Una pel¨ªcula de acci¨®n en la playa

Miguel hace equilibrios para elevar a sus hijos, de cinco y nueve a?os, y conseguir que no se pierdan ni un detalle de las acrobacias de los helic¨®pteros de la patrulla Aspa. Juan, el benjam¨ªn, no quiere precisar qu¨¦ es lo que m¨¢s le gusta del Ej¨¦rcito porque est¨¢ enfadado. "Es que no puede verlo todo", justifica el padre. Los tres acudieron ayer a mediod¨ªa al Paseo Mar¨ªtimo Pablo Ruiz Picasso de M¨¢laga para ver un simulacro militar que congreg¨® a m¨¢s de 60.000 personas, seg¨²n datos de la Polic¨ªa Local, y m¨¢s bien parec¨ªa el rodaje de una pel¨ªcula de acci¨®n en la playa.

La ciudad, con gran tradici¨®n y gusto por lo militar, acoge este fin de semana el D¨ªa de las Fuerzas Armadas, una cita anual en la que el Ej¨¦rcito espa?ol se esmera en divulgar su trabajo y acercarse a los ciudadanos. Por la ma?ana, 1.130 soldados protagonizaron una exhibici¨®n, en la que se inclu¨ªa el simulacro de la liberaci¨®n de cuatro observadores de Naciones Unidas secuestrados por una minor¨ªa ¨¦tnica en un pa¨ªs imaginario. Para hacerlo todo m¨¢s real montaron sobre la arena varias barricadas, con sacos apilados, tiendas de campa?a de camuflaje y puntos de vigilancia con tiradores apostados.

Los espectadores aguantaron dos horas bajo un sol de justicia

Los primeros espectadores en llegar recibieron banderitas espa?olas gratis. Aguantaron los latigazos del sol durante m¨¢s de dos horas amenizados por las bandas sonoras de cl¨¢sicos del g¨¦nero como Top gun y Misi¨®n imposible.

Dos narradores explicaban por los altavoces las caracter¨ªsticas t¨¦cnicas e historia de las aeronaves, armas y efectivos que aparec¨ªan en escena. "?Podr¨ªas contarnos algo de los aviones F-18 del Ej¨¦rcito del Aire?", reclam¨® uno de los conductores de la historia a su compa?ero. El ruido de estas naves hizo que a m¨¢s de un asistente se le encogiera el pecho. Seis soldados reptaban por la playa. Un grupo de j¨®venes comenz¨® a se?alarles con emoci¨®n. "Vienen a por los malos", dec¨ªan. A las 12.21 neutralizaron a los centinelas del campamento. La llegada de los tanques, la polvareda de los helic¨®pteros al aterrizar en la playa y el ruido de las salvas elevaron m¨¢s el ambiente.

Tom¨¢s Tejerina, miembro de la asociaci¨®n de veteranos paracaidistas, estaba exultante. Con la boina azul caracter¨ªstica, evocaba recuerdos de sus dos a?os de mili: "Fueron los m¨¢s felices de mi vida, a?os pioneros del paracaidismo". Desperdigados en el paseo, otros 44 miembros del colectivo contemplaron la exhibici¨®n. "Acudimos todos los a?os a la ciudad en la que se celebre el D¨ªa de las Fuerzas Armadas, pero tambi¨¦n hacemos jornadas de convivencia con entrenamientos en el t¨²nel de viento o saltos", explicaba.

Entre el p¨²blico hab¨ªa muchas familias con ni?os, vestidas de playa o de domingo; j¨®venes descamisados, ciclistas... Varios vendedores de productos militares montaron sus puestos y comerciales vestidos de camuflaje repart¨ªan publicidad para contratar juegos de combate con l¨¢ser.

Los actos terminaron con las acrobacias de la Patrulla ?guila, que dibuj¨® con humo la bandera espa?ola en el aire. Lentamente, el paseo fue despej¨¢ndose. Algunos militares, todav¨ªa con la pintura de camuflaje en la cara, aprovecharon para comer espetos de sardinas en los chiringuitos, otros, se prepararon para el siguiente evento. Por la tarde, se organiz¨® una jura de bandera y un festival de m¨²sica. Hoy est¨¢ previsto que los reyes presidan el acto central, un homenaje a la bandera y a los ca¨ªdos.