Antonio Piz¨¢ Ram¨®n, la columna mordaz de las islas

El periodista Antonio Piz¨¢ Ram¨®n, que fue un columnista cl¨¢sico del Diario de Mallorca y antes del Baleares de la prensa del movimiento -peri¨®dico del que fue director entre 1975 y 1981-, falleci¨® el pasado domingo en Palma, a los 76 a?os de edad, a causa de la enfermedad pulmonar de fumador que padeci¨®.

Piz¨¢ fue un personaje muy popular en su tierra, pol¨¦mico, brillante e impertinente. Era de Felanitx, localidad del sureste mallorqu¨ªn. Hijo de un coronel africanista, se licenci¨® en Derecho en Granada, y en Periodismo en Madrid. Al pasar los diarios del Estado a manos privadas opt¨® por ser funcionario, jurista de Cultura del Gobierno balear.

En pleno franquismo, el joven Piz¨¢ fue falangista y areng¨® con camisa azul a los seguidores de Jos¨¦ Antonio. Desde las columnas del diario balear de la dictadura cre¨® una secci¨®n mordaz y populista, El Cocodrilo, un seud¨®nimo que le qued¨® de apodo.

Mientras nac¨ªa el turismo de masas y Baleares se poblaba en verano de extranjeros, entrevist¨® a grandes personajes y estrellas del todo el mundo. Narr¨® el nacimiento del boom y dud¨® de la hegemon¨ªa de los grandes operadores internacionales. Un d¨ªa Camilo Jos¨¦ Cela alab¨® su escritura, pero Antonio Piz¨¢ desde?¨® una trayectoria lejos del mar y el sol. Solo accedi¨®, de la mano de Emilio Romero, a ir a Valladolid a dirigir por unos meses en 1975 el diario Libertad. Era un articulista costumbrista, ir¨®nico y punzante. En plena dictadura gener¨® debates urbanos y pol¨ªticos y alguno le llev¨® ante el juez. Una vez, en un error patriotero, insult¨® a Pablo Neruda. Con la Transici¨®n, la democracia y la autonom¨ªa fue otro, ni nost¨¢lgico ni reaccionario; hizo su apertura. "Estoy enrolado en la democracia. No por oportunismo, sino por evoluci¨®n", dijo.

Desde 1983 y hasta hace unos meses, en art¨ªculos de arquitectura trabada y ligera, desnud¨® con sarcasmos la vida en cientos de art¨ªculos en su secci¨®n La Movida. Periodista de la edad del plomo, no us¨® el ordenador: sigui¨® martilleando folios velozmente en su vetusta m¨¢quina. ?ltimamente paseaba por Palma y filmaba en v¨ªdeo sus pasajes y escenarios del alma.