Bruselas deja abierta la criticada euroorden para maltratadas
La Euroc¨¢mara y los Gobiernos decidir¨¢n si se dice al agresor d¨®nde est¨¢ la v¨ªctima
La deriva que ha tomado la orden europea de protecci¨®n a v¨ªctimas de todo tipo de violencia preocupa, y mucho, a las organizaciones de mujeres y a los juristas. El reglamento, presentado ayer por la vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea y titular de Justicia, Viviane Reding, y destinado a equiparar la protecci¨®n legal que una persona tiene en su pa¨ªs (una orden de alejamiento para una maltratada, por ejemplo) en todos los de la UE, puede convertirse en un instrumento ineficaz y pernicioso, aseguran.
Varios puntos pol¨¦micos, como que tendr¨¢ que ser la v¨ªctima quien realice los tr¨¢mites para obtener la orden de protecci¨®n en el pa¨ªs de destino, o la obligaci¨®n de ese Estado a informar al agresor de la localizaci¨®n de la v¨ªctima, han desatado duras cr¨ªticas de los expertos en violencia de g¨¦nero. El Ministerio de Justicia espa?ol, precursor de la euroorden de protecci¨®n a v¨ªctimas original, que aprob¨® el Parlamento Europeo en diciembre y que languidece a la espera de recibir el visto bueno del Consejo de Ministros de la UE, se resisti¨® a censurar abiertamente el proyecto, que causa divisi¨®n en el seno del Gobierno.
"Tal y como est¨¢ la orden, mejor que la mujer no la pida", dice una experta
"Nos congratulamos de que la iniciativa haya salido adelante, pero hay que tener en cuenta que es el primer texto que se lanza y que est¨¢ incompleto", insisti¨® una fuente del ministerio. "La batalla ahora es detectar todas las necesidades y cubrirlas. Lo que m¨¢s nos interesa, y trabajaremos en ello, es la protecci¨®n a las v¨ªctimas y que en ning¨²n caso se cree una doble victimizaci¨®n".
Comienza ahora un periodo de negociaci¨®n en la Euroc¨¢mara. Ser¨¢ all¨ª, explica la eurodiputada del PP Teresa Jim¨¦nez Becerril, ponente de la euroorden inicial, para enmendar el texto. El resultado servir¨¢ para todos los pa¨ªses en los que son autoridades civiles quienes dictan estas medidas. El resto donde, como en Espa?a, es competencia de las autoridades penales (un juez), se guiar¨¢n por la euroorden. Eso si se aprueba.
Rosa Mar¨ªa Fern¨¢ndez, presidenta de la Coordinadora Espa?ola para el Lobby Europeo de Mujeres (Celem), critica la propuesta. "Es bueno que se haya reactivado el plan, pero no compartimos el c¨®mo", dice. "No debe ser la mujer quien tenga que hacer los tr¨¢mites para lograr la protecci¨®n en otro pa¨ªs. Desde buscar una traducci¨®n jurada de la orden hasta indagar a qu¨¦ autoridades del pa¨ªs de destino debe entregarla. Por no hablar de que tal y como se plantea se debe informar al agresor de la nueva localizaci¨®n de la v¨ªctima. Esto es muy grave", a?ade. "Si esto es as¨ª, mejor que la mujer no la pida", dice.
Esa idea de que la v¨ªctima vaya dejando un rastro que puede seguir un agresor tozudo sorprendi¨® tanto a las asociaciones de v¨ªctimas como a la propia Reding. "Desconozco esa informaci¨®n", dijo ayer. "Los detalles t¨¦cnicos ser¨¢n un trabajo que deber¨¢ hacer el legislador". En la explicaci¨®n con que acompa?a su propuesta, la Comisi¨®n especifica: "Las autoridades competentes del segundo Estado [el receptor] notificar¨¢n a la persona causante del peligro la extensi¨®n geogr¨¢fica de la medida de protecci¨®n".
Fuentes de la Comisi¨®n insist¨ªan, sin embargo, en que esa notificaci¨®n oficial desde el otro pa¨ªs no conlleva la revelaci¨®n del nuevo domicilio de la persona protegida, y que la comunicaci¨®n debe hacerse para que la persona agresora conozca los l¨ªmites que no puede trasgredir. "Si busca protecci¨®n en otro Estado debe saber que es a condici¨®n de informar a la otra parte", argument¨® una fuente de la Comisi¨®n.
Un razonamiento que no comparte la presidenta de la Asociaci¨®n de Mujeres Juristas Themis, ?ngela Cerrillos: "Que no se d¨¦ la direcci¨®n exacta y solo la localizaci¨®n geogr¨¢fica no arregla nada. Todo son pistas que pueden ayudar al agresor a localizar a la v¨ªctima. Alguien con un m¨ªnimo de conocimiento y sensibilidad no plantear¨ªa dicha cuesti¨®n. Se protege m¨¢s los derechos del agresor que los de la v¨ªctima".
La vicepresidenta de la Comisi¨®n evit¨® entrar en detalles t¨¦cnicos al decir que ahora la pelota est¨¢ en el terreno del Parlamento Europeo, del Consejo [los Gobiernos de la Uni¨®n] y de otros expertos. "Lo que queremos es que la v¨ªctima lleve consigo la protecci¨®n all¨¢ donde vaya. Ser¨ªa rid¨ªculo que tuviera menos protecci¨®n en otro Estado que la que tiene en el Estado de origen".
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