Los servicios p¨²blicos solo facilitan empleo al 2,4% de los trabajadores
La proporci¨®n de asalariados que logr¨® el puesto por el antiguo Inem, en m¨ªnimos desde 2005 - Hay m¨¢s contratados a trav¨¦s de empresas de trabajo temporal
![Alejandro Bola?os](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Ffeea00e5-b137-42b1-ba1b-f5ebf33d151f.png?auth=bfe8b0a84668bb5389bc2cc6006bab5ee7b912875154facd406e86599ce27674&width=100&height=100&smart=true)
Uno de los objetivos prioritarios de la reforma de las pol¨ªticas activas de empleo, ya en tr¨¢mite parlamentario, es lograr que los servicios p¨²blicos de empleo sean m¨¢s eficaces al intermediar entre las empresas y las personas que buscan trabajo. A tenor de los datos que divulg¨® ayer el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE), la tarea ser¨¢ ardua. En 2010, solo un 2,4% (374.000 personas) de los 15,3 millones de asalariados aseguraron haber logrado su empleo gracias a la gesti¨®n del antiguo Inem.
Desde 2005, a?o en el que se empez¨® a realizar una explotaci¨®n m¨¢s amplia de la encuesta de poblaci¨®n activa (EPA), la proporci¨®n de trabajadores que fueron contratados gracias a los servicios p¨²blicos de empleo nunca hab¨ªa sido tan baja. Y, como viene ocurriendo desde 2006, las empresas de trabajo temporal generan m¨¢s ocupaci¨®n (un 3% de los asalariados), pese a que no pueden operar en algunos sectores, como la construcci¨®n. El contraste es mucho mayor en el colectivo de personas de entre 25 y 34 a?os: un 2,1% se colocaron a trav¨¦s de los servicios p¨²blicos de empleo; un 4,8% gracias a las empresas de trabajo temporal.
Casi medio mill¨®n de parados lleva tres o m¨¢s a?os sin trabajo
Los datos confirman la vuelta a las aulas ante la falta de oportunidades
Como atestiguan las cifras, ni los servicios p¨²blicos de empleo ni las empresas de trabajo temporal son la v¨ªa m¨¢s frecuente para lograr un contrato. El tradicional boca a boca, los anuncios de ofertas de trabajo (con Internet copando todo el protagonismo) y las oposiciones en el caso del empleo p¨²blico son caminos mucho m¨¢s frecuentes.
El Ministerio de Trabajo pretende, con la reforma, dar un golpe de tim¨®n a las pol¨ªticas activas de empleo, financiadas por el Gobierno central: la idea es destinar menos dinero a bonificaciones de contratos y m¨¢s recursos a orientaci¨®n laboral y formaci¨®n, las dos pol¨ªticas que gestionan las comunidades. Trabajo ya ha destinado 104 millones de euros a la contrataci¨®n de 3.000 orientadores laborales en las oficinas auton¨®micas de empleo; su funci¨®n es dise?ar itinerarios personalizados de formaci¨®n y b¨²squeda de empleo a parados con especiales dificultades para volver al mercado laboral.
Aun as¨ª, los l¨ªmites presupuestarios que afectan a toda la Administraci¨®n se har¨¢n notar. La dotaci¨®n para las pol¨ªticas activas de empleo este a?o es de 7.316 millones, un 5,5% menos que en 2010. Y, pese a las dificultades del mercado laboral espa?ol, que ha iniciado 2011 con 4,9 millones de parados, el gasto en pol¨ªticas activas es tradicionalmente m¨¢s bajo que en otros pa¨ªses europeos: un 0,7% del PIB (los datos m¨¢s recientes son de 2008) frente al 0,8% de Francia y Alemania, el 1% de Holanda o el 1,2% de Dinamarca. Las diferencias son m¨¢s marcadas si se pone la lupa en la intermediaci¨®n laboral, la pol¨ªtica con menos presupuesto hasta ahora. Seg¨²n un informe presentado la semana pasada por la OIT, en Espa?a hay un orientador en los servicios p¨²blicos de empleo por cada 450 parados, una proporci¨®n que cae por debajo de 50 desempleados en Alemania, Reino Unido o Dinamarca.
La reforma no solo pasa por darle la vuelta a los servicios p¨²blicos de empleo, tambi¨¦n por involucrar en la intermediaci¨®n a las empresas privadas, una iniciativa que causa amplios recelos entre los sindicatos. Trabajo est¨¢ a punto de otorgar las primeras licencias para constituir agencias privadas de colocaci¨®n (hay 33 solicitudes sobre la mesa). Adem¨¢s, tambi¨¦n negocia con los agentes sociales las condiciones que permitir¨¢n a las empresas de trabajo temporal (que no orientan al parado, solo canalizan las demandas de otras empresas) operar en la construcci¨®n o en el sector p¨²blico.
La explotaci¨®n de datos de la encuesta de poblaci¨®n activa suministra m¨¢s informaci¨®n relevante para tomar el pulso al mercado laboral. Las submuestras que publica el INE detallan cu¨¢ntos desempleados llevan tres o m¨¢s a?os buscando trabajo, un dato que da fe del desglose del paro de m¨¢s larga duraci¨®n, aquel que no tiene ya derecho a prestaciones (un m¨¢ximo de dos a?os) o a las ayudas de 400 euros cuando aquellas se agotan (seis meses). En promedio, m¨¢s de 493.000 parados llevaban tres o m¨¢s a?os sin trabajo en 2010. Es el volumen m¨¢s elevado en el ¨²ltimo lustro, casi el doble que dos a?os atr¨¢s.
La alarmante falta de trabajo se deja notar en otros indicadores. En 2010, casi 25.000 personas que antes estaban jubiladas estaban en el mercado laboral buscando trabajo sin ¨¦xito. En 2008 apenas hab¨ªa 3.300 personas as¨ª. Y entre los asalariados con empleo temporal, los que aseguran que tienen este trabajo porque no hay opci¨®n de lograr un indefinido tambi¨¦n crece de forma significativa: ahora es el 87% de las personas con empleo temporal, frente al 70% que era habitual en los a?os precedentes.
Otro fen¨®meno que las submuestras de la encuesta de poblaci¨®n activa ilustra bien es de la vuelta a las aulas: personas, j¨®venes o no, que ante la imposibilidad de encontrar trabajo, aprovechan para mejorar su formaci¨®n, y as¨ª, sus posibilidades de lograr un puesto de trabajo. En el promedio de 2010, hab¨ªa m¨¢s de seis millones de personas mayores de 16 a?os asistiendo a alg¨²n curso, reglado o no, unas 250.000 m¨¢s que en 2008. Es una cifra r¨¦cord en el ¨²ltimo lustro, igual que lo es la proporci¨®n de los inactivos mayores de 16 a?os (aquellos que no tienen empleo ni lo buscan ahora) que se est¨¢n formando.
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