M¨¢s de lo mismo
Tras los dos avances sobre el comportamiento del PIB en el primer trimestre, primero el del Banco de Espa?a y luego el del INE, esta semana hemos conocido los datos detallados de la Contabilidad Nacional, que nos dan informaci¨®n sobre cientos de variables y agregados del PIB, empleo, horas trabajadas, precios, salarios, excedente empresarial e intercambios con el exterior. La verdad es que es una informaci¨®n complet¨ªsima que pocos pa¨ªses ofrecen, aunque en las primeras estimaciones provisionales siempre salen datos algo "raros", dif¨ªciles de encajar y explicar, que luego el INE va puliendo en sucesivas revisiones. Esta vez hay bastantes datos "raros", por lo que aparecen algunas dudas sobre la verdadera tendencia de algunas de las variables de nuestra econom¨ªa, aunque lo fundamental est¨¢ claro: la econom¨ªa ha despegado [gr¨¢fico superior izquierdo], pero sigue sometida a una serie de ajustes de calado que le impiden alcanzar la altura y la velocidad de crucero suficientes.
La econom¨ªa ha despegado, pero los ajustes de calado le impiden alcanzar altura y velocidad
El consumo p¨²blico ha a?adido 1,2 puntos al crecimiento del PIB, justo lo que ha crecido este
Estos ajustes (fiscales, financieros, de costes, absorci¨®n de la monumental sobreinversi¨®n en vivienda, p¨¦rdidas de todo tipo, etc¨¦tera) hacen que el gasto en consumo e inversi¨®n contin¨²e cayendo y que el escaso crecimiento de la renta nacional proceda del saldo de intercambios con el exterior. Las exportaciones se est¨¢n comportando mucho mejor de lo que cab¨ªa esperar, dada la p¨¦rdida de competitividad-precios registrada desde la incorporaci¨®n al euro, pero el sector exportador espa?ol no tiene la dimensi¨®n del alem¨¢n, por poner el ejemplo del pa¨ªs europeo que m¨¢s se beneficia de la fuerte demanda de los pa¨ªses emergentes, por lo que la velocidad que puede imprimir al crecimiento no es suficiente. Adem¨¢s, el sector exportador no es intensivo en mano de obra, por lo que el crecimiento de la producci¨®n no se traduce en creaci¨®n de empleo, que es lo que necesita de forma imperiosa la econom¨ªa.
Un problema a?adido a la subida de los precios de las materias primas es que gran parte de los esfuerzos que todos los agentes econ¨®micos est¨¢n haciendo para equilibrar sus finanzas se ven anulados por tener que destinar parte de sus rentas al aumento de la factura de dichas materias primas, que en su casi totalidad son importadas. As¨ª, aunque el crecimiento real de las exportaciones es notablemente mayor que el de las importaciones, los precios de estas ¨²ltimas aumentan mucho m¨¢s y el d¨¦ficit comercial y por cuenta corriente no se reduce, lo que dificulta el proceso de desendeudamiento.
Entre las dudas de los datos contables, aparece la notable aceleraci¨®n del valor a?adido generado por el sector industrial (20,7% en tasa trimestral anualizada), ya que los indicadores disponibles (IPI y cifra de negocios, entre otros) no apoyan tal aceleraci¨®n. Por el lado de la demanda, tambi¨¦n es extra?o el brusco cambio de tendencia del consumo p¨²blico, cuyo fuerte crecimiento ha permitido que el conjunto de la demanda interna se estabilizara. Una hip¨®tesis que podr¨ªa explicarlo es que los Gobiernos aut¨®nomos y locales dejaran en 2010 facturas en el caj¨®n sin reconocer para no agravar sus d¨¦ficits y las hayan sacado en los primeros meses de este a?o. Es una hip¨®tesis a contrastar cuando haya m¨¢s datos, pero lo cierto es que el consumo p¨²blico ha aportado 1,2 puntos porcentuales al crecimiento trimestral anualizado del PIB, justo lo que ha crecido este.
El hecho de que, desde el lado de la producci¨®n, la mayor aportaci¨®n al crecimiento del PIB haya venido del sector industrial y que en este sector siga cayendo el empleo explica que, a pesar de la ligera aceleraci¨®n del PIB, el empleo no despegue y que la productividad se acelere
[gr¨¢fico inferior izquierdo]. Esto, unido al moderado aumento del 1% de los costes laborales por trabajador, se traduce en una ca¨ªda de los costes laborales por unidad producida y en una fuerte recuperaci¨®n de los m¨¢rgenes empresariales [gr¨¢fico inferior derecho], tanto, que cabe pensar que los datos contables exageran. Independientemente de que parezca justa o injusta esta distribuci¨®n de la renta, la recuperaci¨®n de los beneficios es positiva, ya que, en un contexto de restricci¨®n financiera, es la ¨²nica v¨ªa que les queda a las empresas para obtener recursos y, con ellos, aumentar la inversi¨®n, que, como suele decirse, es la antesala de la creaci¨®n de empleo.
?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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