La misi¨®n de Iago
Un joven con par¨¢lisis cerebral publica un libro sobre las capacidades del ser humano - "Mi objetivo en la vida es concienciar", resalta
Cuando Iago Santalla (Portomar¨ªn, Lugo, 1982) acudi¨® a su primera entrevista de trabajo, impoluto y sentado en su silla de ruedas, le preguntaron si las aceras ofrecen suficiente ayuda para los minusv¨¢lidos. Su respuesta fue la siguiente: "No me preocupan las barreras de las aceras, sino los bordillos de las conciencias".
Santalla no quiere que se le considere un desgraciado. Tiene una par¨¢lisis cerebral irreversible y ello le ha deparado m¨¢s de una desagradable situaci¨®n. "Cuando la gente me ve, cuando comprueba c¨®mo me muevo, solo atisba el problema y me presupone una discapacidad mental. Eso me convierte en un minusv¨¢lido, en un denostado", asegura.
Sin embargo, el joven gallego es todo un ejemplo de superaci¨®n y de amor a la vida. Pese a su enfermedad, es educador social, posgrado en Servicios Sociales y doctor en Humanidades. Adem¨¢s, tiene dos libros publicados. El ¨²ltimo, El il¨ªmite del potencial humano, escrito junto a Manuel Rivero, fue presentado ayer por ambos en el cierre del programa de Habilidades Directivas y Coaching de la Universidad de Deusto de Bilbao.
Santalla es doctor en Humanidades, educador social y posgrado en Servicios Sociales
"Me preocupan los bordillos de las conciencias, no los de las aceras", apunta
Ambos forman una pareja entra?able. Se conocieron hace un a?o y comenzaron a reunirse a diario. Rivero afirma haber sido alumno de Iago, quien le ha ense?ado a romper barreras y a disfrutar de la vida. "Iago me ha demostrado que se puede ser feliz a pasar de las circunstancias, que todos tenemos que subirnos a la mesa y creer que tenemos algo que aportar", remarca Rivero.
Eso es, precisamente, la lecci¨®n que Santalla desea impartir. El joven gallego cree que todo el mundo tiene discapacidades y, a la vez, virtudes que desarrollar. "Todos somos absolutamente limitados e ilimitados. Podemos llegar adonde queramos", indica.
Iago resalta que la sociedad actual no est¨¢ concienciada. "El Estado de bienestar no existe", asevera. Seg¨²n explica, la Ley Social de los Minusv¨¢lidos de 1982 se cre¨® pocos meses despu¨¦s de su nacimiento, pero no se desarroll¨®. "Si hubiera sido as¨ª, mi madre no tendr¨ªa que haber peleado tanto", destaca.
Posteriormente, la Ley de Igualdad, No Discriminaci¨®n y Accesibilidad Universal de 2003, que establec¨ªa sanciones, le satisfizo. "Me pareci¨® maravillosa, pero nadie la cumpli¨®. Si no escolarizas a un discapacitado, no pasa nada. Pero, si no escolarizas a cualquier otro ni?o, te mandan al ej¨¦rcito los GEOS, a la CIA o al FBI a casa", bromea.
No obstante, el joven accedi¨® a la ense?anza p¨²blica, de lo que se siente orgulloso. Ufano, subraya el papel de su madre en su formaci¨®n y quiere servir ahora de ejemplo para otras personas. Rivero ya ha aprendido de su experiencia de superaci¨®n y sus libros persiguen este objetivo. Iago sentencia: "Creo que mi misi¨®n en esta vida es concienciar".
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