Las autonom¨ªas del PP tiran del gasto
Las comunidades aut¨®nomas gobernadas por el partido de Rajoy gastaron en el primer trimestre un 10,1% m¨¢s, casi el cu¨¢druple que el resto (2,6%)
Hay estad¨ªsticas que desmontan los clich¨¦s. El Partido Popular (PP) defiende que es austero all¨ª donde gobiernan y critica al PSOE por ser propenso al gasto. Pero la trayectoria de las comunidades aut¨®nomas en el primer trimestre del a?o desmiente ese principio. Los Gobiernos del PP han gastado el 10,1% m¨¢s que hace un a?o, un porcentaje que pr¨¢cticamente duplica la media de Administraciones socialistas y casi cuadruplica el del resto de las comunidades. Con todas las cautelas -el primer trimestre puede ser algo err¨¢tico-, los datos evidencian que las elecciones han condicionado muchas decisiones de gasto.
El de 2011 es el a?o del gran ajuste auton¨®mico. Tras un ejercicio en el que el Estado aport¨® las mayores medidas de austeridad (rebaja de salarios p¨²blicos, recorte dr¨¢stico de la inversi¨®n, freno al gasto en medicamentos...), las comunidades deber¨¢n concentrar ahora el grueso de los sacrificios. El ritmo de gasto mostrado en el arranque del a?o permite albergar serias dudas sobre el cumplimiento de las metas finales: un d¨¦ficit del 1,3% del PIB para las comunidades en todo el a?o. En solo tres meses, ya han consumido casi la mitad (el 0,46%) de ese margen.
Los datos muestran que las elecciones han condicionado los presupuestos
En tres meses se lleg¨® casi al 50% del d¨¦ficit auton¨®mico previsto para el a?o
La clasificaci¨®n por colores pol¨ªticos camufla muchos matices, pero permite cuestionar el programa de Gobierno aut¨®nomo que acaba de elaborar el l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, basado en la austeridad de las cuentas p¨²blicas. Porque tomando como referencia la media (que Murcia reorienta mucho a la baja al aportar el segundo mayor recorte del gasto en ese periodo), las comunidades gobernadas por el PP elevaron un 10,1% el gasto, seg¨²n los c¨¢lculos realizados por este peri¨®dico a partir de las cifras publicadas el martes por el Ministerio de Econom¨ªa.
El resto de comunidades aceler¨® el gasto una media del 2,6% y si se incluyen solo las socialistas (que ser¨¢n muchas menos cuando se formen los Gobiernos surgidos de las urnas el pasado 22 de mayo), el gasto creci¨® un 5,9% (ver cuadro). Estos c¨¢lculos se refieren al gasto sin operaciones financieras, que es el que da la medida del ajuste. La subida global se produjo en un momento en que los ingresos no permiten sostenerla. Los recursos de las arcas auton¨®micas retrocedieron un 2,2% en ese periodo.
Aunque el primer trimestre no ofrece datos definitivos sobre el ejercicio, resulta inevitable recurrir a las elecciones para explicar la tendencia actual. La vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado, lo dej¨® entrever en la presentaci¨®n que realiz¨® de los datos esta semana.
"Las elecciones han podido introducir una cierta distorsi¨®n en este sentido", corrobora ?ngel de la Fuente, investigador del CSIC experto en cuentas regionales. Facturas que se pagan antes de dejar el Gobierno por la incertidumbre de lo que vendr¨¢, inversiones que se ponen en marcha e incluso algunas contrataciones (los ¨²ltimos datos de la Seguridad Social muestran un inexplicable aumento del empleo p¨²blico en mayo) inducen a pensar que este primer trimestre hubiera resultado distinto sin la cita electoral.
C¨¦sar Cantalapiedra, analista de cuentas auton¨®micas de AFI, aporta otro argumento: en el primer trimestre, cuando la disponibilidad de recursos es mayor, muchas comunidades aprovechan para anotarse porciones de d¨¦ficits que se arrastran durante mucho tiempo, como el sanitario. Cantalapiedra cree que estos efectos se ir¨¢n corrigiendo y que las comunidades "tendr¨¢n que hacer m¨¢s esfuerzo en la segunda mitad del a?o".
El arranque del ejercicio result¨® muy diferente en la Administraci¨®n central, que redujo un 24% sus gastos no financieros. Pese a gestionar parcelas distintas (las comunidades se encargan de la sanidad, la educaci¨®n y partidas sociales dif¨ªciles de recortar), las cifras dan idea de que el Ejecutivo reaccion¨® antes a la necesidad de reconducir los desequilibrios. A las diferencias de gasto hay que a?adir las de recuento: las cifras auton¨®micas est¨¢n expresadas en contabilidad presupuestaria, diferente de la de caja que se suele emplear para el Estado. "Las comunidades no est¨¢n acostumbradas a reducir gastos. Como no han hecho los deberes antes, ahora las cosas son m¨¢s dif¨ªciles. Tendr¨ªan que haber empezado hace mucho tiempo", reflexiona ?ngel de la Fuente.
La partida que m¨¢s claramente refleja la contracci¨®n del gasto es precisamente la de personal, fruto del recorte de salarios a los funcionarios y la magra sustituci¨®n de empleados p¨²blicos que ha impuesto el Gobierno central. Todas las comunidades se anotan ca¨ªdas en esta partida. La excepci¨®n es Andaluc¨ªa, pero obedece a diferencias de calendario en el pago de cotizaciones sociales, seg¨²n explic¨® Salgado.
En cambio, la inversi¨®n evoluciona de forma muy dispar. Ocho comunidades han encontrado en esta partida una forma menos traum¨¢tica de enderezar las cuentas, al igual que est¨¢ haciendo el Estado. Otros territorios a¨²n registran crecimientos exponenciales.
Por encima de todas las cr¨ªticas, C¨¦sar Cantalapiedra insta a la responsabilidad en el an¨¢lisis de las cuentas auton¨®micas. "El sobrecoste que pagan las comunidades por su deuda se debe en buena medida al cuestionamiento permanente de sus cifras. Hay que ayudar a que los inversores extranjeros se interesen por las comunidades", recomienda.
Madrid y Catalu?a cambian de bando
El comportamiento de Madrid y Catalu?a da idea de que los datos de marzo pueden no ser definitivos. Madrid, paradigma de las comunidades cumplidoras, y Catalu?a, una de las que m¨¢s dificultades muestran para cuadrar sus cuentas, se han intercambiado los papeles.
La comunidad presidida por Esperanza Aguirre ha elevado su gasto un espectacular 21%, hasta generar un d¨¦ficit del 0,6% del PIB en marzo. Y la Generalitat lo ha contenido un 3,6%, con un saldo casi equilibrado. En ambos casos, se trata de cuentas condicionadas por circunstancias especiales. Madrid argumenta que esas distorsiones obedecen a que se han adelantado pagos a empresas y familias para aliviarles la crisis. Es la misma explicaci¨®n que ha recibido el Ministerio de Econom¨ªa, que no tiene motivos para dudar porque hasta ahora Madrid ha cumplido, explican fuentes de este departamento.
En Catalu?a ocurre lo contrario. Pese al buen arranque del a?o, la Generalitat ha presentado esta semana unas cuentas que desaf¨ªan los compromisos adquiridos ante el Gobierno central y el resto de comunidades.
El presupuesto auton¨®mico para 2011 prev¨¦, de entrada, un d¨¦ficit del 2,6% del PIB, el doble de lo acordado. Coincidencia o no, el proyecto se anunci¨® el mismo d¨ªa en que la vicepresidenta y ministra de Econom¨ªa, Elena Salgado, informaba del comportamiento auton¨®mico hasta marzo. Con todos los cambios que se produzcan hasta final de a?o, lo m¨¢s probable es que el saldo auton¨®mico supere lo establecido, como ocurri¨® en 2010, a costa del margen del Estado, que previsiblemente no agotar¨¢ lo previsto. Nada grave siempre que la suma no supere el santificado 6%.
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