Fiest¨®n
De entre todos los an¨¢lisis de enorme profundidad que corresponde hacer en la resaca poselectoral, quiz¨¢ sea interesante detenerse en el festejo de los simpatizantes populares en la noche del domingo. Pese a las horas tard¨ªas en las que los l¨ªderes principales asomaron al balc¨®n de la calle G¨¦nova, a¨²n pod¨ªan verse ni?os acompa?ando a sus padres, agitando banderas del partido y seguramente con permiso para saltarse la clase de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa del d¨ªa siguiente. La ocasi¨®n lo merec¨ªa, porque ser¨¢n los ni?os quienes m¨¢s disfruten del enorme poder adquirido por el Partido Popular y crecer¨¢n bajo el manto protector de los conservadores. Hay gente que se plantea bien en serio si para el futuro no es m¨¢s razonable que voten solo los menores de 18 a?os, en lugar del reglamento habitual. Contaba Juan Ram¨®n Jim¨¦nez la historia de un pintor sevillano que cuando ten¨ªa que pintar la fachada de su casa le preguntaba al vecino de enfrente por el color que prefer¨ªa, pues ¨¦l ser¨ªa quien tendr¨ªa que verla a diario.
La cuidad¨ªsima campa?a de Rajoy, esmerado al m¨¢ximo por reducir las salidas de tono y no dejarse empujar hacia rincones turbios o complejos que le obligaran a quebrar la cintura, tuvo su perfecto colof¨®n en una fiesta euforizante.
La megafon¨ªa anunciaba las conquistas electorales en autonom¨ªas y capitales de provincia, aunque hubiera sido m¨¢s f¨¢cil anunciar d¨®nde no hab¨ªan arrasado. El gran protagonismo de la noche le correspondi¨® al disc jockey habitual en muchos eventos del Partido Popular, conocido como El Pulpo, que es apodo perfecto para un pinchadiscos. Nadie sabe si la elecci¨®n de la m¨²sica que son¨® en la noche triunfal conten¨ªa elementos de significaci¨®n pol¨ªtica. Si es as¨ª, temas como YMCA de los Village People o la Chica yey¨¦ aventuran que la mirada al futuro tendr¨¢ una s¨®lida base en los principios y valores del pasado. Hubo tambi¨¦n ritmos brasile?os y latinos, porque aparte de enfermedades at¨ªpicas entre espa?oles, la emigraci¨®n nos ha tra¨ªdo un cimbreo novedoso, que permite m¨¢s alegr¨ªas de cintura que la jota o el chotis tradicional.
Los ¨¦xitos de rabiosa actualidad, donde destacaron temas de David Bisbal, fueron bailados con banderas agitadas al ritmo, sin que hubiera que lamentar heridos leves pese a la dificultad coreogr¨¢fica.
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