J¨®venes indignados irrumpen en la campa?a
Estudiantes y parados protestan con una acampada en el centro de Estambul
Los j¨®venes turcos se han cansado de esperar a que el milagro econ¨®mico turco se digne a incluirlos. Con un 20% de paro, casi el doble de la tasa nacional, los casi 40 millones de menores de 30 a?os son los grandes olvidados de estas elecciones. Ning¨²n grupo pol¨ªtico se acerca a ellos con un programa consistente, a pesar de conformar casi el 50% de los electores que acudir¨¢n a las urnas este domingo. Indignados, varias decenas de manifestantes acampan desde ayer en la plaza de Taksim, en el centro de Estambul, inspirados por el movimiento espa?ol del 15-M.
"Primero fue T¨²nez, despu¨¦s Tahrir, luego lleg¨® Madrid, ahora nos toca a nosotros, Estambul", rezan las pancartas que empapelan el campamento y las calles aleda?as. Sus reivindicaciones son muy concretas: acabar con el paro, la precariedad laboral, una educaci¨®n p¨²blica de calidad y una mayor autonom¨ªa para las universidades acabando con el Y?K, una especie de Consejo Superior que supervisa las 139 universidades del pa¨ªs as¨ª como sus programas de estudios.
"Los partidos hablan mucho de nosotros, pero no hacen nada", afirma un joven
Sin embargo, ninguno de los grandes partidos turcos recoge estas reivindicaciones en sus programas. El partido en el Gobierno -Justicia y Desarrollo- centra sus promesas en una mejora en los cursos de lenguas extranjeras y un aumento en el n¨²mero de titulados universitarios. La oposici¨®n busca la simpat¨ªa de los varones menores de 30 con la promesa de transformar el servicio militar obligatorio en un ej¨¦rcito profesional. El Partido Nacionalista, la tercera formaci¨®n con representaci¨®n parlamentaria, asegura que si gana suprimir¨¢ los ex¨¢menes de acceso a la universidad. La promesa no es balad¨ª ya que muchos de sus j¨®venes votantes, normalmente de clase media y baja, no consiguen pasar los dif¨ªciles ex¨¢menes de entrada a los estudios superiores debido a la deficiente educaci¨®n p¨²blica turca.
"No me f¨ªo de los partidos pol¨ªticos. Hablan mucho de los j¨®venes durante las elecciones pero luego no hacen nada", explica Fatih Durukan. Licenciado y sin empleo, Durukan es el perfecto reflejo de la juventud que ahora se manifiesta. Lejos de ser apol¨ªtico, ha acudido a cada manifestaci¨®n contra la censura de internet o la restricci¨®n del consumo de alcohol.
El economista Emre Deliveli a?ade a las reivindicaciones de los indignados otros dos problemas: la precariedad laboral y la econom¨ªa sumergida. "El coste por trabajador para una empresa en Turqu¨ªa es alt¨ªsimo, m¨¢s que su sueldo, por eso muchos j¨®venes aceptan trabajar sin contrato o recibir parte de su sueldo en negro", dice. Seg¨²n Deliveli, los partidos deber¨ªan instaurar un sueldo m¨ªnimo por regi¨®n para acabar con el trabajo en negro y flexibilizar el mercado laboral.
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