Willard S. Boyle, inventor de la fotograf¨ªa digital

El pasado 7 de mayo fallec¨ªa de una enfermedad renal en Truro (Nueva Escocia, Canad¨¢) el f¨ªsico Willard Sterling Boyle, cient¨ªfico de mente extraordinariamente f¨¦rtil que particip¨® en el temprano desarrollo del l¨¢ser y que en el a?o 2009 obtuvo, junto con George Smith y Charles Kao -cuyas investigaciones tuvieron como fruto la fibra ¨®ptica-, el Premio Nobel de F¨ªsica por su invenci¨®n del CCD (Dispositivo de Carga Acoplada, por sus siglas en ingl¨¦s). Con ese nombre se designa el ubicuo sensor que no solo est¨¢ detr¨¢s de la espectacular profusi¨®n actual de c¨¢maras y v¨ªdeos digitales, sino en el origen de aplicaciones tan dispares como fotografiar la superficie de los planetas, tomar im¨¢genes cl¨ªnicas de rayos X, leer los c¨®digos de barras, escanear y fotocopiar documentos o transmitir informaci¨®n a la velocidad de la luz.

La investigaci¨®n que culmin¨® en el desarrollo del CCD ten¨ªa una ilustr¨ªsima genealog¨ªa: arrancaba, nada menos, de los estudios sobre el efecto fotoel¨¦ctrico que en 1921 le hab¨ªan valido el Premio Nobel a Albert Einstein. El efecto fotoel¨¦ctrico consiste en que los rayos lum¨ªnicos, al incidir en una pieza de metal, inducen una tenue corriente el¨¦ctrica. Boyle y Smith lograron desarrollar un sensor del tama?o de una moneda que permit¨ªa procesar con gran rapidez las se?ales generadas en los puntos que tocaba la luz, o p¨ªxeles.

En otras palabras, el dispositivo que ambos investigadores pusieron a punto a lo largo de los a?os sesenta en los laboratorios Bell permit¨ªa transformar impulsos lum¨ªnicos en informaci¨®n digital ¨²til. Seg¨²n afirm¨® Boyle (1924, Amherst, Canad¨¢) en el discurso de recepci¨®n del Nobel, tan solo una hora de trabajo bast¨® para iniciar la revoluci¨®n que acabar¨ªa con el reinado secular de la pel¨ªcula fotogr¨¢fica: ese fue el tiempo que les llev¨® a ¨¦l y a Boyle hacer funcionar el primer prototipo basado en sus ideas sobre el efecto fotoel¨¦ctrico.

Los primeros CCD ten¨ªan una capacidad de 100x100 p¨ªxeles. Reconociendo el inmenso potencial de la nueva tecnolog¨ªa, la NASA apoy¨® un programa de desarrollo con el que se iniciar¨ªa el crecimiento exponencial en la resoluci¨®n de los sensores digitales.

Como ha ocurrido en otras ocasiones, algunas recientes, el Nobel de Smith y Boyle tuvo sus detractores. Varios cient¨ªficos de los laboratorios Bell, entre los que se contaban Eugene Gordon y Michael Tompsett, reivindicaron la invenci¨®n del sensor CCD. Aun reconociendo los m¨¦ritos de la investigaci¨®n de los galardonados, Gordon afirm¨® que lo que Boyle y Smith trataban de desarrollar era un circuito de memoria, algo que no ten¨ªa ni remotamente que ver con el procesamiento digital de la imagen. Boy-le defendi¨® con energ¨ªa su trabajo: "Tengo documentos que desmienten la mayor¨ªa de lo que afirman [los cr¨ªticos], y el resto de lo que dicen carece de cualquier l¨®gica". Smith fue m¨¢s escueto y contundente, limit¨¢ndose a calificar a los cient¨ªficos disidentes de "mentirosos". El comit¨¦ de los Nobel no entr¨® en la pol¨¦mica.