El PSE se pierde en su zona sensible
Los socialistas asisten al progresivo desmoronamiento de su poder en la Margen Izquierda - El desgaste y la ausencia de relevo explican la ca¨ªda
El PSE lleva a?os en progresiva ca¨ªda libre en la Margen Izquierda, su principal y m¨¢s tradicional basti¨®n en Euskadi; su zona sensible, como cuna del socialismo vasco. El 22-M ha pasado la elevada factura de la crisis y su gesti¨®n por el Ejecutivo nacional. El efecto Zapatero y la irrupci¨®n de Bildu en el panorama pol¨ªtico pueden explicar parte del desastre, pero no la globalidad de la tendencia decreciente del partido en la comarca, un desmoronamiento que hunde sus ra¨ªces mucho tiempo atr¨¢s. Las horas m¨¢s bajas del PSE en la zona han llegado, parad¨®jicamente, justo cuando m¨¢s poder ha tenido en Euskadi a trav¨¦s del pacto con el PP en el Gobierno y cuando, seg¨²n el propio partido, m¨¢s afiliados suma.
La crisis que lleg¨® a Santurtzi en 2007 se extiende al n¨²cleo duro, Barakaldo
El PNV dio un susto al PSE hace ocho a?os en Sestao y ahora lo ha repetido
Un repaso a las circunstancias, historia y candidatos de cada localidad de la zona evidencia dos factores comunes: el desgaste tras prolongados mandatos unido al escaso relevo que han experimentado los cabezas de lista en los ¨²ltimos tiempos. El paulatino hundimiento del socialismo en la Margen Izquierda se explica as¨ª, al menos parcialmente, por la nula regeneraci¨®n de las bases en municipios como Barakaldo, Abanto, Ortuella o Santurtzi. El PSE tiene dificultades para hallar relevos j¨®venes y s¨®lidos con nuevas ideas que revitalicen su imagen y proyecci¨®n. En lugar de ello, el partido recurre a pesos pesados a menudo quemados por el poder o la costumbre.
Barakaldo, hist¨®rico feudo socialista, ha supuesto el ¨²ltimo golpe, pero los tropiezos, m¨¢s y menos graves, empezaron hace ya ocho a?os en Sestao, donde perdieron el consistorio, que pas¨® a manos nacionalistas hasta hace cuatro a?os, cuando el PSE lo recuper¨®. Aquel aviso, que quiz¨¢ no fue tomado demasiado en serio por la ejecutiva, ha vuelto a repetirse. El PNV ha obtenido ocho ediles, los mismos que el PSE, y precisa el apoyo de Bildu para gobernar.
Santurtzi supone otro caso ilustrativo. Hace cuatro a?os, el PSE cedi¨® el bast¨®n de mando al peneuvista Ricardo Ituarte, quien ahora ha sumado 12 concejales, una mayor¨ªa absoluta con la que triplica en ediles y casi en votos a los socialistas. Otra antigua fortaleza echada a perder y con un dif¨ªcil camino de retorno. Y es que el grupo del PSE ha perdido tres de los siete ediles que atesoraba. La explicaci¨®n puede hallarse en que la c¨²pula socialista haya decidido apostar otra vez por Myriam Frade, la candidata que ya perdi¨® la alcald¨ªa frente al PNV en 2007. Retomar una estrategia que ya se revel¨® fallida solo puede traer resultados similares y no parece la v¨ªa m¨¢s recta hacia el triunfo.
Solo Portugalete, donde el PSE tiene a su ¨²ltimo hombre fuerte en la zona, Mikel Torres, resiste los envites del desgaste y la falta de renovaci¨®n. El candidato y miembro tambi¨¦n de la ejecutiva socialista lleg¨® en 2008 para sustituir a Mikel Cabieces, actual delegado del Gobierno. El intercambio del testigo sali¨® redondo y en su estreno como candidato en las urnas Torres ha afianzado su poder en un municipio que no ha conocido otro gobierno local que el socialista desde la restauraci¨®n de la democracia. Ahora bien, las opciones de mantener el poder en Portugalete, cuna del lehendakari, Patxi L¨®pez, pasan o por pactar con el PP o por aspostar por un equipo en minor¨ªa.
Recuperar presencia en la Zona Minera supone otro de los retos socialistas. Ortuella y Abanto se descolgaron de la lista del PSE hace a?os y ahora quedan lejos. En el caso de Ortuella, los socialistas, encabezados por un desconocido Alberto Marinero, han perdido otro edil y se han quedado con cuatro, lo que deja de nuevo la alcald¨ªa en manos peneuvistas. Abanto es otro buen ejemplo. Mientras el PNV ha ca¨ªdo solo relativamente porque ni siquiera pierde su mayor¨ªa absoluta, el PSE ha logrado dos ediles, uno menos que en 2007 y los mismos que Bildu.
La ca¨ªda ha alcanzado ya al n¨²cleo duro superviviente del PSE, Barakaldo. Pese a ganar los comicios, la p¨¦rdida de tres ediles complica la existencia de Tontxu Rodr¨ªguez, quien ya gobernaba en minor¨ªa y que aspira a gestionar el municipio por tercera vez. En una ciudad donde el PNV solo ha tocado el poder un mandato, experiencia que concluy¨® hace nada menos que 28 a?os, han logrado recuperar dos concejales. Rodr¨ªguez atribuy¨® el batacazo a lo "que ha llovido en Espa?a y en la comunidad aut¨®noma", a la crisis , a Bildu..., pero ni rastro de ninguna dosis de autocr¨ªtica.
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