?D¨®nde est¨¢ el Gobierno de Angela Merkel?
Lluvia de cr¨ªticas al Ejecutivo por la falta de transparencia
Una bacteria t¨®xica de origen desconocido ha matado a 23 personas en Alemania e infectado a 2.700. El titular vale hoy lo mismo que hace tres semanas. Solo cambia, a peor, el n¨²mero de v¨ªctimas de la bacteria E. coli enterohemorr¨¢gica (EHEC) O104:H4, que sigue manteniendo contra la pared a las autoridades alemanas. El combate contra la bacteria se ha saldado por ahora con algunos avances en los m¨¦todos para detectarla, ciertas mejoras en el tratamiento y un aluvi¨®n de cr¨ªticas a la gesti¨®n pol¨ªtica e informativa de la crisis por parte del Gobierno federal de Angela Merkel.
Pepinos inocentes, soja sospechosa, ciudadanos perplejos y un Ejecutivo federal que solo sale a la palestra para defenderse de las acusaciones de falta de transparencia y de coordinaci¨®n. Adem¨¢s de las autoridades regionales -se trata de una Rep¨²blica Federal- se ocupan de este caso dos instituciones en Berl¨ªn: el Instituto Robert Koch (RKI) se centra en la epidemiolog¨ªa; el Instituto Federal de Evaluaci¨®n de Riesgos (BFR) estudia las amenazas sanitarias. Durante la crisis, el RKI se ha comportado como una especie de servicio secreto. Racaneaba informaci¨®n al tel¨¦fono, no admit¨ªa visitas y daba cifras de afectados que no coincid¨ªan con las de los ministerios regionales.
La gesti¨®n de la crisis est¨¢ en manos de distintas regiones y de dos institutos
El BFR ha sido m¨¢s transparente y accesible, pero el conjunto daba la impresi¨®n de estar mal coordinado. El RKI depende del Ministerio federal de Sanidad, el BFR, del de Consumo. Est¨¢n dirigidos, respectivamente, por el liberal Daniel Bahr (FDP) y la socialcristiana b¨¢vara Ilse Aigner (CSU). La aparici¨®n estelar de Bahr, que cuando ascendi¨® a ministro hace unas semanas obtuvo tratamiento de ni?o prodigio (tiene 34 a?os), fue una visita a la Cl¨ªnica Universitaria de Hamburgo. Y se puso una mascarilla protectora para recorrer las instalaciones. Las bacterias E. coli no se transmiten por el aire, de modo que esas mascarillas las usan los m¨¦dicos y los enfermeros para no transmitirles m¨¢s g¨¦rmenes a los pacientes cuando est¨¢n cerca. Como apuntaba un m¨¦dico de Hamburgo que prefiere el anonimato, Bahr quiz¨¢ se la puso "para que no le reconozcan". El flamante ministro no ha dicho nada rese?able en la crisis. Su colega Aigner solo sal¨ªa de su escondite para defender su (escasa) gesti¨®n y para advertir una y otra vez contra el consumo de pepinos, tomates y lechuga. Y desde el domingo, contra los brotes de soja.
Bahr se desayun¨® ayer con un gran titular cr¨ªtico en el conservador diario nacional Die Welt. Tambi¨¦n carga contra el Caos en torno al germen asesino el populista Bild, ajustada dieta intelectual de m¨¢s de 12 millones de alemanes. Un paseo por Hamburgo daba una idea del desconcierto que perciben muchos ciudadanos. Como la estudiante Julia Mayerhof, se sienten "en manos irresponsables". Mayerhof llevaba por la ma?ana una bolsa de supermercado "sin ning¨²n alimento que se coma crudo", en observaci¨®n "desconfiada" de las recomendaciones oficiales de evitar las hortalizas.
A unos cientos de metros, en la sede consistorial de Hamburgo, la senadora (ministra) regional de Sanidad, Cornelia Pr¨¹fer-Storcks (SPD), acababa de echar un jarro de agua fr¨ªa sobre las esperanzas de que el origen de la infecci¨®n fueran los brotes cultivados en una peque?a empresa de Bienenb¨¹ttel (Baja Sajonia). No hay bacterias EHEC O104 en el paquete de brotes para ensalada hallado en el frigor¨ªfico de un paciente de Hamburgo. Recuperado ya de la infecci¨®n, se percat¨® de que conservaba restos de los brotes producidos en esa explotaci¨®n. Tampoco se han encontrado hasta ahora evidencias en las pruebas recogidas en la plantaci¨®n.
El ministro de Agricultura de Baja Sajonia, el democristiano Gert Lindemann (CDU), dijo el domingo que el registro comercial de la empresa permite inferir su relaci¨®n con el brote infeccioso. Su colega de Hamburgo Pr¨¹fer-Storcks dio ayer la buena noticia de que el n¨²mero de nuevas infecciones en Hamburgo tiende a estabilizarse. Ella lanz¨® el 26 de mayo las infundadas advertencias contra tres pepinos andaluces.
Ayer, la ministra federal Aigner asegur¨®: "No estamos ante un conflicto de competencias". En Alemania se extiende la impresi¨®n de que el problema podr¨ªa ser, m¨¢s bien, de incompetencias.
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