El l¨ªder que aspira a perpetuarse
'Tayyip Baba' pretende convertirse en el nuevo padre de los turcos
Altanero. Carism¨¢tico tras arrasar dos veces en las urnas y amarrar Turqu¨ªa a Europa. Pr¨¢gmatico, arrogante siempre. El tribuno que enciende a las masas de Anatolia en campa?a tambi¨¦n puede ser h¨¦roe en la plaza de Tahrir por exigir la dimisi¨®n de Mubarak. Pero sus cr¨ªticos a¨²n se preguntan si tendr¨¢ una agenda integrista oculta tras su bigote cortado a cepillo, pese a que hoy ser¨¢ plebiscitado de nuevo por los turcos.
Del barrio de Kasimpasa procede la leyenda urbana de que de ni?o vend¨ªa simit (rosquillas con s¨¦samo) por las empinadas callejuelas que desembocan en el Cuerno de Oro. Lo cierto es que, mozo bien plantado, Recep Tayyip Erdogan jugaba en el equipo de f¨²tbol de ese distrito popular de Estambul, en un estadio rebautizado ahora con el nombre del primer ministro de Turqu¨ªa. Era un adolescente reci¨¦n llegado a Estambul, como otros millones de inmigrantes en la gran metr¨®polis turca, que vino desde Rize, en la costa del mar Negro, donde hace 57 a?os, cuando naci¨®, su padre era marino. Y entre simit y regates, estudi¨® el bachillerato en un imam hatip (seminario isl¨¢mico), como otros chicos despiertos sin recursos.
Hay cerca de 60 periodistas en las c¨¢rceles turcas, m¨¢s que en China
Pocos en el barrio tuvieron su suerte: estudiar Empresariales en la Universidad de M¨¢rmara y colocarse despu¨¦s como gestor en la Empresa de Transportes del ?rea Metropolitana de Estambul. Pero todos le consideran ahora el orgullo de Kasimpasa. Alcalde de Estambul. Diputado. Primer ministro. Probablemente ser¨¢ tambi¨¦n el pr¨®ximo presidente de Turqu¨ªa y heredar¨¢ el cargo fundado por Mustaf¨¢ Kemal, Atat¨¹rk (el padre de los turcos), en 1923.
Piadoso lector del Cor¨¢n, conoci¨® en la Universidad al profesor Necmettin Erbakan, patriarca del movimiento islamista turco y su mentor pol¨ªtico. Y de la mano del Partido del Bienestar de Erbakan (ef¨ªmero primer ministro entre 1996 y 1997) conquist¨® la alcald¨ªa de Estambul con un programa de obras en los barrios y lucha contra la corrupci¨®n. El derrocamiento de su jefe de filas tras un golpe militar "posmoderno" en el que los generales ni siquiera tuvieron que sacar los tanques a las calles, amenaz¨® tambi¨¦n con llevarse por delante su carrera pol¨ªtica.
Erdogan fue condenado en 1998 por "incitaci¨®n al odio religioso". Los fiscales basaron su acusaci¨®n en la lectura de un poema otomano: "Las mezquitas son nuestros cuarteles, los alminares nuestras bayonetas, las c¨²pulas nuestros cascos y los creyentes nuestros soldados". Cumpli¨® cuatro meses de c¨¢rcel y qued¨® inhabilitado para ejercer cargos pol¨ªticos. Pero rompi¨® con el islamismo nacionalista y extremo de Erbakan para fundar con otros dirigentes j¨®venes -como Abdul¨¢ G¨¹l, actual presidente turco- en 2001 el Partido de la Justicia y el Desarrollo o Partido AK (limpio, en turco), inspir¨¢ndose en el modelo de los democristianos europeos para aunar religi¨®n y pol¨ªtica.
El resto ya est¨¢ en los libros de historia. La victoria electoral de su partido en 2002, que propici¨® su rehabilitaci¨®n pol¨ªtica con su llegada al poder. El comienzo del proceso de adhesi¨®n de Turqu¨ªa a la UE en 2005. La firmeza democr¨¢tica ante las amenazas de golpe de Estado colgadas en Internet por la c¨²pula de las Fuerzas Armadas en 2007, que propici¨® un segundo arrollador triunfo en las urnas poco despu¨¦s. Pero los turcos recordar¨¢n sobre todo que bajo sus mandatos han triplicado la renta per c¨¢pita y que viven en un pa¨ªs considerado ya como potencia emergente dentro del G-20.
Ha prometido que pactar¨¢ una Constituci¨®n de consenso con la oposici¨®n, pero en el fondo sue?a con un modelo presidencialista para poder seguir en el poder hasta 2023. Al Erdogan de Kasimpasa le pierde siempre la intemperancia de car¨¢cter. "Si hubiese estado en el Gobierno cuando fue detenido, habr¨ªa enviado a la horca a Abdal¨¢ Ocalan", acaba de declarar en plena campa?a al referirse al jefe de la guerrilla kurda del PKK, encarcelado a perpetuidad en una isla del mar de M¨¢rmara. "Terco e hiperactivo", como aparece descrito en los documentos diplom¨¢ticos de EE UU filtrados por Wikileaks, soporta mal las cr¨ªticas de la prensa, incluso se ha querellado por caricaturas pol¨ªticas. Aunque no precisamente por sus denuncias, en Turqu¨ªa hay cerca de 60 periodistas encarcelados, m¨¢s que en China. Su Gobierno prepara tambi¨¦n la imposici¨®n de filtros generalizados en Internet so pretexto de proteger a la infancia. Las p¨¢ginas de reformismo de Tayyip Baba (papi), como muchos turcos le apodan ya, empiezan a estar manchadas con los inevitables borrones que echan los l¨ªderes cuando tienden a perpetuarse en el poder.
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