La mujer campana ignora su talla
Cuatro a?os despu¨¦s del an¨¢lisis antropom¨®rfico de las espa?olas que realiz¨® el Gobierno, el sector textil sigue sin tener patrones comunes
Cuatro a?os despu¨¦s del anuncio del Ministerio de Sanidad de que se iban a homogeneizar las tallas de ropa de mujer, comprar una prenda sin probar sigue siendo una maniobra arriesgada. La 36 de una prenda se convierte en la 40 en otra. Un simple paseo por decenas de tiendas de ropa y unas cuantas visitas al probador sirven para comprobar que el caos en el tallaje no ha desaparecido. Los patrones tampoco se han adaptado al cuerpo de las espa?olas, definido por el publicitado perfil antropom¨¦trico -que midi¨® a 10.415 mujeres de 12 a 70 a?os- como cilindro, di¨¢bolo o campana. M¨¢s de dos a?os despu¨¦s de que el famoso an¨¢lisis retratase a la ciudadana media como una mujer de 1,62 y 57 kilos, los expertos de Sanidad y Consumo siguen trabajando en adaptar los resultados.
"Nunca hubo intenci¨®n de unificar el tallaje", dice ahora Sanidad
Las promesas de Elena Salgado, primero, y de Bernat Soria, despu¨¦s, para luchar contra un patr¨®n femenino de extrema delgadez que fomenta la anorexia, languidecen. En 2007, Salgado, al frente del Ministerio de Sanidad, lleg¨® a un acuerdo con las asociaciones y empresas de moda, por el que estas se compromet¨ªan a trabajar para lograr "la homogeneizaci¨®n efectiva de las tallas". Promesa que se tradujo en un convenio autorregulador que Soria, al heredar la cartera, habl¨® incluso de hacer obligatorio.
Entidades como la Asociaci¨®n de Creadores de Moda de Espa?a, la Federaci¨®n Espa?ola de Empresas de la Confecci¨®n, El Corte Ingl¨¦s o Inditex se comprometieron a desterrar de sus escaparates los maniqu¨ªes de la talla 38 y a que la 46 no se considerase una "talla especial". Tambi¨¦n a dar al consumidor una informaci¨®n lo m¨¢s homog¨¦nea posible sobre tallas y patrones, para terminar as¨ª con el desorden de medidas que las asociaciones de consumidores llevaban a?os denunciando.
El siguiente cap¨ªtulo, la homogeneizaci¨®n y la adaptaci¨®n de esas tallas al cuerpo de la espa?ola media parece haberse quedado por el camino -como ha ocurrido con la intenci¨®n de medir tambi¨¦n a los hombres y a los ni?os-. De hecho, un portavoz de Sanidad asegura ahora que nunca hubo la intenci¨®n de establecer tal unificaci¨®n. "Lo que se hizo fue acordar que las empresas firmantes trabajen en ofrecer a los consumidores informaci¨®n adicional sobre el tallaje que refleje mejor las medidas corporales. La unificaci¨®n no es posible sin un acuerdo europeo", explica.
Sin embargo, el presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Empresas de la Confecci¨®n (Fadecon), ?ngel Asensio, sostiene que actualmente las tallas est¨¢n bastante unificadas, y que las medidas est¨¢ndar que usa la industria se actualizaron tras el estudio antropom¨¦trico de hace cuatro a?os. Con todo, la decisi¨®n de seguir estos patrones es voluntaria, por lo que Asensio admite que hay marcas que a la medida equivalente a una talla 44 le pueden poner una etiqueta de la S (talla peque?a) para que la clienta crea que en esa tienda la ropa le sienta bien, y por eso tiene menos talla.
Asensio coincide con Sanidad en entender que para la unificaci¨®n de tallas de ropa "habr¨ªa que buscar un acuerdo europeo", como se hizo hace unos a?os con los zapatos. Y lo mismo opinan desde Inditex, con marcas como Zara, Bershka o Pull & Bear. El gigante espa?ol de la industria textil tiene tiendas en 78 pa¨ªses, por lo que cuando fabrica una prenda no sabe en qu¨¦ punto del mundo se va a vender. A pesar de esto, un portavoz de la compa?¨ªa asegura que el tallaje de sus ocho marcas est¨¢ hecho seg¨²n las mismas tablas de medidas, que son, adem¨¢s, las que se usan tradicionalmente en la industria espa?ola desde 1972.
Seg¨²n este planteamiento, un pantal¨®n vaquero de la talla 36 de Bershka (de estilo joven) responde a las mismas medidas de mujer que uno de la talla 36 de Massimo Dutti (especializado en colecciones m¨¢s cl¨¢sicas). Pero en la pr¨¢ctica, no es tan f¨¢cil, ni siquiera en una misma tienda. Una persona se prob¨® para este reportaje tres pantalones de la talla 34 y hechuras y tejidos parecidos en Bershka. Uno le quedaba perfecto, otro grande (la 32 iba bien) y otro demasiado justo. Un caso para el que el portavoz de Inditex tiene explicaci¨®n. La complejidad, asegura, surge porque los tejidos o el dise?o hacen que la talla que a una persona le queda bien en un modelo no le sirva en otro. "Si hab¨ªa tantos problemas de aplicaci¨®n, Sanidad tendr¨ªa que haberlo pensado antes de publicitar el acuerdo y el estudio antropom¨¦trico", critica Ruben S¨¢nchez, portavoz de la asociaci¨®n de consumidores Facua. De la misma opini¨®n es el parlamentario de CiU Carles Campuzano. "Es evidente que lo de las tallas no es tan f¨¢cil, no dudo de que existan problemas concretos para que se ponga en marcha un sistema de patronaje homog¨¦neo y adaptado a las medidas reales de la poblaci¨®n, pero en 2007 se asumi¨® ese compromiso y hay que darle contenido", afirma. Su partido ha sacado adelante una proposici¨®n no de ley para reactivar el asunto y volver a poner sobre la mesa el problema de la anorexia y la bulimia, trastornos que sufren alrededor del 6% de la poblaci¨®n espa?ola, sobre todo mujeres.
"Los millones que ha costado ese estudio, pagado con dinero de todos los espa?oles, solo han servido para que la industria sepa c¨®mo es el perfil de la ciudadana y pueda usarlo en sus dise?os, pero a cambio no ponen nada de su parte. Los trabajos del estudio est¨¢n paralizados", asegura S¨¢nchez, que forma parte de la comisi¨®n de seguimiento del convenio, creada por Sanidad.
Adem¨¢s, independientemente de la pol¨¦mica unificaci¨®n de tallas, otros puntos m¨¢s claros del convenio tampoco se cumplen, a pesar de que tanto Sanidad como la industria aseguran que s¨ª. Localizar una talla 46 no es tarea f¨¢cil. En el Corte Ingl¨¦s o en las de las marcas de Inditex se encuentran algunas, pero pocas. Y es que, las diferencias de dise?o y el p¨²blico al que, en principio, va dirigida una prenda son las que determinan el rango de tallas. Para los modelos m¨¢s b¨¢sicos, el rango suele ser el mayor: de la 34 (incluso 32) a la 44. Para un vestido de corte cl¨¢sico pensado para una mujer de mediana edad, se suele prescindir de las tallas m¨¢s peque?as. Y para los dise?os juveniles, puede no haber tallas 44.
Por no hablar de que los maniqu¨ªes de medidas extremas no han desaparecido de todas las tiendas. Algunos hay de la talla 38, pero escasos. La mayor¨ªa de los reclamos son figurines vestidos con prendas de la 36, y ajustadas con alfileres.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.