En busca de un Valle para todos los Ca¨ªdos

Sepultado por una losa de granito de 1.500 kilos, Franco resiste, desafiando al tiempo y al olvido. M¨¢s de 35 a?os despu¨¦s de su muerte, todav¨ªa hay intelectuales que se resisten a llamarle dictador, como ha evidenciado el pol¨¦mico diccionario de la Real Academia de la Historia. Y medio siglo despu¨¦s de su inauguraci¨®n, el mayor s¨ªmbolo del franquismo, el monumento que ¨¦l ide¨®, precisamente, para inmortalizar su victoria, el Valle de los Ca¨ªdos, sigue intacto, regido por los mismos principios y decretos que ¨¦l dej¨® atados y bien atados. El Gobierno de Adolfo Su¨¢rez y el primero de Felipe Gonz¨¢lez intentaron crear sendas comisiones para actuar sobre el monumento y ambos fracasaron. Ahora, a menos de un a?o para las elecciones, el Ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero ha constituido un grupo de expertos para que en un plazo de cinco meses elaboren un plan para arrebatarle a Franco esa ¨²ltima plaza en la que todav¨ªa resiste y darle otro significado. "No existe nada parecido en el mundo", repiten, con una mezcla de emoci¨®n y respeto por la tarea, varios de ellos, entre los que hay historiadores, juristas, fil¨®sofos y un monje benedictino. EL PA?S pregunt¨® a expertos de esa comisi¨®n y a otros c¨®mo convertir ese "monumento a la guerra y el nacionalcatolicismo", en palabras del ministro de la presidencia, Ram¨®n J¨¢uregui, en "un lugar de memoria reconciliada".

Su¨¢rez y Gonz¨¢lez fracasaron en su intento de intervenir en el monumento

"Espa?a se ha resistido a mirar al pasado", dice el fil¨®sofo Reyes Mate

Qu¨¦ hacer en el Valle de los Ca¨ªdos es la gran pregunta, pero la primera es: ?por qu¨¦ no se ha hecho antes? ?Por qu¨¦, 35 a?os despu¨¦s de su muerte, sigue siendo lo que Franco quiso que fuera?

"Por miedo", asegura el historiador Ricard Vinyes, miembro de esa comisi¨®n de expertos. "Porque no ha habido voluntad de hacerlo, ni sensibilidad para abordarlo. Lo cual es incre¨ªble, porque es el lugar de memoria de los vencedores m¨¢s importante que la dictadura leg¨®. Es demasiado grande, con muchas partes implicadas y no sab¨ªan qu¨¦ hacer. Y cuando preguntaban, no les gustaba lo que algunos dec¨ªamos", a?ade Juli¨¢n Casanova, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea y uno de los expertos que los familiares de los republicanos enterrados en el monumento pidieron que estuviera en la comisi¨®n. Casanova no cree que "las memorias puedan reconciliarse". "Es un monumento de vencedores y as¨ª hay que mantenerlo, pero explicado, con carteles, documentos y documentales, desde la democracia".

Santiago Carrillo cree que si no se ha intervenido antes es "porque la derecha no ha roto todav¨ªa con el franquismo y la izquierda es muy t¨ªmida, incapaz de enfrentarse pol¨ªticamente a los prejuicios de una parte de la opini¨®n p¨²blica". Y el fil¨®sofo Reyes Mate, miembro de la comisi¨®n, opina que el retraso obedece a que "la cultura dominante en Espa?a y en Europa ha sido la cultura del olvido. Ha habido una resistencia a mirar al pasado porque muchos piensan que la memoria es peligrosa, que crea problemas, cuando en realidad, es la condici¨®n para alcanzar soluciones".

Por miedo, repiten unos y otros. "Es una oportunidad hist¨®rica y a la vez un reto tan colosal como la cruz que lo corona. Debemos de ser concienzudos, imaginativos, y sobre todo, valientes", asegura Francisco Ferr¨¢ndiz, antrop¨®logo social e investigador del CSIC miembro de la comisi¨®n. "Lo que tenemos que hacer es volar el Valle de los Ca¨ªdos como met¨¢fora. Darle totalmente la vuelta. No basta con poner carteles encima de cada piedra explicando lo que son", a?ade Vinyes.

Ese miedo tambi¨¦n resiste. El temor a la reacci¨®n de determinados medios de comunicaci¨®n ha provocado que la comisi¨®n haya hecho un pacto de silencio para no informar de sus ideas hasta que hayan concluido su informe.

En cualquier caso, el futuro Valle de los Ca¨ªdos ha comenzado a dibujarse. Mantendr¨¢ la gran cruz, de 150 metros de alto -la Federaci¨®n de Foros por la Memoria ped¨ªa su voladura, por considerarla "equivalente a una esv¨¢stica"- y a la comunidad benedictina -pese a que algunos de estos expertos son partidarios de convertirlo en un lugar laico-. Y a?adir¨¢ un memorial que sirva de homenaje a las v¨ªctimas all¨ª enterradas y a los presos pol¨ªticos que fueron obligados a construirlo. Al menos, estas son las grandes l¨ªneas que J¨¢uregui ha marcado a la comisi¨®n.

Pero la cuesti¨®n m¨¢s delicada que ha de decidir este grupo de expertos es si los restos de Franco y Primo de Rivera deben permanecer all¨ª. Varios de ellos opinan que no es posible darle otro significado al Valle de los Ca¨ªdos dejando al dictador donde est¨¢ y propondr¨¢n entregar los restos a su familia para que lo entierren donde quieran, por ejemplo, en el cementerio de Mingorrubio, a las afueras de El Pardo, junto a su mujer. Distinto podr¨ªa ser el tratamiento de Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera, que muri¨® fusilado en Alicante al principio de la Guerra Civil y, al contrario que Franco, s¨ª puede considerarse una v¨ªctima de la Guerra Civil.

"Retirar los restos de Franco del Valle de los Ca¨ªdos ser¨ªa un gesto simb¨®lico muy poderoso", explica uno de los expertos de la comisi¨®n. Otro es partidario de dejarlo donde est¨¢ y llevar al monumento todas las estatuas del dictador que se han ido retirando, con la convicci¨®n de que si es un Estado democr¨¢tico el que lleva a cabo esta operaci¨®n, cambiar¨ªa totalmente de significado.

Si la comisi¨®n decide finalmente que es necesario exhumar los restos de Franco, el Gobierno deber¨ªa iniciar gestiones con la familia. Este peri¨®dico intent¨® sin ¨¦xito contactar con Carmen Franco Polo. Pero Emilio de Miguel, portavoz de la Fundaci¨®n Nacional Francisco Franco, que preside la hija del dictador, opina al respecto: "Franco merece un respeto, como todos los muertos. Si quieren hacer un museo hay monte libre para hacerlo, no all¨ª".

Pero Franco y Primo de Rivera no son los ¨²nicos enterrados en el Valle de los Ca¨ªdos, que adem¨¢s de monumento al franquismo es la mayor fosa com¨²n de Espa?a, con 33.833 personas enterradas -el equivalente a la ciudad de Teruel-. Entre ellas hay, adem¨¢s, centenares de republicanos fusilados que fueron exhumados de las fosas comunes a las que hab¨ªan sido arrojados y llevados en 491 traslados al mausoleo para ser enterrados junto a su verdugo sin el consentimiento de sus familias. Once de ellas reclaman ahora que les devuelvan sus restos para enterrarlos donde ellos quieran. Responder a esta petici¨®n va a ser otro de los grandes retos de esta comisi¨®n.

Los forenses que el Gobierno envi¨® para analizar el estado de esos huesos concluyeron en febrero que es imposible identificarlos, por estar mezclados y muy deteriorados. Pero J¨¢uregui ha encomendado a esta comisi¨®n que explore todas las posibilidades, para lo cual los expertos solicitar¨¢n el asesoramiento externo de otros especialistas, espa?oles y extranjeros, incluido uno elegido directamente por los afectados. Fausto Canales, hijo y sobrino de republicanos enterrados en el Valle, asegura que solo volver¨¢ a ese lugar para llevarse a los suyos.

Como explic¨® la historiadora Queralt Sol¨¦ en Los muertos clandestinos, Franco no ten¨ªa intenci¨®n de incluir a los miles de fusilados repartidos por fosas comunes en toda Espa?a que finalmente acabaron en el Valle. "No sacrificaron nuestros muertos sus preciosas vidas para que nosotros podamos descansar", dijo en la inauguraci¨®n del monumento, en abril de 1959. "Nuestros muertos". Pero en contra de lo que pensaba, muchas viudas del bando nacional no autorizaron los traslados y Franco se vio obligado a pedir por carta y "con urgencia" a los Ayuntamientos restos con los que alimentar el mausoleo. Estos contestaron que no ten¨ªan muertos franquistas, pero s¨ª muchas "fosas del ej¨¦rcito rojo". Adem¨¢s, les ven¨ªa muy bien deshacerse de estos enterramientos que en muchos casos les imped¨ªan ampliar el cementerio municipal.

Sol¨¦ propone dejar los restos de Franco y Primo de Rivera donde est¨¢n para que "el Valle se conserve como la tumba fara¨®nica que el dictador se hizo construir" y sirva de "ejemplo de lo que no debe volver a ocurrir". Pero es partidaria de exhumar "sin distinci¨®n los dem¨¢s restos, poco a poco, con un presupuesto anual".

Casanova tambi¨¦n dejar¨ªa a Franco en su tumba. "?l la construy¨® para su gloria y hay que explicarlo. Jos¨¦ Antonio deber¨ªa aparecer con los restos de los otros m¨¢rtires porque el personaje vivi¨® hasta el 20 de noviembre de 1936 y despu¨¦s fue inventado por el franquismo. En febrero de 1936 ni sali¨® elegido diputado y dirig¨ªa un partido minoritario antes del golpe de Estado de julio".

Miguel Herrero y Rodr¨ªguez de Mi?¨®n, jurista que ocup¨® varios cargos en el PP y actualmente es miembro del Consejo de Estado, adem¨¢s de integrante de esta comisi¨®n de expertos, opina que una de las cuestiones m¨¢s delicadas es la gesti¨®n del Valle de los Ca¨ªdos. De la comisi¨®n ha de salir un nuevo convenio con la comunidad benedictina, la que actualmente se encarga del recinto, cuya conservaci¨®n y mantenimiento paga Patrimonio Nacional, pese a que el monumento no aparece en su relaci¨®n de bienes propios, es decir, que el Valle de los Ca¨ªdos no tiene un due?o definido.

La ley de memoria hist¨®rica establece que la Fundaci¨®n gestora del Valle (que hoy se rige por un decreto franquista de 1959) "incluir¨¢ entre sus objetivos rehabilitar la memoria de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil y la represi¨®n" y "profundizar en el conocimiento de este per¨ªodo hist¨®rico y de los valores constitucionales". Hasta ahora la comunidad benedictina se ha dedicado b¨¢sicamente a celebrar misas y acoger car¨ªsimos campamentos de verano de colegios privados como St. Michaels School.

Rodr¨ªguez de Mi?¨®n le quita hierro al asunto: "No es como volver a hacer la Constituci¨®n. Con buena voluntad y criterio sacaremos esto adelante", pero varios de sus compa?eros en la comisi¨®n creen que el futuro del Valle de los Ca¨ªdos pasa necesariamente por su desacralizaci¨®n. "Me preocupa la presi¨®n que pueda ejercer la Iglesia tanto como que sea el PP el que tenga que gestionar este informe", admite Vinyes.

A todos les preocupan los tiempos pol¨ªticos. Tambi¨¦n al ministro J¨¢uregui, que conf¨ªa en que "ning¨²n Gobierno" vuelva a meter este asunto "en un caj¨®n".