El pueblo que vota en asamblea
Valdepi¨¦lagos elige a su alcalde entre todos los vecinos - Los electos forman un 'partido' que tiene todos los sufragios
Las agencias de informaci¨®n y las webs de pol¨ªtica buscaron ayer noticias curiosas con las que alimentarse, una vez que hab¨ªa pasado ya la resaca del 22-M. Una de ellas era que Izquierda Unida (IU) no hab¨ªa obtenido ning¨²n voto en Valdepi¨¦lagos, un peque?o pueblo lim¨ªtrofe con Guadalajara, seg¨²n confirmaban los resultados oficiales. Eso quer¨ªa decir que ni el candidato se hab¨ªan votado a s¨ª mismo. Se pod¨ªa atribuir a que fuese un hombre modesto por naturaleza, pero que no lo hiciese ni su madre resultaba curioso. El caso es que la noticia es falsa. "Quien diga esto es que no ha puesto un pie en el pueblo en su vida", sentencia el alcalde en funciones, Manuel Antonio C¨¢mara, repartidor de peri¨®dicos de profesi¨®n.
Los 390 vecinos eligen casi por unanimidad al candidato del CIV
Valdepi¨¦lagos, 390 habitantes censados, lleva toda la democracia eligiendo a sus representantes de una forma curiosa: cada vecino escribe en un papel, un mes antes de los comicios oficiales, el nombre de los siete que desea que manden. Este a?o se hizo el 2 de abril. Con los elegidos se forma una ¨²nica lista, Candidatura Independiente de Valdepi¨¦lagos (CIV). En las urnas, obviamente, este partido recibe casi el 100% de los votos. De las d¨¦cimas que faltan, se culpa a los despistados a los que se les anula el voto y a los cr¨ªticos con el sistema que votan en blanco.
Los partidos tradicionales han respetado casi siempre el deseo de los vecinos. Este a?o IU se presentaba por primera vez en esta plaza, pero vislumbrando el escaso ¨¦xito que iba a cosechar, retir¨® a ¨²ltima hora la candidatura. Una vez m¨¢s el CIV ten¨ªa v¨ªa libre. En la web del Ministerio del Interior, sin embargo, no quitaron de las estad¨ªsticas a la coalici¨®n de izquierdas, lo que provoc¨® la confusi¨®n entre los analistas. La historia de un candidato que no recibiese ning¨²n voto era demasiado bonita para ser verdad.
La forma en la que se gobierna Valdepi¨¦lagos surgi¨® durante las primeras elecciones, cuando no hab¨ªa manera de convencer a ning¨²n vecino de que fuese alcalde. "Se pens¨® esa f¨®rmula y ha tenido ¨¦xito. No tenemos deudas ni graves problemas. Me consta que otros pueblos de por ah¨ª nos han copiado el sistema", dice C¨¢mara, alcalde saliente. Lo deja porque se le hace muy duro levantarse a las tres de la ma?ana para repartir peri¨®dicos y por la tarde tener que hacerse cargo del municipio. "En mi vida he visto a nadie pedir en p¨²blico el voto para ¨¦l. En todo caso la gente pide que no le metan en la lista", explica sobre el sentimiento tan despegado del poder que tiene la gente aqu¨ª.
El testigo lo recoge Juan Pablo Herradas Calleja, pr¨®ximo alcalde. "La gente que llega nueva al pueblo asimila muy bien nuestra forma de democracia. Espero que esta forma dure muchos a?os. En los peque?os pueblos no tenemos disciplina de partido. Se vota a las personas, a sus ideas, no a una formaci¨®n", sostiene Herradas Calleja. Un pueblo entero lo ha elegido.
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