El Ej¨¦rcito sirio asalta la ciudad sublevada
M¨¢s de 10.000 soldados y 40 tanques avanzan para aplastar el mot¨ªn de Jisr al Shughur - Al menos 28 muertos en protestas generalizadas por todo el pa¨ªs
El Ej¨¦rcito sirio lanz¨® ayer su esperado ataque sobre la ciudad rebelde de Jisr al Shughur. Soldados y polic¨ªas del presidente Bachar el Asad atacaron tambi¨¦n a los manifestantes en decenas de ciudades del pa¨ªs. En Maaret al Numan, cerca de Jisr al Shughur, una multitud incendi¨® la comisar¨ªa y los juzgados, y la guarnici¨®n militar respondi¨® con artiller¨ªa, matando a al menos a 11 personas. El r¨¦gimen quer¨ªa hacer una demostraci¨®n de fuerza, pero sus zarpazos parec¨ªan, sin embargo, cada vez m¨¢s desesperados.
Las matanzas perpetradas hasta el momento solo hab¨ªan conseguido exasperar a la poblaci¨®n, agravar las divisiones entre los distintos grupos religiosos y mermar la autoridad del Gobierno de Damasco, todopoderoso hasta hace solo tres meses. El riesgo de una guerra civil en el coraz¨®n de Oriente Pr¨®ximo se perfilaba con creciente intensidad.
Agentes iran¨ªes cooperan con las fuerzas locales en la represi¨®n
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que hizo de las buenas relaciones con el Asad uno de los pilares de su diplomacia, calific¨® de "inhumanos" los ataques del Ej¨¦rcito sirio contra la poblaci¨®n, que se cobraron al menos 28 muertos en todo el pa¨ªs. Robert Gates, secretario de Defensa de EE UU, acus¨® a El Asad de perpetrar "una matanza de inocentes". M¨¢s all¨¢ de las condenas, ning¨²n dirigente internacional se atrev¨ªa a exigir de forma abierta la dimisi¨®n del presidente de Siria, por temor a que tras la dictadura comenzara una guerra civil con m¨²ltiples bandos, al estilo liban¨¦s, o que los Hermanos Musulmanes impusieran un Estado isl¨¢mico.
A Bachar el Asad solo le quedaba el respaldo estrat¨¦gico de Rusia y China y el apoyo rotundo de Ir¨¢n, aliado desde la revoluci¨®n de los ayatol¨¢s en 1979. Eran cada vez m¨¢s frecuentes las denuncias de que agentes iran¨ªes (distinguibles por la ropa negra, la barba larga y el escaso conocimiento de la lengua ¨¢rabe) cooperaban con las fuerzas de seguridad y con los shabiha, los civiles de religi¨®n alau¨ª armados por el r¨¦gimen. El Gobierno brit¨¢nico fue el primero en hacer constar que sus servicios de espionaje hab¨ªan detectado la presencia de asesores iran¨ªes en territorio sirio.
Hab¨ªa pocas noticias de Jisr al Shughur. A la ausencia de periodistas, se sumaba el corte de l¨ªneas telef¨®nicas. Solo estaba claro que al menos 10.000 soldados (15.000 seg¨²n otras fuentes) dirigidos por el general Maher el Asad, hermano del presidente, y apoyados por 40 tanques y varios helic¨®pteros, atacaron la ciudad a primeras horas de la ma?ana. "En respuesta a los llamamientos de la poblaci¨®n, unidades del Ej¨¦rcito ¨¢rabe de Siria han iniciado su misi¨®n para arrestar a personas armadas", anunci¨® la televisi¨®n estatal.
En Jisr al Shughur, cuya poblaci¨®n ronda los 50.000 habitantes, quedaba poca gente, seg¨²n los testimonios de los refugiados en Turqu¨ªa. Miles hab¨ªan huido al otro lado de la frontera o a las aldeas cercanas, aterrorizados por las amenazas de venganza lanzadas desde Damasco.
Sigue sin conocerse con exactitud lo ocurrido en Jisr al Shughur el pasado fin de semana. El Gobierno se limita a insistir en que 120 polic¨ªas y soldados murieron por disparos de "grupos armados". Los civiles fugitivos y las organizaciones opositoras coinciden en se?alar que parte del Ej¨¦rcito desert¨® para unirse a los manifestantes y que eso provoc¨® combates muy violentos. Fue, tal vez, una muestra de lo que podr¨ªa ocurrir pronto en gran parte de Siria si continuaba creciendo el rencor entre la mayor¨ªa sun¨ª (que compone tambi¨¦n la mayor¨ªa de los soldados) y la minor¨ªa alau¨ª (que domina el r¨¦gimen y el Ej¨¦rcito), respaldada en general por la minor¨ªa cristiana.
Abundan los indicios de que la revuelta, inicialmente pac¨ªfica, se hace paulatinamente violenta. Las manifestaciones de ayer fueron convocadas bajo el lema Viernes de las Tribus, con la intenci¨®n de atraer hacia la protesta a la poblaci¨®n beduina. Varios jeques beduinos ya participaron en la reuni¨®n de opositores celebrada en Antalya (Turqu¨ªa) y desbordaron incluso a los delegados de los Hermanos Musulmanes en cuanto a islamismo y a voluntad de responder a la represi¨®n con una rebeli¨®n armada.
Hubo manifestaciones contra el r¨¦gimen en numerosas ciudades, incluyendo la capital, Damasco, donde seg¨²n la red de activistas que informa desde el interior del pa¨ªs murieron tres personas por disparos de la polic¨ªa. Como en otras ocasiones, la polic¨ªa pol¨ªtica, no uniformada, tuvo un papel preponderante y utiliz¨® francotiradores para dispersar a la multitud. En Deraa, donde comenz¨® la revuelta, la manifestaci¨®n se sald¨® con decenas de heridos. En Homs, por el contrario, una numerosa manifestaci¨®n contra El Asad discurri¨® sin incidentes. La zona noroccidental del pa¨ªs, con ciudades como Jisr al Shughur y Maaret al Numan, fue escenario de los enfrentamientos m¨¢s violentos.
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