"El viaje de Malaspina fue una sinfon¨ªa"

"Podemos hablar en italia?olo, como dec¨ªa Malaspina", propone Dar¨ªo Manfredi, pero en realidad habla un espa?ol casi perfecto durante toda la comida. "Excepto los men¨²s. No entiendo bien los nombres de los platos", dice. Manfredi est¨¢ considerado como el mayor experto mundial en Alejandro Malaspina, el italiano que, en 1789, dos semanas despu¨¦s de estallar la Revoluci¨®n Francesa, y como oficial de la Real Armada Espa?ola, emprendi¨® la circunnavegaci¨®n del globo. Regres¨® a los cinco a?os. Poco despu¨¦s fue acusado de traici¨®n y pas¨® siete a?os en la c¨¢rcel, hasta que fue enviado a Italia para no volver nunca. "A medida que me he ido metiendo m¨¢s en su historia, m¨¢s me ha gustado, por su car¨¢cter duro y puro. Su viaje alrededor del mundo no fue una expedici¨®n, fue una sinfon¨ªa", dice Manfredi.

El italiano es el mayor experto en el expedicionario cient¨ªfico

Es imposible siquiera apuntar todo lo que este hombre afable, vivaz, sonriente y de gestos tranquilos, sabe de aquella figura hist¨®rica tan poco agasajada ni en su pa¨ªs de origen, Italia, ni en el de adopci¨®n, Espa?a. Debi¨® ser un aut¨¦ntico italia?olo no solo en su lengua. Uno de los muchos libros de Manfredi se titula Italiano en Espa?a, espa?ol en Italia.

"Hace 40 a?os encontr¨¦ un libro en un puesto de viejo en Roma sobre Malaspina y en las cuatro horas de viaje en tren hasta La Spezia [donde vive] lo le¨ª y me fascin¨®". Niega ser historiador, pasa de puntillas sobre su trabajo como peque?o empresario del que se ha jubilado y se explaya sobre su pasi¨®n: "Alejandro", como le cita con la familiaridad que le dan sus 40 a?os dedicados al personaje.

Manfredi bebe agua con gas y come salmorejo. "Es parecido al gazpacho, pero distinto". De segundo elige bacalao. Est¨¢ en Madrid invitado por la Fundaci¨®n BBVA para presentar Las corbetas del Rey. El viaje alrededor del mundo de Alejandro Malaspina (1789-1794), de Andr¨¦s Galera. Es la ¨²nica obra, dice, que no comete ni un solo error hist¨®rico. Llega el carro de los postres. Dice que le gustan, pero que est¨¢ ganando peso y no debe. Elige el pudin y vuelve a Malaspina. A lo largo de los a?os ha conseguido infinidad de cartas y documentos, en su mayor¨ªa depositados en la Fundaci¨®n Alejandro Malaspina que fund¨® y preside.

Manfredi tiene 70 a?os, echa de menos a su esposa fallecida -tambi¨¦n le gustaba Alejandro y le ayudaba en sus pesquisas- y sigue hablando de Malaspina sin la pedanter¨ªa temible en un erudito. "Era un reformador, se hab¨ªa dado cuenta de que Espa?a no pod¨ªa seguir gobernando Am¨¦rica sin conocerla y con tanto centralismo, pensaba que hab¨ªa que hacer reformas, no una revoluci¨®n, pero s¨ª cambiar cosas. Sinti¨¦ndose espa?ol, consider¨® que deb¨ªa presentar al rey sus ideas. Pero a su regreso la situaci¨®n hab¨ªa cambiado mucho en Espa?a y ¨¦l no se dio cuenta". Fue acusado de traici¨®n, condenado y encarcelado por Godoy.

La actual expedici¨®n cient¨ªfica espa?ola Malaspina 2010, que est¨¢ a punto de completar su vuelta al mundo, le parece muy interesante. Destaca el valor cient¨ªfico, pero ha avanzado tanto la ciencia en dos siglos, dice, que en poco se puede parecer a la de Alejandro. Para terminar, pide caf¨¦ solo. Luego se va dando un paseo "para bajar la comida".