Objetivo: universalizar la zarzuela
Antonio Moya defiende la ense?anza en equipo frente al individualismo espa?ol que ha obligado durante a?os a tener que importar m¨²sicos de orquesta
Podr¨ªa haberle dado por seguir la tradici¨®n familiar materna y haberse dedicado a la Medicina. Pero pudo m¨¢s el gen musical paterno. Antonio Moya Tudela (Madrid, 1968), director de la Orquesta Sinf¨®nica del Real Conservatorio Superior de M¨²sica de Madrid, no escap¨® a una predisposici¨®n marcada por un abuelo obo¨ªsta -Antonio Moya L¨®pez, que toc¨® con Falla y Stravinski- y un padre -Antonio Moya Casado- director de orquesta y especialista en zarzuela. Quiz¨¢s acabara de decidir su destino el hecho de que al peque?o Antonio le cantaba nanas el mism¨ªsimo Alfredo Kraus, que a veces ensayaba en casa de los Moya.
?l rechaza la calificaci¨®n de superdotado, pero la lectura de su curr¨ªculum deja sin respiraci¨®n: ocho t¨ªtulos superiores (direcci¨®n de orquesta, de coro, piano, composici¨®n, musicolog¨ªa, pedagog¨ªa musical, entre otros), doctor en M¨²sica, ha dirigido m¨¢s de 150 obras y desde 2002 ocupa la c¨¢tedra de Direcci¨®n de Orquesta en el Real Conservatorio Superior de Madrid. Por si fuera poco, Moya Tudela es licenciado en Econ¨®micas y Empresariales y doctor en Econom¨ªa Aplicada y Hacienda P¨²blica.
De ni?o le cantaba nanas Alfredo Kraus, que a veces ensayaba en su casa
En la ense?anza musical, "no hay escuelas, sino profesores", destaca
Se declara "ap¨®stol de Garc¨ªa Asensio", de quien destaca su humildad
Obras como 'Do?a Francisquita' est¨¢n a la altura de la mejor l¨ªrica, afirma
Asegura que en la ense?anza musical "no hay escuelas, sino profesores". En su caso, su mentor fue Antonio Garc¨ªa Asensio -el que regalaba una batuta a los ni?os participantes en su programa de televisi¨®n El mundo de la m¨²sica, que se emiti¨® entre 1976 y 1980-, a quien ha sustituido en la c¨¢tedra de Direcci¨®n de Orquesta. "Soy su continuador y principal ap¨®stol", asegura. Y por eso se considera "nieto pedag¨®gico" de Sergiu Celibidache: "Garc¨ªa Asensio dec¨ªa que ¨¦l hab¨ªa cambiado cuatro veces de t¨¦cnica: tres, y la ¨²ltima y definitiva, fue cuando conoci¨® a Celibidache. Se dio cuenta de que no hab¨ªa aprendido nada y se qued¨® con sus ense?anzas". De Garc¨ªa Asensio habla con admiraci¨®n y recuerda, sobre todo, su humildad: "Nos animaba a que, si encontr¨¢bamos por ah¨ª algo mejor que lo que ¨¦l nos ense?aba, ¨¦l ser¨ªa el primero en aprenderlo".
En el Conservatorio, vecino del Museo Reina Sof¨ªa desde que en 1990 trasladara su sede desde el Teatro Real a la calle de Santa Isabel, Moya Tudela ense?a a sus alumnos direcci¨®n de orquesta, concertaci¨®n y direcci¨®n coral e instrumental. Asegura que los espa?oles han tenido que aprender a tocar en equipo: "Hasta hace 10 o 15 a?os ten¨ªamos que importar m¨²sicos de orquesta porque Espa?a era un pa¨ªs de individualidades". Por eso, muchos de los conjuntos creados en los a?os ochenta y noventa est¨¢n plagados de m¨²sicos for¨¢neos.
Comprometido con su labor docente, la gran devoci¨®n de Moya Tudela es, sin embargo, la zarzuela: "Me han dirigido, como ni?o cantante y como pianista, los maestros Moreno Torroba y Soroz¨¢bal; y empec¨¦ a asistir a mi padre como director hace 20 a?os". Ya en su madurez, Moya Tudela ha dirigido m¨¢s de 30 t¨ªtulos del g¨¦nero, entre ellos en 2000 Cuando se ponga el sol, de Primitivo L¨¢zaro, la ¨²ltima zarzuela estrenada en los ¨²ltimos tiempos. Tal es su pasi¨®n por el err¨®neamente llamado g¨¦nero chico -que es un tipo de pieza zarzuel¨ªstica que dura una hora y que se populariz¨® en el siglo XIX para abaratar los costes del espect¨¢culo- que ha presentado su candidatura al concurso convocado por el Inem para elegir un nuevo director del Teatro de la Zarzuela en sustituci¨®n de Luis Olmos.
Tiene muy claro que el g¨¦nero se enfrenta a un peligro crucial en estos momentos que demanda una acci¨®n urgente: "Si ahora mismo la zarzuela no se universaliza, desaparecer¨¢ en pocos a?os porque su p¨²blico fiel tiene fecha de caducidad". Tambi¨¦n sabe que hay muchos prejuicios por desmontar. Defiende que, al igual que en la ¨®pera, hay obras "buenas y malas", y que, entre las buenas, algunas est¨¢n a la altura de la mejor l¨ªrica, como Do?a Francisquita, La del Soto del Parral o Marina, por citar algunas. Cree que parte de la mala reputaci¨®n que arrastra la zarzuela se debe a que se ha descuidado la ejecuci¨®n: "Es un espect¨¢culo caro que requiere muchos actores, baile, vestuario, una escenograf¨ªa... Pero si la zarzuela se interpreta con excelencia, con los mismos m¨¦todos interpretativos que se aplicar¨ªan a Beethoven o Chaikovski, sacas petr¨®leo y descubres una calidad inherente fant¨¢stica".
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