Por ser socialistas
Alfredo P¨¦rez Rubalcaba acept¨® el s¨¢bado 28 de mayo ante el comit¨¦ federal su candidatura a las primarias que dirimir¨¢n entre quienes se presenten a las mismas, antes del 13 de junio, cu¨¢l ha de ser la cabeza de lista del PSOE en las elecciones generales del pr¨®ximo marzo. Se erig¨ªa as¨ª en primer aspirante a la presidencia del Gobierno.
Sus palabras de aceptaci¨®n intentaron cambiar un ambiente abatido, impregnado de fracaso. Dijo que el PSOE es un partido que no busca derrotas dignas sino victorias democr¨¢ticas. Afirm¨® que no se ganan las elecciones diciendo lo mal que lo va a hacer la derecha sino ofreciendo un proyecto propio. Ah¨ª reside su primera enmienda. Porque desde ya antes de la campa?a de las generales de 2008 desde La Moncloa se hab¨ªa preferido elegir como adversario al peor PP de entre todos los posibles, presentarlo como un peligro indeseable y favorecer as¨ª, por reducci¨®n al absurdo, la mejor cosecha de votos en evitaci¨®n de males mayores. Por eso, el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero pensaba obtener ventaja de la exasperaci¨®n sectaria por ejemplo de la Cope, calculando que ayudar¨ªa a que la grey socialista se mantuviera unida y votando, pese a los clamorosos fallos propios.
Ser del PSOE en estas elecciones, en vez de ser un valor a?adido, habr¨ªa restado
Tas escuchar sus relatos, a quienes hab¨ªan sido derrotados en las elecciones locales y auton¨®micas, incluso de los que contaban con alt¨ªsima valoraci¨®n, Rubalcaba les dijo: "Hab¨¦is perdido las elecciones por ser del PSOE". O sea, que esa pertenencia, en esta ocasi¨®n, en vez de ser un valor a?adido habr¨ªa sido lo contrario, habr¨ªa restado. Es como si la verg¨¹enza hubiera cambiado de acera. Antes afectaba a quienes se proclamaban de derecha, ahora la suscitar¨ªan quienes aparecen encasillados como socialistas. Un fen¨®meno que puede tener una traducci¨®n parlamentaria letal para un Gobierno que aspira a mantenerse hasta la extinci¨®n natural de la legislatura dentro de 10 meses.
Porque, tanto en la primera legislatura de Zapatero como en buena parte de la segunda, apoyar al PP se ve¨ªa por los distintos grupos parlamentarios como un desdoro con penalizaci¨®n a pagar ante la opini¨®n p¨²blica, mientras que ahora podr¨ªamos asistir a un deslizamiento que invirtiera las actitudes y dejara al Gobierno y a su grupo en el desvalimiento de una soledad inaguantable.
Desde luego, el an¨¢lisis de los resultados confirma en algunos casos el dictamen de Rubalcaba. Pero se impone indagar por qu¨¦ "ser del PSOE" se ha podido convertir en un estigma que encamina a la derrota.
El primer movimiento es el de echar la culpa al empedrado, a la crisis. Pero la crisis ha sido para todos, Su encaramiento tambi¨¦n ha sido desacertado por quienes bajo las siglas del PP comparec¨ªan ante las urnas en el ejercicio del poder municipal y auton¨®mico con trayectorias prolongadas de despilfarro, d¨¦ficit y corrupci¨®n y han quedado, sin embargo, indemnes o reforzados. Para unos ha sido el castigo rotundo; para otros, la indulgencia plenaria.
La segunda tentaci¨®n es la de recurrir a los errores de explicaci¨®n y al poder de percusi¨®n de la orquesta medi¨¢tica ensamblada por el PP. Porque su estruendo traza una impenetrable barrera del sonido. Pero aqu¨ª tampoco hay que dejar al PSOE exento de responsabilidades porque cada uno se ha ido labrando sus propios aliados medi¨¢ticos. Que Zapatero merezca reconocimiento por la neutralizaci¨®n pol¨ªtica de Televisi¨®n Espa?ola y de Radio Nacional, de modo que hayan dejado de ser el servicio dom¨¦stico del Gobierno de turno, no le exime de otros errores y caprichos, que han degradado la dieta televisiva y radiof¨®nica de los espa?oles en l¨ªnea con la Italia de Berlusconi.
Adem¨¢s, "ser del PSOE" ha sido tambi¨¦n para otros de cuyo nombre no quiero acordarme una espl¨¦ndida oportunidad de situarse ventajosamente en muchos lugares, que les han sido ofrecidos putantes se obsequiun prestare Deo, es decir, en los casos que examinamos, pensando obsequiar al Gobierno de Zapatero y predisponerlo as¨ª a favor.
Buen momento para recordar que quienes est¨¢n en el poder, en cualquiera de las formas en que este se nuclea, nos deben un comportamiento personal irreprochable pero adem¨¢s han de responder del comportamiento de sus entornos. Para ellos no existe la salvaci¨®n individual, a Poncio Pilato se le piden cuentas por cuanto pas¨® en su tiempo.
Llegados aqu¨ª, deber¨ªamos ocuparnos de examinar la renuncia de Carme Chac¨®n, quien anunci¨® el jueves 26 que no se presentar¨ªa a las primarias sin que constara su decisi¨®n de ser candidata. Los motivos, de salvaci¨®n p¨²blica, aducidos: evitar la divisi¨®n del partido, salvar la figura de Zapatero y no arriesgar la estabilidad del Gobierno, exigen la debida clarificaci¨®n. Veremos.
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