Emprendedores en cadena

Mujeres maltratadas, personas con retraso mental, discapacitadas, en riesgo de exclusi¨®n social, empresarios de la sostenibilidad... Estos colectivos dif¨ªcilmente encontrar¨¢n financiaci¨®n para hacer empresa de sus proyectos. Son emprendimientos sociales, la ¨²ltima iniciativa para impulsar la creaci¨®n de empresas liderada por una escuela de negocios. Se llama Momentum Project y es un programa de formaci¨®n y asesoramiento lanzado por Esade y BBVA que ha arrancado con 10 empresas que, seg¨²n Antoni Ballabriga, director de responsabilidad corporativa del banco, "han sido elegidas por su impacto social y capacidad de consolidarse en el mercado. Pues desde la empresa social tambi¨¦n se puede crear empleo".

Profesores y empresarios apoyan los proyectos innovadores

Escogidos atendiendo a la calidad de su riesgo, capacidad de innovaci¨®n y las perspectivas de la empresa, los emprendedores van a adquirir una completa formaci¨®n pr¨¢ctica y un seguimiento por parte de directivos de BBVA y otras compa?¨ªas participantes en el programa, que se encargar¨¢n adem¨¢s de presentarles a inversores. Alfred Vernis, director de programas universitarios de Esade y director general de la Fundaci¨®n PwC, que tambi¨¦n colabora en ¨¦l, espera que "la iniciativa sea un ejemplo para otros".

Aprender a golpe de errores y aciertos con la pr¨¢ctica es algo que hace unos a?os era imposible de conseguir en unos m¨¢steres orientados a la teor¨ªa. Antonio Palazzo, responsable de la oficina de proyectos de la escuela alicantina Fundesem Business School, que organiza jornadas gratuitas de emprendimiento, lo sabe bien: "Ahora los m¨¢steres para emprendedores dan mucha m¨¢s importancia a la pr¨¢ctica que a la teor¨ªa. Al desarrollo de competencias para ser l¨ªder de un equipo, al control de la gesti¨®n...". Para Pablo Mart¨ªn de Holan, director del ¨¢rea de gesti¨®n emprendedora del Instituto de Empresa (IE), "ahora interesa m¨¢s c¨®mo poner en pr¨¢ctica una idea en lugar de aprender qu¨¦ es un plan de negocio". Con casi 40 a?os de andadura en la ense?anza a emprendedores, "desde siempre ha sido una asignatura obligatoria en nuestros cursos", agrega, en la convicci¨®n de que los errores que cometen los emprendedores son muy parecidos. "Es m¨¢s importante aprender qu¨¦ no hacer que aprender qu¨¦ hacer", afirma.

Coincide Juan Mart¨ªnez Barea, director de innovaci¨®n y creaci¨®n de empresas de Creara, centro perteneciente al Instituto Internacional San Telmo, con sedes en Sevilla y M¨¢laga. "Sin pr¨¢ctica no podr¨ªa entenderse el 50K, el programa para emprendedores de esta escuela, donde los contenidos est¨¢n enfocados a la realidad de lo que es la iniciativa empresarial tecnol¨®gica", explica.

A la hora de aleccionar a sus alumnos sobre la realidad que encontrar¨¢n en el mercado, todas las escuelas recurren a la experiencia de sus antiguos alumnos o bien a la que puedan aportar aquellos que, siendo en su d¨ªa emprendedores, hoy ya son empresarios de ¨¦xito. Una de las herramientas m¨¢s novedosas es la lanzada con el nombre de Iniciador desde la Fundaci¨®n Escuela de Negocios de Asturias. "Es un evento mensual en el que los emprendedores se conocen entre s¨ª. Al tiempo, un emprendedor consolidado dirige una sesi¨®n de trabajo", indican en la fundaci¨®n.

Hablar de mercado es hablar de Estados Unidos. Por eso, algunas de las iniciativas m¨¢s interesantes y exitosas que actualmente aplican las escuelas de negocio espa?olas proceden de all¨ª. Por ejemplo, el citado programa 50K vino del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (MIT). Barea estudi¨® all¨ª, igual que Xavier Uribe-Etxebarria, fundador de Anboto, una firma tecnol¨®gica reconocida como la mejor start up del mundo. Uribe, junto con Deusto Business School, organizar¨¢n un programa internacional de emprendimiento basado en otro importado del MIT, donde "los emprendedores podr¨¢n escuchar a otros de ¨¦xito mundial en software, energ¨ªas renovables, electr¨®nica o transporte", explica. A la hora de ser aceptado en ese programa, no solo se tendr¨¢ en cuenta el curr¨ªculo acad¨¦mico y profesional; "se valorar¨¢ tener un proyecto propio con viabilidad y equipo directivo", a?ade.

Otro de los temas que, evidentemente, tendr¨¢ peso espec¨ªfico es la b¨²squeda de financiaci¨®n. Como ocurre en buena parte de los centros nacionales. "En realidad, en Espa?a es mucho m¨¢s f¨¢cil emprender que en Silicon Valley. All¨ª no hay tantas ayudas p¨²blicas como aqu¨ª", dice Uribe-Etxebarria.

En EE UU, a la hora de financiar las primeras fases de un proyecto empresarial, lo habitual es recurrir al capital semilla o los business angels (inversores en proyectos incipientes). Hasta hace poco, explica Alberto Fern¨¢ndez, director de Finaves, fondo de capital semilla para exalumnos del IESE Business School, "las ¨²nicas v¨ªas de financiaci¨®n eran la ayuda p¨²blica, los bancos, hipotecar el patrimonio o la familia. Todo esto cambi¨® con las puntocom, cuando la gente vio la posibilidad de ganar mucho dinero invirtiendo en proyectos emprendedores. Curiosamente, esta tendencia ha ido a m¨¢s desde el inicio de la crisis", asegura Fern¨¢ndez, para quien "ha sido la menguante confianza en los bancos lo que ha impulsado estas inversiones. Adem¨¢s de la b¨²squeda de nuevas formas de inversi¨®n por parte de la gente".

Aparte de la inversi¨®n directa de Finaves ("unas cuatro operaciones al a?o"), IESE ha desarrollado una red de captaci¨®n de business angels organizando entre 8 y 12 foros al a?o para que emprendedores e inversores puedan conocerse y contactar. "Finaves lleva invertidos m¨¢s de 10 millones de euros en 30 diferentes empresas, mientras que la red de inversores ha cerrado m¨¢s de 40 operaciones con otros 10 millones de euros", agrega.

En el Centro de Emprendedores e Inversores de EADA-Alumni tambi¨¦n tratan de captar dinero entre los antiguos alumnos que, "adem¨¢s de capital, aportan experiencia y se involucran", se?ala Manuel Mar¨ªn, su director. Aunque en EADA saben que invertir en un proyecto emprendedor significa arriesgar, no todo vale. "El proyecto ha de responder a una oportunidad de mercado, solucionar una demanda y ser escalable", dice. Con un l¨ªmite de 50.000 euros, la red de inversores de la escuela no est¨¢ m¨¢s de 12 meses en un mismo proyecto. "Si se necesita m¨¢s tiempo, significa que no est¨¢ lo suficientemente maduro", considera Mar¨ªn. En San Telmo se crean foros de inversi¨®n "para cinco o seis proyectos maduros que necesitan 300.000 euros de capital cada uno".