Netanyahu desaf¨ªa el plan de paz ante el Congreso de EE UU

Benjam¨ªn Netanyahu proclam¨® ayer ante el Congreso de Estados Unidos, reunido en sesi¨®n conjunta de senadores y representantes, que estaba dispuesto a hacer "dolorosas concesiones" para conseguir la paz con los palestinos. Costaba imaginar cu¨¢les podr¨ªan ser esas concesiones, dado que el proyecto de paz que ofreci¨® exclu¨ªa de cualquier negociaci¨®n Jerusal¨¦n, la presencia militar israel¨ª en el Jord¨¢n, el grueso de las colonias en los territorios ocupados y el retorno de refugiados. Netanyahu no propuso nada nuevo y sus palabras, recibidas con entusiasmo, indicaron que el Gobierno de Israel se siente fuerte y no considera urgente un acuerdo de paz.

El primer ministro israel¨ª demostr¨® ser mucho m¨¢s popular en el Congreso de Washington que en la propia Knesset de Jerusal¨¦n. Hasta 26 veces se levantaron los congresistas para aplaudirle, conscientes, tanto republicanos como dem¨®cratas, de que 2012 es a?o electoral y nadie puede prescindir de los votos y las donaciones jud¨ªas.

Netanyahu, que ya fue invitado a hablar ante una sesi¨®n conjunta en 1996, consigui¨® una victoria frente a Barack Obama, un presidente al que detesta: hizo una exhibici¨®n de poder pol¨ªtico en EE UU que deber¨ªa disuadir a Obama ante cualquier tentaci¨®n de llevarle la contraria.

La muy artificial controversia sobre la propuesta de Obama de considerar las fronteras del armisticio de 1948, es decir, previas a la guerra de 1967, como base de una negociaci¨®n (algo asumido en anteriores rondas negociadoras), fue parte de una estrategia que Netanyahu complet¨® ayer con su triunfal discurso. El mensaje del primer ministro israel¨ª consisti¨®, en resumen, en que los palestinos y la comunidad internacional deb¨ªan asumir las reglas impuestas por Israel si aspiraban a un cambio en la actual situaci¨®n. La OLP valor¨® el discurso de Netanyahu como "un nuevo obst¨¢culo para la paz".

Netanyahu siempre ha rechazado la precondici¨®n palestina de que se frene la colonizaci¨®n israel¨ª en los territorios ocupados antes de negociar. Pero ¨¦l puso ayer sobre la mesa una larga lista de precondiciones. Para empezar, Jerusal¨¦n, que deb¨ªa permanecer indivisa y bajo soberan¨ªa israel¨ª. Luego dijo que el grueso de los asentamientos en los territorios ocupados (300.000 personas sin incluir Jerusal¨¦n Oriental) deb¨ªa quedar dentro de Israel. A?adi¨® que el Ej¨¦rcito israel¨ª deb¨ªa mantener bases junto al Jord¨¢n, en la zona oriental de Cisjordania, y que un hipot¨¦tico Estado palestino deb¨ªa someterse a una "completa desmilitarizaci¨®n". Los refugiados palestinos, dijo, pod¨ªan volver al futuro Estado palestino, nunca a sus lugares de origen en Israel.

Como era de esperar, Netanyahu rechaz¨® por completo cualquier contacto con Ham¨¢s, a la que denomina "la rama palestina de Al Qaeda", una organizaci¨®n considerada terrorista en Estados Unidos que constituye un mal socio para un di¨¢logo (dispara cohetes desde Gaza, se niega a reconocer el derecho de Israel a la existencia y propone en su carta fundacional que se mate a los jud¨ªos all¨ª donde est¨¦n), pero que, sin embargo, representa m¨¢s o menos a la mitad de la sociedad palestina.

Netanyahu neg¨® incluso que "Judea y Samaria", las dos regiones de Cisjordania seg¨²n la terminolog¨ªa israel¨ª, estuvieran bajo "ocupaci¨®n extranjera", evocando a Abraham y David para subrayar los v¨ªnculos de Israel con ese territorio. Cuando habl¨® de hacer "dolorosas concesiones" su electorado entendi¨® perfectamente que se refer¨ªa a la posibilidad de ceder una parte, por peque?a que fuera, de los territorios ocupados.

Y culp¨® a los palestinos de que no hubiera paz: "?Por qu¨¦ la paz se nos escapa una y otra vez? Porque los palestinos se niegan a aceptar un Estado palestino si eso supone aceptar un Estado jud¨ªo junto al mismo". En realidad, la OLP acept¨® Israel hace ya m¨¢s de 20 a?os. S¨ª se niega a definir Israel como "Estado jud¨ªo", dado que 1,3 millones de sus ciudadanos son ¨¢rabes palestinos.