?La culpa es de la crisis?

Los socialistas valencianos se equivocar¨¢n si creen que la ¨²nica causa de su debacle electoral es la crisis econ¨®mica, por mucho que explique de manera sustancial sus desastrosos resultados. El PSPV volver¨¢ a errar si, en su intento exculpatorio, carga las tintas sobre una cuesti¨®n ex¨®gena en la que poco ha tenido que ver, m¨¢s all¨¢ de ser militantes de un partido que hace tiempo perdi¨® buena parte de su credibilidad por las err¨¢ticas pol¨ªticas del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero.

Sobre los hechos sobrevenidos poco se puede hacer. Pero de las responsabilidades resulta imposible escapar, salvo renuncia expl¨ªcita a desarrollar una pol¨ªtica propia, siguiendo la estela del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que ha hecho del escapismo una obra de arte. Si no se quiere seguir este ejemplo, Jorge Alarte y los suyos tienen tajo por delante. En el PSPV casi todo est¨¢ por hacer. Para empezar, el secretario general de los socialistas valencianos ha sido incapaz de construir un relato en el que se puedan reconocer sin dificultades sus potenciales electores. Hacer de la corrupci¨®n y de la denuncia de la manipulaci¨®n de Canal 9 el eje central de su discurso es condici¨®n necesaria, pero absolutamente insuficiente, como se pudo ver el pasado domingo. M¨¢s dif¨ªcil resulta saber qu¨¦ propuestas tiene para los valencianos, m¨¢s all¨¢ de devolvernos la dignidad que, por otra parte, no es poca cosa. Pero en estos tiempos en que la clase pol¨ªtica est¨¢ tan devaluada, su mensaje no acaba de ser cre¨ªble para amplias capas sociales. Y muchos de quienes le han cre¨ªdo se han largado con sus votos a otros partidos que vienen denunciando lo mismo y no cargan con el fardo de la crisis ni del descr¨¦dito.

El PSPV tiene que construir un relato que sea reconocible en Morella y en Pilar de la Horadada, en la ciudad de Valencia y en Alicante. Un discurso que incorpore elementos del universo simb¨®lico-emotivo de una sociedad que se siente espa?ola, pero que necesita de autoestima pseudonacionalista. Los socialistas valencianos tienen que aclarar de una vez si son de centro, centro-izquierda o de izquierdas; federalistas, espa?olistas o valencianistas. La historia de las dos almas no funciona; que se lo pregunten si no al PSC. Pero ser todas esas cosas a la vez resulta imposible de sobrellevar y, m¨¢s a¨²n, de comprender.

El Movimiento 15-M ha provocado al PSPV m¨¢s de un problema, el menor de los cuales es la fuga de votos. Les ha puesto un espejo enfrente para que se vean como son: un partido antiguo que tiene que cambiar mucho para poder ser alternativa.