La deforestaci¨®n avanza a un ritmo de 14.000 hect¨¢reas al d¨ªa
La ONU alerta de la p¨¦rdida de ¨¢rboles en la Amazonia y la cuenca del Congo
Hoy mismo, D¨ªa Mundial del Medio Ambiente, dedicado en esta edici¨®n a los bosques, estos perder¨¢n en todo el mundo un ¨¢rea equivalente a 14.276 campos de f¨²tbol. La comparaci¨®n con esta superficie deportiva (equivalente a una hect¨¢rea) es la m¨¢s socorrida a la hora de asimilar la magnitud de la deforestaci¨®n mundial, pero tambi¨¦n la m¨¢s comprensible por la opini¨®n p¨²blica y la que ayuda a concienciar sobre el problema. Reincidimos: antes de que termine de leer este art¨ªculo, m¨¢s de 40 campos de f¨²tbol repletos de pinos, palmeras, nogales y heveas habr¨¢n sucumbido ante moto-sierras y bulldozers.
El dato de la p¨¦rdida de 5,2 millones de hect¨¢reas al a?o de superficie forestal lo aporta el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que conmemora hoy su d¨ªa especial con sendos actos en Nueva Delhi (India) y Nairobi (Kenia) bajo el lema Bosques, naturaleza a tu servicio. El objetivo del PNUMA es reforzar el actual A?o Internacional de los Bosques y presentar el informe Bosques en una econom¨ªa verde, donde se detallan los beneficios econ¨®micos, ambientales, sanitarios y sociales que reporta una inversi¨®n eficaz en su gesti¨®n y protecci¨®n.
Una cuarta parte de la poblaci¨®n depende de las grandes forestas
Brasil aumenta la cesi¨®n de tierras boscosas al ganado y a la agricultura
M¨¢s de una cuarta parte de la poblaci¨®n mundial depende directamente de esos beneficios que aportan las grandes forestas y la mitad de las grandes ciudades deben la existencia de un saludable suministro de agua al buen estado de los bosques. Entre esta labor silenciosa que realizan millones de ¨¢rboles est¨¢ la de servir de freno a grandes cat¨¢strofes. Miles de personas murieron en 1998 en Centroam¨¦rica a consecuencia del hurac¨¢n Mitch, muchas de ellas sepultadas por deslizamientos de tierras agravadas por la deforestaci¨®n de las monta?as. No hab¨ªa ¨¢rboles, ni tampoco ra¨ªces, que retuvieran la avalancha de suelo y agua.
Las celebraciones y presentaciones de Nueva Delhi y Nairobi cogen el testigo de Brazzaville (Congo), donde el viernes concluy¨® una conferencia impulsada por otro organismo de la ONU, la FAO, en la que participaron 35 pa¨ªses de las tres grandes masas forestales tropicales del planeta: Amazonia, cuenca del Congo y sudeste asi¨¢tico (principalmente Indonesia). Seg¨²n la FAO, la tasa de destrucci¨®n de estos tres pulmones verdes, que representan el 80% de toda vegetaci¨®n arb¨®rea del tr¨®pico, se redujo un 25% en la primera d¨¦cada del siglo XXI, pero sigue siendo alarmantemente alta en algunos pa¨ªses.
Mette Wilkie, coordinadora de Evaluaci¨®n de Recursos Forestales de la FAO, present¨® un informe en el que se constata que "pa¨ªses que anteriormente presentaban altos niveles de p¨¦rdida de bosques, como Brasil e Indonesia, han mejorado, aunque esto no nos puede llevar a la complacencia, especialmente por la amenaza que supone la agricultura". "La deforestaci¨®n sigue siendo mayor de lo que deber¨ªa ser", conclu¨ªa Wilkie en unas declaraciones a la agencia Reuters. Adem¨¢s, los ¨²ltimos acontecimientos acaecidos en el pa¨ªs sudamericano no hacen albergar grandes esperanzas.
El pasado 24 de mayo, la C¨¢mara de Diputados de Brasil aprob¨® por una aplastante mayor¨ªa (410 votos a favor y 63 en contra), el nuevo C¨®digo Forestal, que ampl¨ªa la concesi¨®n de tierras boscosas a agricultores y ganaderos. M¨¢s apurada, pero igualmente ganadora, fue la votaci¨®n de la enmienda que contempla la amnist¨ªa para los delitos de deforestaci¨®n cometidos hasta 2008: 273 diputados a favor y 187 en contra. Fue todo un s¨ªntoma que en los d¨ªas previos a la votaci¨®n, cuando se preve¨ªa claramente el sentido del voto, el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciais confirmara que la deforestaci¨®n de la Amazonia entre marzo y abril lleg¨® a las 59.300 hect¨¢reas, un crecimiento del 473% respecto al mismo per¨ªodo del a?o anterior.
El debate se vio a¨²n m¨¢s enturbiado por el asesinato de Joao Claudio Ribeiro da Silva y su esposa, Maria do Espirito Santo, quienes trabajaban activamente en la defensa de la Amazonia y sus habitantes promoviendo la extracci¨®n de recursos renovables, principalmente caucho y frutos. A pesar de todo, la reforma fue ampliamente defendida por miembros del Partido Comunista de Brasil y del Partido de los Trabajadores, al considerar que no promueve en absoluto la deforestaci¨®n, sino el desarrollo de millones de agricultores y ganaderos.
Miguel ?ngel Soto, responsable de la campa?a de Bosques de Greenpeace, tampoco ve que las cosas mejoren en las otras dos grandes masas tropicales: "Es cierto que Indonesia acaba de aprobar una moratoria para otorgar nuevas concesiones forestales, pero lo que ya est¨¢ concedido no se toca, incluidas enormes extensiones de bosques que suministran pasta a grandes corporaciones chinas de fabricaci¨®n de papel y embalajes". En cuanto a la cuenca del Congo, Soto espera "que los nuevos reglamentos de la Uni¨®n Europea frenen la tala y el comercio ilegal de madera que se da en pa¨ªses como Camer¨²n, Gab¨®n y la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo".
Es cierto que las mayores tasas de deforestaci¨®n se producen en los bosques tropicales, y que estos albergan las m¨¢s altas cotas de biodiversidad del planeta, pero los del Hemisferio Norte tambi¨¦n tienen su peso espec¨ªfico. No en vano, la Federaci¨®n Rusa tiene la mayor superficie del mundo, con 810 millones de hect¨¢reas. Espa?a, con 18 millones de hect¨¢reas, ocupa el cuarto puesto en Europa, tras Rusia, Suecia y Finlandia, pero tiene una mayor diversidad de ecosistemas forestales.
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