Nadal se rebela contra las dudas
El campe¨®n, "ansioso" bajo presi¨®n, reivindica su capacidad para ganar cuando de verdad importa y se cita en los cuartos con Soderling, el ¨²nico que le ha batido en Par¨ªs
El ideario es innegociable. Tras derrotar por 7-5, 6-3 y 6-3 al croata Ivan Ljubicic, Rafael Nadal est¨¢ en los cuartos de final de Roland Garros y de su boca salen frases lapidarias: "No estoy jugando lo suficientemente bien para ganar este torneo". El campe¨®n ha cedido 53 juegos, m¨¢s que nunca hasta esta ronda. Los anglosajones fotograf¨ªan su momento a trav¨¦s de unas estad¨ªsticas significativas, los pressure points (puntos jugados bajo presi¨®n, en traducci¨®n libre): aunque es el mejor del mundo al resto (gana el 38% y el 59% de los puntos jugados sobre el primer y el segundo saque del rival, respectivamente), es solo el und¨¦cimo en puntos de break aprovechados (46%).
Estos n¨²meros describen a un campe¨®n que duda precisamente donde antes gobernaba. ?l, sin embargo, no titubea. "Durante mi carrera, cuando me han exigido m¨¢s, m¨¢s he dado", advirti¨®, convencido de sus valores. "Yo disfruto de pasar situaciones que no son f¨¢ciles y de intentar superarlas", apostill¨®.
Lleva cedidos 53 juegos, m¨¢s que nunca hasta esta ronda del torneo
"Durante mi carrera, cuando me han exigido m¨¢s", recuerda, "m¨¢s he dado"
Estos son los tres pilares de la situaci¨®n. Nadal se enfrentar¨¢ en los cuartos al sueco Robin Soderling, el ¨²nico que ha sido capaz de derribar, hace dos a?os, al pentacampe¨®n en Par¨ªs. Nadal perder¨¢ el n¨²mero uno mundial si Novak Djokovic gana su pr¨®ximo partido, ya en las semifinales y contra el vencedor del duelo Roger Federer-Gael Monfils, despu¨¦s de que ayer el italiano Fognini renunciara por lesi¨®n a disputar con el serbio los cuartos. Y Nadal acumula 11 de 35 bolas de rotura contra los dos ¨²nicos rivales del top 40 que se ha cruzado en Par¨ªs, un 31% de efectividad, lo que describe su "ansiedad" cuando se enfrenta a situaciones de tensi¨®n como las propiciadas por la combinaci¨®n de las pelotas nuevas, de alto bote, y los dos sacadores que provocaron esa estad¨ªstica, el estadounidense Isner y Ljubicic.
"La ansiedad", dice Nadal, sorprendido por la desaz¨®n que desprenden las preguntas que escucha, "se nota cuando uno quiere hacer una cosa y no lo consigue, cuando no logras seguir el patr¨®n que t¨² quieres porque la ansiedad no te deja mantener la regularidad en los puntos. Puede ser puntual y despu¨¦s se supera". "Es jugar un pel¨ªn hacia arriba y hacia abajo. Por situaciones as¨ª hay que pasar. Bendito momento: cuartos de final en Roland Garros y seis finales seguidas. Todos menos uno de los tenistas del circuito [Novak Djokovic] lo habr¨ªan firmado. Tengo la mente abierta para buscar soluciones. No estoy tan lejos, pero me tengo que quitar un poco de nervios para la pr¨®xima ronda", a?ade.
?Cu¨¢l es el problema del espa?ol en la gesti¨®n de los puntos desequilibrantes al resto? ?Por qu¨¦ esa posici¨®n retrasada y poco agresiva contra el segundo saque, dos metros por detr¨¢s de la l¨ªnea? ?Qu¨¦ explica que Nadal lleve una buena temporada aferr¨¢ndose a los viejos h¨¢bitos, cuando sus mejores resultados llegaron desde la agresividad y el juego sobre la l¨ªnea de fondo? Est¨¢n las bolas nuevas. Est¨¢n los sacadores poderosos. Y est¨¢ la necesidad de encontrar buenas sensaciones.
"Hasta que Isner no baj¨® su porcentaje de saque, no pudo restar con comodidad", explica Toni Nadal, t¨ªo y entrenador del n¨²mero uno, sobre los problemas de su sobrino al resto contra el estadounidense, que salv¨® hasta 10 bolas de break. "Rest¨® muy lejos por dos razones: la pelota aqu¨ª bota mucho y tambi¨¦n busca as¨ª la sensaci¨®n de la bola, de la pista. Si est¨¢s cerca, todo es m¨¢s r¨¢pido, tiendes a hacer movimientos m¨¢s cortos. Buscaba hacer un movimiento largo. No fue bien. Pas¨® a restar un poco m¨¢s adelantado y de esa manera lo hizo mejor".
Nadal divide los grandes torneos, igual que los mejores tenistas de siempre, en dos fases. La primera semana es de adaptaci¨®n a las condiciones. La segunda, de ahora o nunca.
Llega Soderling, un gran sacador, especialista en hurgar con sus golpes planos en las bolas que deja cortas el espa?ol y que ya tiene el colmillo afilado tras dos finales consecutivas en Par¨ªs, dos derrotas, la primera ante Federer, la ¨²ltima ante Nadal. Nadal, el ogro de la arcilla, observa la llegada del sueco sin desasosiego, listo para una nueva batalla, consciente de qui¨¦n es, de d¨®nde est¨¢, y de todo lo que eso implica.
"No tengo la obligaci¨®n de jugar bien cada d¨ªa. El n¨²mero uno no siempre juega al nivel del n¨²mero uno", explica; "hay d¨ªas que puedes jugar al nivel del n¨²mero 30, o del n¨²mero 10, pero eres el n¨²mero uno porque la mayor¨ªa de d¨ªas eres regular; porque cuando juegas mal ganas y porque solo los grandes tenistas pueden lograr lo m¨¢s dif¨ªcil: ganar cuando no est¨¢n jugando bien".
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