Los combates siembran el caos en la capital de Yemen
Tropas leales a Saleh se enfrentan a las milicias tribales
El empecinamiento de Ali Abdal¨¢ Saleh en aferrarse al poder est¨¢ sumiendo Yemen en el caos. La fr¨¢gil tregua alcanzada la semana pasada entre la milicia del jefe tribal Sadeq al Ahmar y las fuerzas a¨²n leales a Saleh se rompi¨® en la madrugada de ayer. El enfrentamiento tiene poco que ver con el movimiento popular de oposici¨®n al presidente que se manifestaba de forma pac¨ªfica en las plazas de las principales ciudades del pa¨ªs. Se trata de una guerra entre familias que incluso si acaba con el control de los Saleh, har¨¢ muy poco por la modernizaci¨®n y cohesi¨®n del pa¨ªs.
"Est¨¢n luchando por las calles con artiller¨ªa. Desde la plaza de Tahrir hacia el norte de San¨¢, est¨¢ impracticable", relata por tel¨¦fono un residente que, como muchos de los que viven en esa parte de la capital, pas¨® de nuevo la noche en blanco.
39 personas han muerto en los choques armados de las calles de San¨¢
Seg¨²n un recuento de la agencia France Presse, 39 personas resultaron muertas en los combates, la mayor¨ªa soldados fieles a Saleh o milicianos del jeque Sadeq. Observadores occidentales estiman que 200.000 personas han abandonado la ciudad. "Se trata de una nueva guerra que no tiene que ver con la oposici¨®n, sino con una lucha de intereses entre la familia Al Ahmar y la familia de Saleh", explican fuentes diplom¨¢ticas europeas.
Despu¨¦s de cuatro meses de contestaci¨®n popular, que Saleh ha reprimido a sangre y fuego, el conflicto dio un inesperado giro la semana pasada cuando las fuerzas leales al presidente y las del jeque Sadeq se enfrentaron a ca?onazos en el barrio de Al Hasaba. Sadeq es el jefe de la confederaci¨®n tribal Al Hashed, la mayor del pa¨ªs y que desde marzo se puso de lado del movimiento de protesta inspirado por las revueltas de T¨²nez y Egipto. Los Al Ahmar, una poderosa familia pol¨ªtica y de empresarios, vieron una buena ocasi¨®n para minar el poder econ¨®mico de sus rivales, el hijo y los sobrinos de Saleh.
"Pens¨¢bamos que las fuerzas del presidente iban a recuperar las posiciones que perdieron la semana pasada, pero Al Ahmar son m¨¢s fuertes y han tomado varios ministerios e incluso la sede del partido de Saleh", declara un diplom¨¢tico. La web del Ministerio de Defensa confirma que los insurrectos han capturado el edificio del Congreso General del Pueblo y otro edificio cercano a la presidencia. "Est¨¢n ganando los tribales", resume la misma fuente. Tal es el temor del polit¨®logo Abdul¨¢ al Faqih. "Esta guerra va a reforzar el poder de las fuerzas tradicionales", se?ala en un correo electr¨®nico. "La situaci¨®n es peor de lo que parece desde el exterior", explica. Al Faqih que vive en el norte de la ciudad cuenta que en su zona solo hay electricidad dos horas al d¨ªa. Ayer la mayor¨ªa de las tiendas estaban cerradas y se formaron colas ante las gasolineras, donde el precio del combustible se ha triplicado.
"La situaci¨®n se vuelve ca¨®tica por momentos", apunta por su parte Javier Hergueta, el embajador espa?ol en Yemen. "Nuestra mayor preocupaci¨®n es la protecci¨®n de la colonia espa?ola y la defensa de la embajada", a?ade. Hergueta ha organizado la salida de la mayor¨ªa de los espa?oles y acogido a los tres o cuatro que quedan en su residencia.
A la vista de las circunstancias, Italia ha anunciado el cierre temporal de su embajada y la repatriaci¨®n de sus ciudadanos. Holanda tambi¨¦n se plantea una medida similar. Tambi¨¦n Kuwait y Qatar han retirado a sus diplom¨¢ticos. Ambos pa¨ªses forman parte del Consejo de Cooperaci¨®n del Golfo que durante los dos ¨²ltimos meses ha intentado sin ¨¦xito una mediaci¨®n. Saleh ha agotado la paciencia de sus vecinos ¨¢rabes despu¨¦s de que en tres ocasiones aceptara retirarse a cambio de la inmunidad para echarse atr¨¢s en el ¨²ltimo momento.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, reiter¨® ayer que Saleh hab¨ªa recibido "una muy buena oferta" y que la crisis no iba a resolverse si no dejaba el poder. Pero fuentes diplom¨¢ticas occidentales en Yemen consideran que "la opci¨®n pol¨ªtica se ha cerrado".
Adem¨¢s de los combates en la capital, esta semana se han abierto otros dos focos de conflicto. Por un lado, el Ej¨¦rcito y fuerzas locales tratan de recuperar la localidad costera de Zinjibar, donde se han hecho fuertes centenares de militantes islamistas y de Al Qaeda. Por otro, la ciudad de Taiz, 200 kil¨®metros al sur de San¨¢, sigue conmocionada despu¨¦s de que las tropas dispararan contra los manifestantes y dejaran medio centenar de muertos.
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