Netanyahu se opone

Nada sugiere que la reuni¨®n de Obama y el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, en Washington, vaya a suponer el inicio de la soluci¨®n al conflicto de Oriente Pr¨®ximo. En su discurso de la v¨ªspera, el presidente norteamericano se limit¨® a recordar los principios sobre los que se han intentado casi todos los acuerdos de paz desde 1967: retorno de Israel a las fronteras anteriores a esa fecha y reconocimiento de su derecho a la existencia por parte ¨¢rabe y palestina. Y, en su respuesta, Netanyahu rechaz¨® a las claras lo que, desde hace mucho, Israel viene desmintiendo con los hechos: que las fronteras de 1967 sean una base de negociaci¨®n.

Netanyahu aludi¨® a los cambios pol¨ªticos y demogr¨¢ficos operados durante los 44 a?os de ilegal ocupaci¨®n israel¨ª como causa principal de su rechazo. El argumento no deja de ser llamativo, si se toma en consideraci¨®n que el ¨²nico cambio pol¨ªtico relevante ha sido la anexi¨®n unilateral del Gol¨¢n y de Jerusal¨¦n Este por parte de Israel. Y en cuanto al cambio demogr¨¢fico, tampoco es resultado de ning¨²n fen¨®meno natural sino de una persistente estrategia israel¨ª para apropiarse de territorios que no le pertenecen, limpi¨¢ndolos progresivamente de sus habitantes palestinos.

Los asentamientos y el muro de separaci¨®n en Cisjordania son solo la parte m¨¢s visible de esta estrategia, de cuya manifiesta ilegalidad Israel no rinde cuentas ante nadie, ni siquiera ante Obama, que exigi¨® detener la colonizaci¨®n; en cuanto a la parte m¨¢s discreta, tiene que ver con las disposiciones legales y administrativas discriminatorias para los palestinos, cuya vida en su propio territorio es convertida en un laberinto kafkiano establecido con la intenci¨®n de que se marchen. Con su negativa a aceptar las fronteras de 1967 como base, Netanyahu est¨¢ pidiendo indirectamente la convalidaci¨®n de estas pr¨¢cticas.

En lo que Obama y el primer ministro israel¨ª s¨ª coincidieron fue en condenar el acuerdo entre Fatah y Ham¨¢s, propiciado por el nuevo Gobierno egipcio, para recuperar la unidad pol¨ªtica de Cisjordania y Gaza. Ambos dirigentes subrayaron que Ham¨¢s est¨¢ considerada internacionalmente una organizaci¨®n terrorista, pero obviaron que el acuerdo que ha firmado con Fatah tiene como objetivo celebrar elecciones en el plazo de un a?o. Tambi¨¦n coincidieron en el rechazo a la proclamaci¨®n del Estado palestino en septiembre, pero esto es algo que no est¨¢ enteramente en manos de Obama ni de Netanyahu impedir.