde el oto?o de 2009 se ha interrumpido; y la previsi¨®n del Gobierno (un avance del 0,2%) para 2011 se parece cada vez m¨¢s a un buen prop¨®sito.
Los p¨¦simos datos del comercio anticipaban ya la congelaci¨®n del consumo. De hecho, el estancamiento del gasto de los hogares en el primer trimestre (seg¨²n la estad¨ªstica, un casi inapreciable retroceso) es el peor resultado del componente m¨¢s determinante de la demanda desde que arranc¨® la recuperaci¨®n, hace poco m¨¢s de un a?o. Es cierto que el consumo privado cay¨® en el tercer trimestre de 2010, pero solo porque se comparaba con un periodo (de abril a junio) en el que se aceleraron las ventas por el fin de las ayudas a la compra de coches y la inminente subida del IVA, en vigor desde el 1 de julio.
La debilidad del consumo se manifiesta tambi¨¦n en la evoluci¨®n de las importaciones, que crecieron a menor ritmo (3,9%) que las exportaciones (5%) en tasa trimestral. Y eso que, durante ese periodo, el petr¨®leo pas¨® de los 100 a los 125 d¨®lares por barril, lo que tiene un reflejo inmediato en la importaci¨®n de productos energ¨¦ticos. En las exportaciones, destacan sobremanera las ventas de mercanc¨ªas, que aumentan al mayor ritmo (7,6%) trimestral desde 1994. Y el gasto de los visitantes extranjeros tambi¨¦n se incrementa, otra se?al de una buena temporada tur¨ªstica.
El desfallecimiento del consumo privado no se reproduce en el sector p¨²blico, m¨¢s bien al contrario. El consumo final de las Administraciones p¨²blicas aument¨® un 1,4%, en lo que supone el mayor repunte desde que comenz¨® la crisis, adem¨¢s de romper la tendencia de recorte iniciada en el verano de 2010, tras las dr¨¢sticas medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno de Zapatero. Al posible afloramiento de facturas de proveedores en el inicio del ejercicio, aunque correspondan al a?o anterior, se suma esta vez la cercan¨ªa de la convocatoria electoral en comunidades y Ayuntamientos.
Muchas Administraciones evitan afrontar recortes en plena campa?a -el empleo p¨²blico sigue creciendo, en contraste con lo que ocurre en el resto del mercado laboral-, lo que plantea una inc¨®gnita may¨²scula sobre lo que ocurrir¨¢ con esta partida de gasto (equivalente al 20% del PIB) despu¨¦s del 22 de mayo.
El anunciado ajuste presupuestario arroja, por ahora, un saldo de esos que gustan poco a los expertos: el gasto corriente crece mientras la inversi¨®n en infraestructuras, m¨¢s condicionada a las posibilidades de financiaci¨®n, cae. De hecho, por primera vez desde que comenz¨® la crisis, el desplome de las obras no residenciales es, en tasa anual, mayor que el retroceso en la construcci¨®n de viviendas (-10,9% por -8,9%). Con este lastre, la inversi¨®n vuelve a caer (un 1,4% respecto al trimestre anterior), m¨¢s a¨²n cuando el gasto en bienes de equipo tambi¨¦n se estanca.
Las claves de la evoluci¨®n del PIB tienen su correlato en el lado de la oferta. As¨ª, la industria, m¨¢s ligada a las exportaciones, tiene un comportamiento notable (un avance trimestral cercano al 5%, tambi¨¦n el mejor registro de la recuperaci¨®n). Y el sector servicios, gripado por la debilidad de la demanda nacional, tropieza (baja un 0,1%). El sector de la construcci¨®n, rodeado por todos los flancos (el inicio de viviendas bajo m¨ªnimos, las obras p¨²blicas en retroceso), vuelve a las andadas y firma un descenso del 1,6%.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.