El presidente de Yemen tiene graves quemaduras y un pulm¨®n perforado
Las fuerzas rebeldes afirman haber conquistado Taiz, tercera ciudad del pa¨ªs
El presidente yemen¨ª, Ali Abdal¨¢ Saleh, se encuentra m¨¢s grave de lo que sus leales han admitido. Fuentes diplom¨¢ticas ¨¢rabes y occidentales se?alaban ayer que tiene quemaduras en el 40% del cuerpo, incluida la cara, y que una esquirla de madera le habr¨ªa perforado un pulm¨®n. Esas lesiones, consecuencia de un ataque contra el palacio presidencial el pasado viernes, cambiar¨ªan la ecuaci¨®n pol¨ªtica en Yemen, donde la seguridad contin¨²a deterior¨¢ndose y la presi¨®n para que Saleh deje el poder aumenta.
A falta de un parte m¨¦dico oficial del Hospital de las Fuerzas Armadas saud¨ªes donde se encuentra ingresado, se extienden los rumores, como ha sucedido con el origen de la explosi¨®n en la que result¨® herido. Aunque inicialmente se habl¨® de uno o dos proyectiles, primero atribuidos al clan rival de los Al Ahmar y m¨¢s tarde al general disidente Ali Mohsen, ahora se especula con una bomba escondida dentro de la mezquita en la que el presidente y otros altos cargos rezaban, posiblemente en el p¨²lpito. Eso explicar¨ªa el pedazo de madera que al parecer le ha causado una herida de siete cent¨ªmetros de profundidad y alcanzado el pulm¨®n.
La web de The New York Times asegura que Saleh, de 69 a?os, tambi¨¦n tiene un derrame en la cabeza, seg¨²n tres funcionarios estadounidenses. La misma fuente indica que las quemaduras no ponen en peligro su vida. La televisi¨®n saud¨ª Ekhbariya, por su parte, inform¨® de que el lunes fue sometido a dos intervenciones quir¨²rgicas, pero no especific¨® su naturaleza. Seg¨²n esta cadena, el presidente regresar¨¢ a Yemen "en cuanto se recupere". Algunos portavoces saud¨ªes hablaron de un periodo de convalecencia de dos semanas, pero las fuentes citadas por The New York Times lo alargaban a meses.
Cuanto m¨¢s tiempo permanezca fuera de su pa¨ªs, m¨¢s complicado parece que pueda recuperar el poder. Tanto sus adversarios pol¨ªticos como sus hasta ahora aliados extranjeros (Arabia Saud¨ª, EE UU y la UE) est¨¢n trabajando contra reloj para alcanzar un pacto que garantice una r¨¢pida transici¨®n pol¨ªtica y frene el progresivo deterioro de la seguridad. Miles de yemen¨ªes se manifestaron ayer por la tarde frente a la casa del vicepresidente Abd Rabbo Mansur Hadi para expresar su rechazo al regreso de Saleh y pedir que se forme un consejo presidencial transitorio hasta la elecci¨®n de un nuevo Gobierno.
Con anterioridad, el Ej¨¦rcito anunci¨® que hab¨ªa recuperado Zinyibar, la capital de la provincia de Abyan, en la costa del ?ndico, que desde el pasado 29 de mayo se encontraba en manos de islamistas identificados por el r¨¦gimen como miembros de Al Qaeda. La oposici¨®n acus¨® a Saleh de haber orquestado esa toma para fomentar la idea de que sin ¨¦l Yemen caer¨ªa en manos de ese grupo terrorista que ya tiene bases seguras en el centro del pa¨ªs. Cierto o no, la intervenci¨®n militar caus¨® 30 muertos entre los militantes. El Ministerio de Defensa no precis¨® el n¨²mero de bajas entre sus filas, pero la agencia Reuters hablaba de 15 soldados muertos. Los enfrentamientos vaciaron la ciudad de la mayor¨ªa de sus 50.000 habitantes.
Tambi¨¦n hubo combates en Taiz, la tercera ciudad del pa¨ªs y donde primero arraig¨® el movimiento popular contra Saleh. Un jefe tribal asegur¨® a France Presse que la ciudad estaba en manos de los rebeldes, extremo desmentido por las autoridades.
"Fuerzas tribales armadas se han desplegado para proteger a los manifestantes pac¨ªficos tras el genocidio", se?al¨® el jefe del consejo tribal de Taiz. El pasado 30 de mayo las tropas de Saleh intentaron acabar por la fuerza con la protesta y causaron medio centenar de muertos.
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