Ropa con ¨¢rbol geneal¨®gico
IOU Project propone un modelo que permite conocer a todos los implicados en la creaci¨®n de una prenda
Cambiar no es f¨¢cil. Ni siquiera en un sistema de renovaci¨®n constante como la moda. Las reacciones que Kavita Parmar obtuvo cuando plante¨® IOU Project oscilaron entre el escepticismo y la carcajada. Su idea tiene algo de proceso de adopci¨®n. Un artesano en India teje una pieza de dos metros de tela. Le da su apellido. La manda a un sastre en Italia que realiza con ella las prendas que quiera a partir del cat¨¢logo de Parmar. Suma su nombre al del primero. Entre los dos han creado criaturas ¨²nicas. No habr¨¢ otras con la misma combinaci¨®n de apellidos, color o talla. Y quien la compre podr¨¢ seguir en la Red el rastro de los implicados.
La producci¨®n apela a lo personal; la distribuci¨®n, tambi¨¦n. La ropa se vende en la web de IOU o a trav¨¦s de simpatizantes. Blogueros o aficionados seleccionan sus prendas favoritas y las ofrecen a sus amigos. Se llevan un porcentaje que mengua con el tiempo: del 20% al 12,5%. Desde el lanzamiento el 10 de mayo, 87 personas se han convertido en distribuidores.
Kavar es india y recal¨® en Madrid en 2001 tras una vida n¨®mada. Junto a su marido, I?igo Puente, estableci¨® una marca propia, Raasta, y luego otra, Suzie Wong. Hace dos a?os empez¨® a cavilar acerca de IOU Project y trat¨® de que la vendieran las mismas tiendas que sus otras marcas. La imposibilidad de prever el color exacto o el tallaje que recibir¨ªan, as¨ª como la necesidad de remunerar a los artesanos de forma adecuada y mantener un precio final asequible bloque¨® los canales habituales. Parmar produjo 600 piezas y prob¨® a venderlas en su tienda de Madrid. En 10 d¨ªas coloc¨® m¨¢s de 300. "A la gente no le importaba que el tono que quer¨ªa no estuviera en su talla. Ve¨ªan en la prenda un valor mayor".
Eso la anim¨®. Form¨® equipo con su marido y dos socios. Con dos millones de euros pusieron en marcha la idea. "Llevo 15 a?os en la moda. Es un sistema con demasiado desperdicio. Necesitamos volver a lo artesanal. Los indios est¨¢n abandonando sus telares tradicionales para trabajar en f¨¢bricas. Cuando la mano de obra no sea tan barata, los empresarios se llevar¨¢n las m¨¢quinas a otra parte. En Europa, los talleres de costura casi han desaparecido. Se trata de juntar a todos lo que est¨¢n sufriendo".
Para el lanzamiento, IOU se ha centrado en cuadros de madras y vaquero japon¨¦s. Ir¨¢ lanzando productos de otros materiales seg¨²n est¨¦n listos. En unas semanas esperan contar con alpargatas elaboradas en Espa?a. No hay colecciones ni temporadas. Una camisa ronda los 70 euros y una americana, los 150. "El sistema cambia cuando estos productos llegan al mercado masivo. Se trata de ofrecer alternativas".
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