F¨¢bula de la rosa y la gaviota
El pasado domingo, tres millones y medio de personas vieron el pase n¨²mero 15 de Pretty Woman en TVE. Un 19% de la audiencia acudi¨® a la cita con Julia Roberts pasando por alto los indisolubles lazos del matrimonio y achacando al hegem¨®nico dominio blaugrana tama?a infidelidad virtual. La pel¨ªcula en cuesti¨®n fue programada por primera vez en 1994 y, por entonces, alcanz¨® una amplia mayor¨ªa absoluta con un 55,6% del share que daba para formar ayuntamientos monocromos de Ortigueira a Santa Pola. Por aquellos a?os, sin cable ni TDT, era normal que casi todos vi¨¦semos la misma pel¨ªcula a la misma hora, ahora es m¨¢s improbable que as¨ª ocurra porque la oferta se ha diversificado tanto que unos se lo montan con Padre Casares mientras otros prefieren a C¨¦sar Vidal. Han cambiado las mayor¨ªas.
?Es hora del 'harakiri' que la izquierda emprende casi siempre que la derrota la sacude?
Me vino a la cabeza el caso Pretty Woman cuando estos d¨ªas de resac¨®n municipal y auton¨®mico hemos vuelto a la clase de matem¨¢ticas y a los que los especialistas en estad¨ªstica denominan como "esperanza matem¨¢tica", aquella posibilidad de confirmar una tendencia subyacente y convertirla en algo real y patente.
Es cada vez m¨¢s dif¨ªcil serle fiel a una pel¨ªcula y no digamos a una formaci¨®n pol¨ªtica. La ¨²nica manera de explicar el varapalo sufrido por el PSOE en las ¨²ltimas elecciones es que la gente le ha puesto los cuernos con otra pel¨ªcula, aunque es cierto que m¨¢s de seis millones prefirieron volver a pecar con la misma de siempre. En cualquier caso, la "esperanza matem¨¢tica" no favorece hoy de ning¨²n modo a la bancada socialista ni a¨²n cuando Alfredo P¨¦rez Rubalcaba, su indiscutible mejor velocista, se convierta en Richard Gere. Mejor dicho, el cine de ideas que reclama la izquierda para salir del mal paso no puede competir con la f¨®rmula palomitas+refresco que con tanto ¨¦xito est¨¢ ofertando la derecha como aquellos inoxidables vendedores de bibliotecas que, puerta a puerta, iban rellenando los huecos de las estanter¨ªas. Si, adem¨¢s, al cine de ideas le sale un duro competidor que acampa en las plazas de Espa?a con el aire fresco de una cinematograf¨ªa independiente, peor imposible.
En fin, hemos llegado al pase n¨²mero 15 de Pretty Woman y a¨²n tiene resuello para tres millones y medio de almas, lo que puedo interpretarse como que no hay que dar por perdido nada ni a¨²n en momentos de m¨¢ximo desgaste. Lo que se avecina responde m¨¢s o menos a esta secuencia del gui¨®n: los muchachos de la rosa tienen diez meses para recomponer el desaguisado mientras los de la gaviota afrontan como una congregaci¨®n mariana el 2012 con todas las bater¨ªas antia¨¦reas engrasadas desde el poder municipal y la nueva mayor¨ªa auton¨®mica. La pel¨ªcula por lo dem¨¢s tiene "conflicto" como dir¨ªan los analistas. El peso de las reformas emprendidas va a seguir recayendo sobre los p¨¦talos de la rosa mientras la gaviota oculta cualquier vuelo rasante sobre las medidas antisociales que no tendr¨¢ m¨¢s remedio que adoptar cuando gobierne. En esta f¨¢bula de animales y plantas las cosas est¨¢n claras: la bella flor se va marchitando y el ave de insidioso graznido va preparando el nido en primera l¨ªnea de playa.
?Es el momento de la ideas? ?Es hora del harakiri que la izquierda emprende casi siempre que la derrota la sacude? A estas alturas de la pel¨ªcula sabemos ya que ni Rubalcaba ni los bomberos de Fahrenheit 451 pueden apagar las llamas aunque siempre pueden apelar a que el incendio perjudique por igual a unos que a otros, pero es bastante improbable que la gaviota caiga en la trampa y pise la manguera.
Adem¨¢s del largo recorrido de Pretty Woman las ¨²ltimas elecciones han demostrados tambi¨¦n un comportamiento que de cuando en cuando asola la Pen¨ªnsula y resulta poco rom¨¢ntico para el espectador: al personal empiezan a gustarle las maneras de Mourinho, de ?lvarez Cascos, de Sandok¨¢n o de los Mossos de Esquadra. En democracia hay que asumir estas cosas con todo el fair-play de que somos capaces y no hacer como Silvio Berlusconi que le ha echado la culpa a los milaneses de que votaran a la izquierda. "Os arrepentir¨¦is", dijo el presidente que amaba a las mujeres. Curiosamente, el mismo Don Silvio que nunca se ha cansado de llevar a la pol¨ªtica el gui¨®n de Pretty Woman.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.