Felip Puig desoy¨® los avisos internos y de la Guardia Urbana contra la carga
El consejero catal¨¢n impuso la limpieza de la plaza Catalunya pese a los riesgos
La c¨²pula del Departamento de Interior catal¨¢n, cuyo titular es Felip Puig (CiU), desoy¨® los avisos de su divisi¨®n de Informaci¨®n y del Ayuntamiento de Barcelona sobre los riesgos y fallos de organizaci¨®n del operativo de limpieza del campamento de la plaza de Catalunya, seg¨²n fuentes que participaron en los preparativos. La intervenci¨®n degener¨® el pasado viernes en una brutal carga de los Mossos d'Esquadra y en enfrentamientos con violentos, que acabaron con 121 heridos (37 agentes, entre ellos) y un detenido, puesto en libertad pocas horas despu¨¦s.
Todas las partes implicadas -c¨²pula de Interior, mandos policiales de los Mossos, Informaci¨®n, Ayuntamiento y Guardia Urbana- descartaron desde el inicio desalojar la plaza. El segundo punto en com¨²n era la necesidad de retirar el material pesado y peligroso -bombonas de butano, objetos met¨¢licos...- ante la posibilidad de que una multitud celebrara la victoria del Bar?a en la vecina fuente de Canaletas.
"No se aprendi¨® del fallido desalojo de Sol", lamentan fuentes policiales
Las diferencias surgieron en los dos d¨ªas previos al operativo sobre el alcance de la limpieza y la estrategia a seguir, entre otros aspectos. La intenci¨®n de Puig y de los mandos de los Mossos era aplicar una limpieza total de la plaza con 350 antidisturbios y unos 100 agentes de la Guardia Urbana. Se iba a negociar con los acampados para que salieran de la plaza, dej¨¢ndoles volver luego, pero si los indignados se negaban la orden era imponer la limpieza total rode¨¢ndoles y blindando el per¨ªmetro de la plaza mientras las brigadas trabajaban.
Desde el servicio de Informaci¨®n se alert¨®, seg¨²n fuentes de las reuniones previas, del peligro que entra?aba esta contundencia con un movimiento que hasta entonces no hab¨ªa dado se?ales de violencia. "En su enorme mayor¨ªa, los acampados no tienen relaci¨®n con grupos violentos ni antisistema. Una minor¨ªa, quiz¨¢ menos del 10%, s¨ª. Intervenir de esa forma puede dar alas a los que no se niegan a participar en incidentes", explica una fuente policial. La segunda objeci¨®n de Informaci¨®n era la gran aglomeraci¨®n de gente y la violencia que pod¨ªa originarse en pleno centro de Barcelona.
Si los Mossos rodeaban a los acampados en la plaza, el efecto llamada pod¨ªa congregar a miles de personas en el per¨ªmetro, dejando a los antidisturbios rodeados. "Se cumplieron los dos avisos", lamenta esta fuente, que a?ade que "faltaron esfuerzos en buscar interlocutores para pactar la limpieza. Si el s¨¢bado, tras todo lo ocurrido, se pudo negociar, resulta dif¨ªcil de creer que antes no fuera posible".
Las objeciones desde la Guardia Urbana se centraban en el alcance de la limpieza. "Desde Interior se insist¨ªa en una limpieza total. Como autoridad, eres convincente si argumentas la necesidad de retirar objetos peligrosos. Si pretendes retirar hasta el ¨²ltimo cart¨®n, la gente duda de tu objetivo y multiplicas el riesgo", explica una fuente municipal.
Las fuentes consultadas coinciden en que "exist¨ªa el precedente de Madrid y no se aprendi¨® del frustrado desalojo en Sol". Tambi¨¦n, que "el empe?o en la limpieza total sin atender a los avisos" refuerza la idea de que lo que se "pretend¨ªa era un desalojo encubierto, con la esperanza de que los acampados se desanimaran al ver todo su campamento barrido. Al final, se acab¨® por reanimar una acampada que ya iba a la baja", se?ala un alto mando policial.
Un portavoz del Departamento de Interior, que declin¨® informar sobre las reuniones previas a la intervenci¨®n, repiti¨® ayer que el dispositivo era necesario por "los problemas de salubridad en la plaza, que entra?aban riesgo de plagas". Tambi¨¦n que "fue imposible encontrar interlocutores entre los acampados". Puig dar¨¢ a conocer las conclusiones de la investigaci¨®n en marcha, previsiblemente, la pr¨®xima semana.
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