Bruselas planea una pol¨¦mica orden para proteger a maltratadas
La propuesta obliga al pa¨ªs receptor a decir al agresor d¨®nde est¨¢ la v¨ªctima
La Comisi¨®n Europea aprobar¨¢ hoy la propuesta que busca garantizar a las v¨ªctimas de todo tipo de violencia en un pa¨ªs la protecci¨®n o la correspondiente orden de alejamiento cuando se desplacen a otro de la Uni¨®n Europea. El reglamento, que ser¨¢ efectivo en un plazo de entre nueve meses y un a?o, parece lleno de agujeros y lleva en s¨ª una cuesti¨®n cuando menos pol¨¦mica: las autoridades del pa¨ªs de destino del agredido deber¨¢n notificar al agresor d¨®nde est¨¢ su v¨ªctima. En Espa?a, por ejemplo, en casos de violencia machista existe la posibilidad de declarar ese destino secreto.
"Tuvimos intensas discusiones con el Gobierno espa?ol sobre la certidumbre legal en la aplicaci¨®n de la orden de protecci¨®n europea", recuerda en su despacho, Viviane Reding, vicepresidenta y comisaria de justicia en la Comisi¨®n Europea, donde sonr¨ªe al evocar el espectacular encontronazo p¨²blico con el ministro de Justicia, Francisco Caama?o. "Yo quer¨ªa que la protecci¨®n a la v¨ªctima fuera un aut¨¦ntico derecho. Ahora, la propuesta de los Estados ha quedado limitada a Derecho Penal y he presentado otra que cubre el Derecho Civil. Aplicadas ambas en conjunci¨®n formar¨¢n el paquete que har¨¢ que ninguna v¨ªctima quede desprotegida por el hecho de que distintos Estados de la UE tienen diferentes sistemas de protecci¨®n".
La propuesta de Reding puede ser disuasoria para las maltratadas
En algunos pa¨ªses, como Espa?a, la agresi¨®n es abordada por el C¨®digo Penal. En otros es un caso civil o administrativo, se?ala la comisaria, que recurre a un ejemplo para explicar la situaci¨®n. "La agresi¨®n sexual en Espa?a es un asunto penal. Es el juez quien dicta una orden de protecci¨®n en su favor. Con el nuevo sistema, si esa mujer viaja a Luxemburgo -donde no es un delito penal, pero existen medidas de protecci¨®n administrativas, muy eficaces- ver¨¢ extendida esa protecci¨®n aunque no le llegue por v¨ªa penal", dice.
Es la visi¨®n ideal y de mundo perfecto de los despachos, que contrasta con la realidad del texto legislativo. "La propuesta proporciona un mecanismo r¨¢pido y efectivo que garantiza que el Estado al que viaja la persona en peligro ofrece las misma medidas de protecci¨®n que el Estado de origen, sin formalidades intermedias", dice el reglamento. Justo antes de que se hagan notar tres aspectos inc¨®modos para el protegido, que llevados al extremo se convierten en cargas disuasorias.
La cualidad de v¨ªctima, establece el plan de Reding, quedar¨¢ recogida en un certificado acreditativo, que esa persona deber¨¢ traducir a la lengua del pa¨ªs de destino. Primera molestia. A esa formalidad le sigue el hecho de que "la persona que reciba un certificado emitido por la autoridad competente del primer Estado [el de origen de la v¨ªctima], bien de oficio o a petici¨®n de la persona protegida, deber¨¢ contactar a las autoridades del segundo Estado para entregarles el certificado". No ser¨¢ una comunicaci¨®n oficial entre autoridades sino de la persona a proteger con cada una de las jurisdicciones. Este segundo inconveniente queda eclipsado por la obligaci¨®n del Estado de destino de revelar al agresor datos que el sujeto amenazado probablemente querr¨ªa ocultar. "La autoridades competentes del segundo Estado notificar¨¢n a la persona causante del peligro la extensi¨®n geogr¨¢fica de la medida de protecci¨®n extranjera, las sanciones aplicables en caso de su violaci¨®n y garantizar¨¢n su cumplimiento".
Es algo incomprensible para las asociaciones de v¨ªctimas. En Espa?a, por ejemplo, el agresor con orden de alejamiento suele conocer el domicilio de la v¨ªctima, porque habitualmente es el mismo que cuando eran pareja. Pero existe la posibilidad de que esos datos, si son nuevos, sean declarados secretos por el juez, algo que los expertos esperan que se introduzca en el texto de Reding.
El reglamento establece tambi¨¦n que los instrumentos de protecci¨®n del Estado de destino pueden no ser los mismos del pa¨ªs de procedencia, aunque s¨ª deben tener "efectos equivalentes y buscar los mismos objetivos". La propuesta de reglamento pasar¨¢ ahora al Parlamento Europeo y al Consejo (los Gobiernos de la UE). Durante ese proceso, el texto puede retocado a fondo.
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