Y en el principio estuvo Suicide
El influyente d¨²o, m¨ªtico nombre de 30 a?os de rock de vanguardia, es uno de los reclamos en el Primavera Sound
"Antes de que compusi¨¦ramos una sola canci¨®n, Suicide ya ten¨ªa sonido propio, algo as¨ª como el big bang del universo". ?Alan Vega (Nueva York, 1938) y su tendencia a provocar? No exagera tanto el m¨²sico estadounidense: su d¨²o con Martin Rev cotiza alto en la lista de los grandes precursores. En su caso, del synth pop, del rock industrial e incluso del punk.
Cumplen cuatro d¨¦cadas de alianza guadianesca (hace tiempo que priman sus carreras en solitario) y Vega y Rev, voz y teclados, van a tocar entero su primer disco en el Festival Primavera Sound de Barcelona. Aquel imprescindible ¨¢lbum sin t¨ªtulo (el siguiente tambi¨¦n se llamar¨ªa como el grupo) que Suicide firm¨® en 1978. Comparten esta vez cartel con otros productos de la vanguardia neoyorquina, m¨¢s o menos contempor¨¢neos: Glenn Branca, Arto Lindsay o Swans.
Alan Vega: "Le arroj¨¢bamos a la gente su propia vida a la cara"
Ellos se resist¨ªan: "A¨²n intentamos comprender por qu¨¦ unas canciones escritas hace tantos a?os gustan de esa manera, aunque nos divierta interpretarlas", admite Vega, artista pl¨¢stico de prestigio, en paralelo a la m¨²sica. Y tambi¨¦n antes, cuando en los sesenta lleg¨®, literalmente, a rodear el MoMA con barricadas. "Antes de conocer a Martin, ya hac¨ªa m¨²sica electr¨®nica y tocaba el teclado, pero al ser ¨¦l pianista de jazz, le ced¨ª la parte instrumental. Se encarg¨® del sintetizador y la caja de ritmos. Y fuimos componiendo: primero Cheree, luego Ghost rider, m¨¢s tarde Rocket USA...".
Con la pulsi¨®n minimalista y oscura de Rev y los textos y la garganta desquiciada de Vega, bastaron siete temas con una guinda espeluznante: se titula Frankie Teardrop y narra, entre alaridos, el suicidio de un joven obrero en paro despu¨¦s de disparar a su mujer y a su hijo. "En esa ¨¦poca, yo era presa de la ira y la desesperaci¨®n: Vietnam, Nixon, muchas cosas...; ahora vivo de otro modo, asentado con mi mujer, con algo m¨¢s de dinero...", contemporiza el l¨ªder, siempre agitador y desafiante en el escenario ("le arroj¨¢bamos a la gente su propia vida a la cara"). Una actitud inspirada en uno de sus ¨ªdolos, Iggy Pop: "Le vi en directo con The Stooges en 1969 y mi vida cambi¨®. Me pareci¨® un teatro veraz, un arte superior al que yo practicaba, y decid¨ª abrazar la m¨²sica".
Precisamente, de un art¨ªculo sobre Iggy sac¨® Suicide el t¨¦rmino punk para calificar su propio estilo: "Una cr¨®nica de Lester Bangs para la revista Creem. En ingl¨¦s, punk significaba entonces una especie de gamberro. Y convocamos a la gente a nuestros primeros conciertos con octavillas en las que se le¨ªa punk music mass
. As¨ª que Johnny Rotten no lo acu?¨®, se limit¨® a restaurarlo". Y The Sex Pistols no son los ¨²nicos deudores de Suicide: la ola brit¨¢nica de pop sintetizado (Soft Cell, Pet Shop Boys...) bebi¨® del reparto de papeles entre Vega y Rev, al igual que los ambientes fabriles de este animaron a formaciones como Throbbing Gristle o Cabaret Voltaire.
Y eso, pese al ninguneo de los ejecutivos: "Mientras que compa?eros de escena como los Ramones o Blondie obten¨ªan contratos discogr¨¢ficos, nosotros, nada. Hasta que por fin firmamos por un sello muy peque?o, Red Star, que sac¨® nuestro estreno".
El rechazo tambi¨¦n se extend¨ªa en vivo, solo con asomar el d¨²o sus pintas de maleantes del futuro. Asegura Vega que en Escocia, teloneando a The Clash en 1978, alguien le lanz¨® un hacha. Quiz¨¢ por eso Joe Strummer hablaba de ¨¦l como el tipo "m¨¢s valiente" que hab¨ªa visto sobre las tablas. "Un tipo, periodista televisivo, dijo que represent¨¢bamos el colmo de las bandas de punk, porque hasta los mismos punks nos odiaban", confiesa Vega.
Raros eran los directos de Suicide libres de broncas. Una de ellas la recoge 23 minutes over Brussels, bonus en la reedici¨®n de la piedra fundacional en la discograf¨ªa suicida (solo cinco discos de estudio, el ¨²ltimo en 2001, American Supreme, y tres producidos por Ric Ocasek, l¨ªder de The Cars). "Abr¨ªamos para Elvis Costello en B¨¦lgica, dej¨¦ un momento el micro al p¨²blico y no me lo quer¨ªan devolver. Yo estaba muy colocado y se arm¨® una buena. En vista de la pelea, concluy¨® el show".
Otros abuelos experimentales del festival
- Arto Lindsay (Virginia, 1953). Guitarrista esencial de la No wave neoyorquina, a la que impregn¨® de tropicalismo.
- Glenn Branca (Pensilvania, 1948). El guitarrista es el padre del ruidismo y la m¨¢xima influencia de Sonic Youth.
- P.I.L. El grupo de funk irritante que fund¨® John Lydon (Londres, 1956) despu¨¦s de la disoluci¨®n de Sex Pistols.
- Damo Suzuki (Jap¨®n, 1950). EL vocalista de Can, recorre el mundo practicando la improvisaci¨®n vocal.
- John Cale (Gales, 1942). El alma inquieta de The Velvet Underground presenta su disco m¨¢s accesible, Paris 1919.
- SWANS. El grupo de crudo sonido industrial fundado en 1982 por Michael Gira (California, 1954).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.