Aldabonazo para la renovaci¨®n

"Los pol¨ªticos son como los cines de barrio, primero te hacen entrar y despu¨¦s te cambian el programa", ironizaba el dramaturgo y humorista Enrique Jardiel Poncela durante el franquismo. Pero la frase es perfecta mente aplicable al Tribunal Constitucional, que se hab¨ªa convertido en un cine de barrio donde siempre hab¨ªa programa doble, porque los pol¨ªticos encargados de cambiar las pel¨ªculas, es decir, de renovar a los magistrados olvidaban su obligaci¨®n durante a?os, nada menos que tres a?os la ¨²ltima vez. La necesidad de obtener un respaldo de tres quintos en el Congreso o en el Senado ha forzado a consensos venenosos donde no prima la elecci¨®n del mejor en m¨¦rito y capacidad, como deber¨ªa ser, sino que los partidos eligen a los candidatos m¨¢s serviles, incluso aunque no re¨²nan las condiciones m¨ªnimas exigibles.

Ahora, tres magistrados que han excedido seis meses su mandato, Javier Delgado, Elisa P¨¦rez Vera y Eugeni Gay, han dado un aldabonazo para forzar la renovaci¨®n. Su dimisi¨®n no ha sido aceptada pero se recordar¨¢ al Congreso que tiene que cumplir los plazos de renovaci¨®n.

Dos investigadores, Antonio Villar y Nicol¨¢s Porteiro, propusieron recientemente que en caso de fallo del consenso, para que la elecci¨®n se realizara en tiempo y forma, se deb¨ªa proceder a un sorteo en el que cada candidato tiene tantas opciones de salir elegido como el porcentaje de esca?os que el partido que lo propone tiene en el Parlamento. La idea es muy buena, pero dudo que los partidos vayan a aplicarla, porque pierden el control. L¨¢stima.