'Vacas sagradas'

Me parece indignante la forma en la que se est¨¢ tratando el tema de la infecci¨®n de E. coli en los medios por parte de "expertos" que parecen no tener ni idea de la producci¨®n agr¨ªcola y ganadera. Esta bacteria no se origina en las frutas y verduras; de hecho no sobrevive sobre ellas mucho tiempo. Es una bacteria que procede del tracto digestivo de los animales y las intoxicaciones que ha habido de cepas similares a la actual (enterohemorr¨¢gicas y resistentes a antibi¨®ticos), la mayor¨ªa en Estados Unidos, han tenido siempre un mismo origen: las granjas de cr¨ªa intensiva de vacuno donde se atiborra a los animales a antibi¨®ticos desde que nacen hasta que son sacrificados, generando as¨ª cepas resistentes. De las heces de estos animales puede pasar en el matadero a la carne o contaminar lo que quiera que se ponga en contacto: frutas y verduras, agua potable o chuches, cualquier cosa que nos traguemos cruda. Los casos esclarecidos han indicado que el contacto se produjo bien por acci¨®n del viento que transport¨® heces frescas de animales hasta parcelas adyacentes de hortalizas al aire libre (un disparate de ordenaci¨®n agraria) o en las cocinas de casas y restaurantes al no limpiar los utensilios tras haber manipulado carne contaminada.

Echar la culpa de esto a los productores de frutas y hortalizas (o lo que es peor, a la agricultura ecol¨®gica, la ¨²nica que garantiza por ley y con trazabilidad que no usa esti¨¦rcol bruto sino compostado en un proceso que destruye estas y otras bacterias) es un caso claro de culpabilizaci¨®n de la v¨ªctima, o como dicen los ingleses "a?adir al da?o agravio". Para colmo se a?ade la aparici¨®n de una serie de aprovechados que tratan de utilizar esto para "vendernos" los productos transg¨¦nicos. ?Qu¨¦ tendr¨¢ que ver!

Lo que esto pone de manifiesto es la necesidad urgente de cambiar el sistema de cr¨ªa intensiva "industrial" de ganado, que adem¨¢s de ser un peligro para la salud p¨²blica es una de las actividades m¨¢s contaminantes para el medio ambiente. Por desgracia, el lobby c¨¢rnico y lechero -nunca mejor dicho- es una de las vacas sagradas de la pol¨ªtica agraria tanto en Europa como en Estados Unidos.