Espa?a exige duplicar de forma permanente el presupuesto europeo ante el reto de Trump
El Gobierno de S¨¢nchez pide unas cuentas de la UE ¡°m¨¢s grandes y audaces¡± para aumentar la inversi¨®n com¨²n en transici¨®n ecol¨®gica y en defensa
![El presidente del Gobierno espa?ol, Pedro S¨¢nchez, habla con al presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula Von der Leyen, en la cumbre informal de l¨ªderes del pasado 3 de febrero.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/HVVL5EZCMRDKPL53WNIFOWN2CY.jpg?auth=e97ea307aaa5b609126fe6e8cd994700fa2d543bb8e99292c4bf7fe12d889768&width=414)
![Manuel V. G¨®mez](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F35da2825-f57d-4697-a034-3c552d3e6d5e.jpg?auth=b4278e49484bebabdaca8c21a69f76b9a4c0f1d65b98b0eeac8690c84a7eb805&width=100&height=100&smart=true)
La batalla sobre el pr¨®ximo ciclo presupuestario de la Uni¨®n Europea ya se ha abierto y Espa?a irrumpe con fuerza en ella. El Gobierno socialista ha elaborado un documento para presentar en Bruselas en el que reclama que las cuentas de la UE aumenten su gasto ¡°al menos hasta una cantidad anual del 2% del PIB¡±, seg¨²n el texto al que ha tenido acceso EL PA?S. Esto supone el doble del presupuesto ordinario en la Uni¨®n. Hace falta invertir much¨ªsimo dinero de forma conjunta en las transiciones ecol¨®gica y digital para que la econom¨ªa europea no pierda m¨¢s competitividad frente a China y unos Estados Unidos que amenazan cada d¨ªa con subir aranceles. Al mismo tiempo, los 27 precisan m¨¢s gasto en defensa para disuadir a Rusia y responder a las exigencias del nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, que ha llegado a pedir que los pa¨ªses socios de la OTAN suban esta partida hasta el 5% del PIB, una cifra a la que ni se acerca su propio pa¨ªs.
Todav¨ªa falta mucho para que se acabe el actual marco presupuestario plurianual de la UE, que va de 2021 a 2027. El siguiente, en teor¨ªa, ir¨¢ de 2028 hasta 2034 y en su dise?o, como ya sucedi¨® con el actual, el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, uno de los l¨ªderes m¨¢s longevos del Consejo Europeo (con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro h¨²ngaro, Viktor Orb¨¢n), quiere dejar su impronta y lo hace con un documento que ya en su t¨ªtulo pide que el pr¨®ximo marco sea ¡°mayor y m¨¢s audaz¡±. El debate siempre se lanza con mucho tiempo, porque las discusiones son largas y apasionadas entre los Estados que son contribuyentes netos al presupuesto comunitario -con Alemania a la cabeza- y los receptores. El actual contexto geopol¨ªtico, con la guerra de Ucrania todav¨ªa abierta, la casi certeza de que hay un conflicto comercial a las puertas provocado por Trump y las imperiosas necesidades de inversi¨®n de la econom¨ªa de la UE, favorecen a los pa¨ªses receptores, normalmente m¨¢s partidarios de incrementar la potencia de fuego de las cuentas comunes.
La mejor prueba de que la batalla ha empezado es que el propio Colegio de Comisarios mantuvo un retiro de dos d¨ªas hace un par semanas para preparar su posici¨®n. La intenci¨®n del comisario de Presupuestos, el polaco Piotr Serafin, es tener lista una primera propuesta en la primera mitad de este a?o, sobre la que hay muchas expectativas tanto por su tama?o como por la reestructuraci¨®n prevista.
En este debate, lo que m¨¢s esfuerzos pol¨ªticos consumir¨¢ es el tama?o del presupuesto y su financiaci¨®n. El marco plurianual est¨¢ normalmente en un gasto anual equivalente al 1% del PIB de la UE. En esta edici¨®n, 2021-2027, esa cifra est¨¢ distorsionada por el fondo de recuperaci¨®n para aliviar el golpe de la pandemia. Eso eleva la cifra de forma extraordinaria hasta algo menos 2% del PIB. En total, estaba previsto que fueran 1,8 billones de euros para siete a?os, de los que 750.000 millones corresponden al fondo, si bien finalmente el montante global se ha quedado en 650.000 millones. Todo esto se aprob¨® con una condici¨®n f¨¦rrea de los pa¨ªses m¨¢s frugales: solo se har¨ªa una vez y porque la pandemia era un acontecimiento extraordinario no visto en un siglo. La propuesta espa?ola supone, por tanto, duplicar el presupuesto com¨²n de una forma ya m¨¢s estable y permanente.
Sobre c¨®mo pagarlo, Madrid tambi¨¦n lanza varias propuestas a lo largo de las siete p¨¢ginas del documento. ¡°Un mecanismo com¨²n basado en pr¨¦stamos y financiado mediante empr¨¦stitos conjuntos permitir¨ªa sostener inversiones estrat¨¦gicas y financiar bienes p¨²blicos europeos [...]. Este mecanismo tambi¨¦n podr¨ªa servir de instrumento para apoyar inversiones de mayor riesgo y de mayor envergadura en sectores econ¨®micos clave¡±, propone el Ejecutivo espa?ol. Tambi¨¦n plantea refinanciar el pago de la deuda contra¨ªda por el fondo de recuperaci¨®n, que deber¨ªa empezar a pagarse pronto a un ritmo de 30.000 millones de euros al a?o y reducir¨ªa as¨ª mucho el margen para otras partidas. Espa?a, adem¨¢s, pide aumentar los ingresos de la UE a trav¨¦s de sus recursos propios. Y, por ¨²ltimo, pide un mayor uso de entidades financieras comunitarias como el Banco Europeo de Inversiones o el MEDE (el fondo de rescate).
El prop¨®sito de todo ello es dotarse de herramientas que satisfagan las enormes necesidades de dinero. El propio documento espa?ol retoma las cifras que aparecen en los informes de Letta y Draghi, 800.000 millones de euros al a?o entre el sector p¨²blico y el privado, para subir mucho la inversi¨®n en investigaci¨®n, en innovaci¨®n, en reindustrializaci¨®n o en redes energ¨¦ticas transfronterizas. Y a esto hay que a?adir ahora la defensa y la seguridad. La propia presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, pone mucho ¨¦nfasis en ello cada vez que habla. Lo hizo el pasado viernes sin ir m¨¢s lejos en Gdansk, Polonia, ante el primer ministro polaco, Donald Tusk, uno de los adalides de aumentar mucho esta partida presupuestaria.
Todo esto, en opini¨®n de Espa?a, debe hacerse. Pero Madrid expone dos condiciones en su non-paper, como se llama en el argot comunitario a los documentos en el que un Estado o varios exponen su posici¨®n pol¨ªtica. Todas estas necesidades de inversi¨®n no pueden hacerse a costa de otros cap¨ªtulos ya existentes, como la pol¨ªtica agr¨ªcola o los fondos de cohesi¨®n, para los que tambi¨¦n reserva un papel como impulsores de la competitividad. De ah¨ª que el Gobierno de S¨¢nchez plantee ese suelo del 2% del PIB. Y la definici¨®n de gasto en defensa no puede quedarse en algo meramente militar. La seguridad europea, para el Ejecutivo socialista espa?ol, tambi¨¦n supone afrontar los ciberataques, el terrorismo, las consecuencias tra¨ªdas por el cambio clim¨¢tico (cat¨¢strofes naturales, movimientos de poblaci¨®n) o la instrumentalizaci¨®n de la migraci¨®n vista en la frontera este por parte de Rusia y Bielorrusia como una guerra h¨ªbrida.
Ante todos estos retos, son bastantes las voces en Bruselas que asumen que hay que aumentar el presupuesto comunitario. Espa?a, con este documento, lo hace de forma abierta. Probablemente se encontrar¨¢ frente a Pa¨ªses Bajos o a Austria, cuyos representantes en alguna reuni¨®n interna en que se ha abordado el impulso de la competitividad europea han mostrado su enojo porque siempre se hable de deuda com¨²n y no de recortar las partidas sociales para elevar otras. En ese grupo de Estados halcones fiscales, hay serias dudas de d¨®nde se ubicar¨¢n los pa¨ªses n¨®rdicos (Dinamarca, Finlandia y Suecia) y las tres rep¨²blicas b¨¢lticas (Lituania, Letonia y Estonia). Los seis suelen encuadrarse junto a holandeses y austriacos, pero la amenaza rusa les ha llevado a disparar sus presupuestos en defensa. Por eso, pr¨¢cticamente todos ellos ven bien la emisi¨®n de bonos comunes para financiar este gasto.
Un elemento clave en todo este debate es lo que pase en las elecciones alemanas del pr¨®ximo 23 de febrero. El actual canciller alem¨¢n, en plena campa?a electoral, rechaz¨® el lunes pasado los bonos conjuntos. ¡°La Uni¨®n Europea no tiene la perspectiva de asumir una deuda com¨²n¡±, declar¨® al acabar la cumbre informal en el que se trat¨® la financiaci¨®n de la defensa. Queda por ver si ¨¦l o el candidato conservador de la CDU-CSU, Friedrich Merz, mantienen esta posici¨®n despu¨¦s de las elecciones, porque como dec¨ªa un alto funcionario europeo hace un par de semanas, ¡°una negativa de Pa¨ªses Bajos a los bonos de defensa se puede manejar; el punto clave es Alemania¡±. No obstante, esa misma fuente, muy cercana a los trabajos para elaborar el pr¨®ximo presupuesto, se mostraba bastante esc¨¦ptico sobre la posibilidad de que las pr¨®ximas cuentas comunitarias sean muy ambiciosas.
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