La llamada de Angela
La C¨¢mara de Comercio de Alemania en Barcelona est¨¢ preparando la evasi¨®n organizada de ingenieros espa?oles hacia Alemania. No es una fuga a tontas y a locas, ni un impulso visceral, como el "muchacho, ve al Oeste" de Horace Greely. Responde a la llamada de Angela Merkel a principios de a?o, cuando anunci¨® que Alemania iba a necesitar m¨¢s de 100.000 ingenieros durante la pr¨®xima d¨¦cada y que una parte de ellos podr¨ªan ser espa?oles. Angela, alma m¨¢ter (madre nutricia) ofuscada de Europa -hay que ver los errores que comete la canciller en la gesti¨®n de la crisis de la deuda- no precis¨® la raz¨®n de sus preferencias por los ingenieros espa?oles. Pero el observador atento deducir¨¢ que Alemania es un pa¨ªs organizado o, mejor, planificado. Su Gobierno sabe que en los pr¨®ximos 10 a?os se retirar¨¢n m¨¢s de 100.000 ingenieros, calculan que ser¨¢n m¨¢s necesarios en las empresas de automoci¨®n, electr¨®nica y metalurgia y se organizan en consecuencia. En la sala de la C¨¢mara de Comercio esta semana no cab¨ªa un alfiler. M¨¢s de 1.000 ingenieros, casi todos j¨®venes, quer¨ªan saber lo que se les pide para trabajar en Alemania. El sueldo all¨ª de un ingeniero novel es de unos 40.000 euros anuales; en Espa?a, de 25.000.
Como las comparaciones son odiosas, pero instruyen y divierten, comp¨¢rese la iniciativa alemana con el confuso enredo espa?ol, que tan pronto reclama estent¨®reamente mano de obra inmigrante para trabajar en el Maresme o en los invernaderos almerienses como exacerba la xenofobia de los votantes para que se expulse manu militari a los sin papeles. Alcaldes hay que no se han recatado en definir a los inmigrantes como trabajadores de d¨ªa y delincuentes de noche. Si el caos mental cotizara en Bolsa, los pol¨ªticos espa?oles tendr¨ªan la capitalizaci¨®n m¨¢s alta en el Dow Jones.
Se trata de una emigraci¨®n amable, pero no deja de ser una "fuga de cerebros". Un economista dir¨ªa que el capital humano formado por las universidades y las escuelas t¨¦cnicas espa?olas ser¨¢ rentable en Berl¨ªn, en Fr¨¢ncfort o M¨²nich, no en Madrid, Sevilla o Pamplona. Merkel y sus empresarios entienden perfectamente el verdadero sentido de la "libre circulaci¨®n de trabajadores" por Europa.
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