Nuevos tiempos para la medicina

Desde que era una ni?a sab¨ªa lo que quer¨ªa ser de mayor: m¨¦dico. Lo fui. A?os m¨¢s tarde y despu¨¦s de aprobar las oposiciones, presto mis servicios como m¨¦dico de Urgencias en un hospital comarcal. Y ahora no me reconozco, hasta yo me asusto cuando me escucho hablar de mi profesi¨®n.

A veces se me olvida que estoy haciendo lo que siempre he querido. Entre bastidores mis compa?eros rumorean "que no hay marcha atr¨¢s, que hasta d¨®nde vamos a llegar, que habr¨¢ que acostumbrarse a estos nuevos tiempos...". Yo me niego a pensar que las cosas son as¨ª y a aceptar que la soluci¨®n sea mirar hacia otro lado. ?C¨®mo no vamos a poder cambiar entre todos la situaci¨®n de los servicios de Urgencias de los hospitales y mejorar?

En la era que nos ha tocado vivir el m¨¦dico ha pasado de ser una figura paternalista e incuestionable, a ser una m¨¢quina dispensadora de recetas y distribuidora para las diferentes especialidades a gusto del consumidor.

Existe una falta total y absoluta de educaci¨®n sanitaria. El mal uso y el abuso de los recursos sanitarios son ya intolerables. Estamos llegando a un extremo casi demencial. Y parece que a nadie le importa esta situaci¨®n

Los "derechos" solo han crecido en uno de los dos lados de la balanza m¨¦dico-paciente. Y los responsables de esta situaci¨®n no somos ni los m¨¦dicos de a pie ni los pacientes. Y todo esto se resume en un aumento desmesurado de la demanda asistencial.

Siendo consciente de la importancia que supone mantener en todo momento satisfecho al paciente, me gustar¨ªa que se recapacitara para dar respuesta a la siguiente pregunta: ?a qu¨¦ precio?

Es muy f¨¢cil solucionar problemas desde arriba, alzando el dedo ¨ªndice y construyendo frases autoritarias que destruyen poco a poco la integridad del profesional. Siempre pens¨¦ que la medicina era otra cosa.