El bumer¨¢n de la felicidad
A trav¨¦s de Jorge Sempr¨²n he conocido miles de hechos hist¨®ricos sobre los asesinatos cometidos por los alemanes. Escritos de forma cristalina, cuidadosamente pulida... porque los alemanes, en su idioma, estaban po¨¦ticamente heridos. Sus frases se sent¨ªan tras la frente, de forma simult¨¢nea, como un deshielo y una helada.
A trav¨¦s de Jorge Sempr¨²n, he sabido de miles de hechos hist¨®ricos sobre la ideolog¨ªa brutal de los comunistas y el trato que dieron a su propia gente.
El amor a la muerte de la dictadura de Franco me permiti¨® saber que ese amor a la muerte es un componente integral de todos los sistemas autoritarios de dominaci¨®n, incluidos los de izquierdas, incluidas las teocracias. Tambi¨¦n que ese amor a la muerte origina tanto agresividad como servilismo.
A trav¨¦s de las frases de Jorge Sempr¨²n supe c¨®mo act¨²a el da?o
Siempre me he visto obligada a encuadrar en sus libros a mi padre, soldado SS
Tambi¨¦n de Jorge Sempr¨²n he aprendido a vivir con la propia persecuci¨®n. A trav¨¦s de sus frases supe c¨®mo act¨²a el da?o. Jorge Sempr¨²n me prepar¨® para el bumer¨¢n de la felicidad: me ense?¨® que el da?o siempre prevalece. Que en la vida se presenta la belleza, pero precisamente cuando despunta su brillo, el bumer¨¢n de la felicidad devuelve el golpe y arrasa ese instante.
La m¨¢s precisa y bella de las frases sobre la patria -que siempre utilizo cuando aparecen los enamorados de su patria o los escritores enamorados de s¨ª mismos- la he tomado de Jorge Sempr¨²n: "En el fondo, mi patria no es el idioma -como ocurre con la mayor¨ªa de los escritores-, sino lo que se dice".
Siempre me he visto obligada a encuadrar en los libros de Sempr¨²n a mi padre, soldado de las SS. Siempre quise ser capaz de impedir que mi padre, incluso a posteriori, se convirtiera en soldado de las SS.
Los libros de Sempr¨²n... continuamente me pregunto si merezco su sabia amistad y herida fidelidad.
Har¨¢ unos 10 a?os me encontr¨¦ a Jorge Sempr¨²n en unas jornadas literarias de Cognac (Francia). Pude haberle dicho cu¨¢nto me acompa?an sus libros, cu¨¢nto significan para m¨ª. Pero mi timidez frente a este gran hombre fue excesiva. Hice lo que no debe hacerse: preparar mil veces en la cabeza las frases adecuadas. Al final no me atrev¨ª a abordarle... el coraz¨®n se me sal¨ªa por la boca.
Y ahora, como dice Sempr¨²n en su libro El largo viaje:
-?No le late ya el coraz¨®n?
-No, ya te he dicho que no.
-?C¨®mo ha ocurrido?
-Como suele ocurrir.
-?Qu¨¦ quieres decir?
-Quiero decir que estaba vivo y un momento despu¨¦s hab¨ªa muerto.
Herta M¨¹ller, escritora germano-rumana, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 2009. Traducci¨®n: Jes¨²s Albor¨¦s.
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