?Pero qui¨¦n ha ganado?
El domingo por la noche la actitud de unos y otros parec¨ªa coincidir para responder t¨¢citamente a esta pregunta: la euforia era aparentemente ilimitada en la sede del PP mientras que los votantes de izquierdas mostraban su indignaci¨®n en todas sus conversaciones, tanto entre sus allegados como en Internet. Todo muy parecido a 2007, y tambi¨¦n a 2003.
Pero este predecible cuadro esconde detalles importantes que solo se aprecian si uno se fija en las cifras y las tendencias. Estos detalles ir¨¢n emergiendo poco a poco durante la legislatura, y quiz¨¢s marquen un sensible cambio de tendencia que podr¨ªa consolidarse en cuatro u ocho a?os.
Para empezar, es cierto que la derecha ha revalidado su mayor¨ªa absoluta incluso bajo la firme sospecha de la corrupci¨®n. Tambi¨¦n lo es que el PSPV se ha hundido por debajo de la barrera del 30%, perdiendo cinco esca?os. De hecho, la ca¨ªda socialista ha sido de 170.000 votos, ni m¨¢s ni menos. Pero, y presten atenci¨®n a esto, el PPCV ha perdido 70.000. Y es la primera vez que esto sucede: los populares no hab¨ªan parado de crecer desde 1991. El asunto es importante: se han quedado en el 48,5%, dos puntos por debajo de su peor resultado en las encuestas. As¨ª pues, la euforia de calle Quart ten¨ªa algo de ilusa, o forzada. ?D¨®nde buscar las causas de esta ca¨ªda? Por descontado, G¨¹rtel no pasa totalmente en balde, sobre todo entre el votante joven y reci¨¦n incorporado, que penaliza m¨¢s la falta de honestidad. Con esto queremos implicar que, a falta de tener encuestas postelectorales, quiz¨¢s hay un factor m¨¢s profundo: el PP puede haber tocado su propio techo sociodemogr¨¢fico, y estar perdiendo capacidad de movilizar el nuevo voto que entra en el censo, en parte por los esc¨¢ndalos que le acechan.
Quien ha conquistado posiciones clave en la batalla pol¨ªtica a medio plazo es la izquierda
Esto se combina con los sorprendentes resultados de los partidos minoritarios de izquierda. Entre EUPV y Comprom¨ªs suman 320.000 sufragios y 11 diputados. La coalici¨®n nacionalista de izquierdas se lleva m¨¢s de la mitad, 175.000, un resultado que ning¨²n analista ha sabido predecir. La mayor¨ªa de estos apoyos vienen de la provincia de Valencia. De hecho, en las elecciones municipales de la capital, Joan Rib¨® y su equipo han obtenido un impensable 9%.
Estos datos env¨ªan un mensaje claro: Comprom¨ªs en general y el Bloc en particular han dejado de ser la organizaci¨®n que la izquierda de ciudad ve¨ªa como mero "valencianismo de pueblo", para evolucionar hacia algo m¨¢s moderno, cosmopolita y adaptado a la juventud, sin perder el voto de izquierda moderada de mediana y avanzada edad. De hecho, han comenzado a construir un proyecto m¨¢s o menos claro y definido para la Comunidad Valenciana. Es cierto que tienen un techo de cristal, porque se basa en una determinada concepci¨®n de la identidad valenciana y no en otra. Pero, de momento, ha calado. Adem¨¢s, no cabe desechar los efectos de las movilizaciones del 15-M. El cariz juvenil y de izquierda ecosocialista que han mostrado los participantes en Valencia conecta bien con la imagen que Comprom¨ªs se est¨¢ creando. De hecho, M¨°nica Oltra muy bien podr¨ªa hacer las veces de s¨ªmbolo de esta generaci¨®n, dentro de los l¨ªmites apartidistas que se ha autoimpuesto el propio movimiento. La propia n¨²mero 2 de la coalici¨®n, con su tono combativo y su discurso indudablemente valencianista y de izquierdas, ha forjado durante los ¨²ltimos tres a?os la imagen de la organizaci¨®n. Es decir: las protestas pueden f¨¢cilmente haber contribuido a generar un clima electoral favorable a Comprom¨ªs en Valencia y provincia, particularmente a Oltra.
Esquerra Unida, por su parte, no ha tenido unos buenos resultados: su volumen de votos jam¨¢s hab¨ªa sido tan bajo. De hecho, han estado a ocho d¨¦cimas de quedar por debajo de la barrera del 5%. Una campa?a basada en una imagen de marca muy reconocible pero algo gastada, con un rostro poco reconocible al frente, y un discurso que a¨²n suena un tanto anquilosado, les ha llevado a no capitalizar el desgaste socialdem¨®crata, lo que s¨ª ha hecho Comprom¨ªs.
As¨ª, tenemos un PP m¨¢s debilitado que en 2007, una izquierda activa y con el punto de mira dial¨¦ctico puesto en Camps, y una generaci¨®n que, contra todo pron¨®stico, tal vez es capaz de movilizarse, tambi¨¦n en las urnas. El PP puede seguir utilizando la mayor¨ªa absoluta para sacar sus proyectos adelante, pero el desgaste medi¨¢tico pasa a ser m¨¢s probable, y sus apoyos, muy poco a poco, pueden ir erosion¨¢ndose.
En este esquema, solo hay una pieza que falla, y no es balad¨ª. Porque, hoy y ma?ana, la ¨²nica alternativa real al PP es la socialista. Y estos han tenido el peor resultado de su historia; con ello, la respuesta a la pregunta del titular se antoja ineludible: estas elecciones las ha ganado el Partido Popular. Dado que pr¨¢cticamente el 100% del voto de centro-derecha se dirige a un mismo sitio mientras que la oposici¨®n est¨¢ fragmentada, el panorama de gobierno no parece que vaya a cambiar. Sin embargo, si nos planteamos la cuesti¨®n de qui¨¦n ha conquistado posiciones clave en la batalla pol¨ªtica en la Comunidad Valenciana, la respuesta a medio plazo quiz¨¢s sea "la izquierda", en agregado. Nos espera una legislatura m¨¢s interesante de lo que pueda parecernos hoy.
Jorge Galindo es soci¨®logo y analista pol¨ªtico.
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